El sindicato CCOO exigió ayer que se afronte el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña y demandó que se aproveche el tiempo existente hasta la parada de la actividad de la central -el permiso de explotación caduca en 2009- para buscar alternativas económicas y de empleo para la zona.

Así, este sindicato pidió la implicación de la Junta de Castilla y León para promover un pacto institucional de desarrollo económico y social alternativo, que permita la instalación de empresas y la generación de empleo.

En su opinión, el cierre de la central no significa la extinción inmediata de los puestos de trabajo, ya que «como en todos los cierres de plantas nucleares, se necesita un alto porcentaje de los empleos durante el desmantelamiento una vez se haya desactivado».

Vandellós como ejemplo

Asimismo, CCOO puso como ejemplo a seguir el proceso llevado a cabo durante el desmantelamiento de la central tarraconense de Vandellós, y recalcó que en su periodo de desmantelamiento trabajaron un total de 2.700 empleados pertenecientes a 63 empresas.

Además, esta central hizo especial hincapié en el hecho de que en el área que ocupaba la planta se ha construido un centro tecnológico para el desarrollo de investigaciones I+D relacionadas con el desmantelamiento de centrales.

También ensalzó el caso de la central de Zorita, que se clausuró en abril de 2006 con un plan de desarrollo de la Junta de Castilla la Mancha.