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El portavoz Antoñana reclamó una rectificación, pero no se negó explícitamente el hecho esencial de la denuncia

Un informe interno avala la noticia del grave incidente informático

GARA ha tenido acceso al documento mediante el cual se comunicó a los administradores concursales que una persona sin relación contractual con la Real Sociedad accedió al sistema informático descifrando una contraseña que sólo sabía el administrador de la red.

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Joseba ITURRIA | DONOSTIA

Un informe del responsable informático de la Real -entregado a los administradores concursales y al Consejo-, y el posterior desarrollo de los acontecimientos avalan la información publicada en GARA el 13 de setiembre bajo el título: «Descubierto un grave incidente informático en Anoeta». La base de la denuncia, que fue tratada por el Consejo el pasado sábado, no ha sido negada explícitamente por Badiola ni por Antoñana en su requerimiento o en sus declaraciones.

En ese informe, el hasta el lunes responsable informático del club señala que el 8 de setiembre observó «en el dominio Real Sociedad, es decir, dentro de la red del club, la aparición de un equipo llamado Haltlaptot perteneciente a...», y cita el nombre del protagonista del incidente.

«Dado que la inclusión de un ordenador en el dominio Real Sociedad sólo puede hacerse conociendo la contraseña del administrador de la red, concluyo que... (cita el mismo nombre) ha obtenido dicha contraseña por medios que desconozco».

«El club carece de infraestructuras de seguridad contra agresiones internas por su elevado coste. Sólo grandes empresas como la banca y las instituciones disponen de este tipo de medidas. Los riesgos inherentes a este hecho, tanto para los ficheros contenidos en la red como para el buen funcionamiento de todas las infraestructuras de red son innumerables».

«Un usuario con permisos de administrador de la red puede hacer absolutamente cualquier cosa con ella. Las bases de datos de accionistas, abonados, empleados, correos electrónicos, futbolistas, fondo documental, fototeca, periodistas acreditados, clientes, proveedores y toda clase de información sensible puede ser copiada, borrada o cambiada. Asimismo, las claves de acceso a la Banca Electrónica y otras ayudas telemáticas a la Administración del club pueden ser usurpadas».

De este hecho informó GARA. Ni en la petición de rectificación que publicamos hoy ni en lo declarado por Antoñana en la Cope el miércoles 24 se niega el aspecto principal. Así, preguntado por el mencionado informe, declaró que cuando el responsable informático se dirigió a Badiola él estaba presente «en una reunión con el presidente y algunas otras personas. Lo comentó, se le despejaron todas las dudas y los temores. Hay una relación de confidencialidad. Hace [la persona aludida] un proyecto fin de carrera en el marco de una actividad controlada. No hay incidente ni grave, no hay nada».

Desmentido el pasado sábado

No se niega la base del incidente -que esa persona descifrara la contraseña de administrador de la red-, hasta la reunión celebrada entre el Consejo y los administradores concursales el pasado sábado en Anoeta, en la que éstos quisieron confirmar si todos los consejeros están informados de lo que pasa en el club.

En esa reunión se llamó al protagonista del incidente y este respondió, según señala a GARA, que «eso es completamente falso. En ningún momento entro como administrador de la red, sino con una contraseña de usuario que necesito para acceder a internet y a las impresoras. Todos los usuarios tienen una contraseña personal facilitada por el responsable mediante la cual te identificas ante la red y utilizas sus recursos».

Como es habitual ahora en la Real hay dos versiones. El anterior responsable informático defiende que la contraseña personal de cada trabajador no vale para incluir un ordenador en el dominio Real Sociedad y que sólo habilita para cuestiones individuales como, por ejemplo, descargar cada uno su correo.

Pese a que el incidente existe, Antoñana señalaba en la Cope que «en la información que publica GARA prácticamente no hay nada de cierto. Es falso que la persona a la que se refiere sea un seguidor de Badiola, es falso que sea una persona que pertenezca a la plantilla del club, es falso que actúe sin conocimiento o permiso del Consejo. Se trata de una persona que hace proyecto de fin de carrera y tiene autorización del Consejo. Su actividad está controlada, es conocida por el Consejo y está regulada dentro del ámbito de la confidencialidad con la que debe actuar cualquier persona que tenga relación con el club y permiso para introducirse en sus dependencias o mecanismos. No ha nada cierto, todo es falso».

Antoñana y Badiola atribuyen a la información de este diario cosas que no recoge. Para empezar, el titular no reza «¿Extraño incidente informático en la Real?», sino «Descubierto un grave incidente informático en Anoeta». Ese titular lo puso alguna de las personas que manejan el foro de la Real a una charla que se había abierto a las 8.03 del día 25 con el título: «¿Escándalo informático en la Real?». A pesar de que en ese foro dicen que no hay censura -se pueden leer todo tipo de insultos y descalificaciones a este medio y a este periodista desde hace meses-, alguien entendió que el nombre de la charla debía cambiarse.

¿Cómo va a decir este periodista que algo sucedido en la Real desde el 3 de enero es «extraño», cuando el mayor disparate es «normal»? El lunes detallaremos algunas cosas que son ahora «normales» en la Real.

Falta de rigor

Este simple detalle es significativos del nulo rigor de Badiola y Antoñana en la nota y en sus declaraciones, porque el 90% de las cosas que niegan o piden que se rectifiquen no aparecen en la información o son opiniones. Así, en la noticia no se dice que el protagonista tenga contrato con la Real. Explícitamente se indica que «al no tener relación contractual con el club...».

Tampoco decimos que entre en el club «en calidad de seguidor de Badiola», sino que es «uno de los seguidores de Iñaki Badiola que se han introducido en el club bajo la vitola de `becarios'», aunque «no responden a ese carácter porque no tienen ninguna beca». Una opinión seguida de un hecho cierto.

Pero lo más curioso es que Antoñana dijo en la Cope que esta persona «no presta ningún servicio a la Real, realiza un proyecto personal suyo bajo la supervisión del Consejo».

Claro que esta versión queda en evidencia cuando en la web del club se comunica el miércoles que sustituirá a la empresa que hasta el lunes se encargaba de ese área el «Comité Informático», al que pertenece el protagonista. Además, la web señala que «lleva más de seis meses trabajando y analizando todas las infraestructuras informáticas (....) habiendo entre otros proyectos realizado y puesto en práctica el nuevo foro oficial de la página web de la Real Sociedad», algo que ya recogía la información de este diario.

También el protagonista deja en evidencia a Antoñana cuando señala a GARA que «desarrollo un proyecto final de carrera colaborando también con la Real en todos los temas informáticos. Mi proyecto de fin de carrera es de gestor de contenidos para una posible nueva web».

Amparado por el Consejo

En ningún momento se dice que actúa sin el permiso del Consejo, como niega Antoñana. Tampoco que haya nada «irregular». Porque dentro de la Real ahora entra dentro de la regularidad que un responsable informático haga una denuncia tan grave y que, ante dos versiones, se dé por buena la de la persona que no está en la estructura y que le sustituya en sus funciones junto a José Antonio Soroa, al que ya se presenta como consejero dentro de lo nada serio que se ha convertido este tema en la Real Sociedad.

También fue «normal» que con el cambio dejara de funcionar bien la web y tras dos días sin hacerlo llamaran al responsable anterior para que les diera unas pautas para corregirlo. El «pago» a este servicio fue que la primera información que se colgó fue para dejar en mal lugar de manera tendenciosa al que solucionó el problema .

En GARA se calificaba como «locura» la relación de los administradores concursales con Badiola, su disconformidad a que trabajen en el club personas sin relación laboral y que el presidente «no cumple con el comportamiento de alguien que se acoge a la Ley Concursal y debe facilitarles su trabajo». De eso también hablaremos el lunes.

Si el objetivo de Antoñana y Badiola es intentar convencer de que son todos los demás, en este caso GARA, los que mienten, tienen la batalla perdida. Basta con leer la charla cuyo titular se nos atribuye para ver que hasta los que apoyan a Badiola dan credibilidad a lo que se publica. ¿Cómo no van a darla si hemos desvelado cantidad de aspectos que se han confirmado uno tras otro y cuya falsedad se podría demostrar con la presentación de un documento?

Informar es una obligación

Si su objetivo es amenazar a GARA para que no informe, hay que recordarles que informar es un derecho y una obligación. No es la primera vez que alguien que preside la Real utiliza la misma táctica. En abril de 2007, cuando informamos del nuevo reparto accionarial de la sociedad tras la ampliación de capital, lo hicimos con la amenaza de otro Consejo de que se acudiría a los tribunales. Se decidió publicarlo y seguro que muchos lo agradecieron. Para que algunos escriban que antes GARA no informaba sobre las actuaciones de las diferentes directivas...

Y el Consejo no necesita de requerimientos para dar su versión. Se le ha trasmitido, en privado y en público, que tiene las puertas abiertas para hacerlo. Y si no se le llama para recoger su opinión es porque no responde en las ocasiones en las que se intenta contrastar con ellos diversas informaciones antes de ser publicadas. Como Antoñana dice que basta una llamada para aclarar cosas, le llamaremos el lunes. Hay mucho que aclarar...

 
REUNIÓN EN ANOETA

El protagonista negó a los administradores concursales que accediera con la contraseña del administrador de la red y dijo que sólo utilizó la clave de usuario que le había facilitado el anterior responsable.

dos versiones

El anterior responsable informático defiende que con la contraseña personal que tienen todos los trabajadores no se puede incluir un ordenador en el dominio Real Sociedad y que para ello es necesaria la del administrador de la red.

Petición de rectificación del Consejo

El 24 de setiembre se envió al director de GARA una carta firmada por Luis María Antoñana Moraza como «consejero y portavoz de la Real Sociedad SAD» con un requerimiento que señala que «Iñaki Badiola Menéndez, actuando en su propio nombre y, además, en representación del Consejo de Administración de la Real Sociedad SAD, del que es presidente, le manifiesta lo siguiente: 1.- El diario Gara ha publicado una información titulada ¿Extraño incidente informático en la Real? Descubierto un grave incidente informático en Anoeta. 2.- Dicha información contiene, entre otras, las siguientes falsedades: Es falso que se haya introducido en el club nadie en calidad de seguidor de Badiola. Es falso que se haya cometido irregularidad alguna y, mucho menos, incidente grave. Es falso que la relación entre el presidente del Consejo de Administración de la Real Sociedad SAD y los administradores concursales se haya convertido en una locura. Es falso que el presidente no cumpla con la Ley Concursal. Es falso que los administradores concursales hayan negado el acceso a las dependencias del club de persona alguna».

Tras estas manifestaciones, Antoñana Moraza reclamaba a este diario que rectificara añadiendo que, en caso contrario, «se procederá a la correspondiente reclamación vía judicial». J. I.

«susceptible»

En el artículo del 13 de setiembre no se dice que la actuación denunciada sea una «irregularidad» o un «delito». Se apunta que este acto «podría ser susceptible de ser calificado como delito de no estar amparado por su presidente».

caso prieto

Es la segunda ocasión en la que Badiola ha tildado de falsa una información. La anterior aseguró que no es verdad que Xabi Prieto -algún día tendrá que hablar sobre este caso- no quisiera renovar por Lighthouse porque no recibía garantías.

los RIESGOS

Si algo no fuera cierto, bastaría con presentar un documento que lo acredite y se rectificaría. Pero eso no pasa porque antes de publicar algo se han contrastado todas las informaciones y se ha buscado avalarlas con una base documental.

 
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