La Policía española, bajo supervisión del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, detuvo en la madrugada de ayer a cuatro jóvenes de Iruñerria. Dos de ellos, Ibai Azkona e Iker Araguas, fueron apresados en el barrio iruindarra de Iturrama, mientras en Donibane fue arrestado Gorka Sueskun, y en Barañain la Policía detuvo a Mikel Flamarike.

A los cuatro les acusan de «integrar un grupo estable y vinculado a Segi» y de ser «presuntos autores de distintos actos de terrorismo callejero y sabotaje», aunque ninguno de los portavoces intitucionales y policiales que compareció ayer dio detalle alguno de qué acto se les acusa.

A este respecto, el jefe superior de la Policía en Nafarroa, José Luis Gago, que participó en una rueda de prensa junto a la Delegada del Gobierno español en este herrialde, Elma Sáiz, se limitó a señalar que están estudiando las acciones que se les puedan atribuir, y se remitió al estudio de la documentación incautada en los registros de los domicilios de los cuatro detenidos, así como en un local y en el bar Ezpala, de Iturrama.

Según ha podido saber GARA, en este establecimiento hostelero los policías se personaron a las dos de la mañana, y al dueño del bar, que estuvo acompañado por dos testigos, le indicaron que el registro se debía a que «el detenido Ibai Azkona frecuenta el establecimiento». Del mismo se llevaron dos huchas, una por los presos y la otra en favor de los colectivos de Iturrama, así como trípticos del Gudari Eguna. Del otro local registrado, una bajera, se llevaron numerosas camisetas, carteles, pancartas y un ordenador. Del domicilio de un detenido, además de dos ordenadores de sus allegados, también se llevaron dinero, según denunciaron a este diario.

Fuentes policiales aseguraron que en los registros se habría encontrado «material habitualmente utilizado para las acciones de terrorismo callejero», y citaron una bombona de camping-gas, unos guantes, un petardo y pintura. Frente a esta versión, desde el movimiento pro amnistía indicaron que a ellos sólo les constaba que se hubieran llevado botes de pintura y un petardo «normal, sin fuerza para causar ningún daño» y que, «aunque pudiera ser que hubieran encontrado una bombona de gas, ¿a quién le extraña tras haber registrado cuatro domicilios, un bar y una lonja?». Por ello, criticaron la actitud de ETB que, a su parecer, en sus informativos se limitó a transmitir lo manifestado desde el Ministerio de Interior.

Desde el movimiento pro amnistía denunciaron la operación policial, y advirtió de que los jóvenes detenidos «se encuentran en verdadero peligro de ser torturados». Por ello, reclamaron que se les levante la incomunicación, que «es la que posibilita la práctica de la tortura». Para Segi, «en las últimas semanas en Nafarroa hemos vivido el ejemplo más grave del estado de excepción» e hizo un llamamiento a responder, ya que «este generación actúa con responsabilidad hacia este pueblo».

Nuevas detenciones

Gago, por su parte, manifestó que es posible que haya nuevas detenciones, y sostuvo que la operación policial de ayer, que sigue abierta, no está relacionada con la desarrollada hace un mes, también en Nafarroa, a cargo de la Guardia Civil.

En aquel operativo, comandado por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, fueron detenidas siete personas, de las que cinco fueron encarceladas tras declarar ante el juez, y varios de los arrestados denunciaron graves torturas durante la incomunicación a manos del instituto militar.