Haile Gebreselassie sigue acaparando la atención del atletismo. Ayer maravilló de nuevo en Berlín tras mejorar su récord mundial de maratón en un tiempo oficial de 2 horas, 3 minutos y 59 segundos. El etíope se convirtió en el primer hombre capaz de sortear los 42 kilómetros y 195 metros en menos de 2 horas y 4 minutos. Bajó justito pero suficiente, pese a que sus pretensiones se elevaban hasta los 2.03:30. «Mi mayor adversario es mi edad», dice uno de los mejores fondistas de la historia que con 35 años encabezó a los cerca de 40.000 participantes en la 35 edición de una de las citas de prestigio.

Fueron 27 segundos menos que un año antes cuando en el mismo escenario y gracias a sus 2.04:26 se convirtió en el plusmarquista mundial desbancando del puesto a su amigo y eterno rival Paul Tergat. Mientras el keniata se conformaba con la segunda posición en el medio maratón de Lisboa, el etíope justificaba sus últimas decisiones con su tercera victoria consecutiva en la carrera alemana, escenario de cuatro récords mundiales desde el 98.

Gebre renunció a pelear por el oro olímpico en la carrera de clausura de los recientes Juegos de Beijing alegando razones de salud. «No pretendo suicidarme», dijo emprendiendo su particular cruzada contra la contaminación durante los meses previos y recordando su condición de asmático.

Después la polución no fue para tanto y las condiciones extremas no impidieron al keniata Samuel Wanjiru realizar un maratón memorable. Días antes Gebreselassie se había conformado en el 10.000 con un sexto puesto de una prueba de la que guarda dos oros olímpicos y cuatro mundiales. Demasiado poco para Gebre, que esperaba a Berlín para solucionar su temporada. Su leyenda forjada a base de victorias y de récords, ayer sumó el número 26 en distintas distancias y superficies, sigue creciendo. «Estoy feliz. Todo ha sido perfecto, el clima, las liebres y los espectadores», reconoció el atleta de Arssi a sabiendas de que semejantes registros no admiten mínimos fallos.

Olvidadas unas recientes molestias en un pie, con 18 grados de temperatura, ausencia de viento y un número considerable de liebres, Gebre apretó desde el principio y pasó el medio maratón en los 1.02:04 pretendidos junto a los keniatas James Kwambai y Charles Kamathi. En el kilómetro 35, sólo Kwambai rondaba al etíope que le abandonó en el 40 para franquear la Puerta de Brandeburgo con el objetivo cumplido y su habitual sonrisa. Pese a sus múltiples negocios y un futuro en Addis Abeba para el que no descarta emprender carrera política, Gebre insiste en que «correr es siempre mi prioridad».

Entre las mujeres, Irina Mikitenko, de 36 años, se impuso también con una gran registro (2.19:19). Desde 1995 no ganaba una alemana en casa y lo hizo con la cuarta mejor marca de todos los tiempos. Vencedora en Londres en abril se perdió los Juegos de Beijing por una lesión. Ayer se quitó la espina.