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La izquierda abertzale afirma que el PNV intenta evitar el cambio político

Si la formación jeltzale no lleva a cabo ninguna «iniciativa de calado» tras el veto del Constitucional a la consulta de Lakua y, en cambio, pacta con el partido que lo prohibió para aprobar las cuentas españolas, la izquierda abertzale entiende que es para evitar y torpedear el cambio político que requiere y exige el país y seguir así con la «obediencia y sumisión a la Constitución y a la legalidad española».
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Gari MUJIKA |

Ni insumisión, ni denuncias ante Estrasburgo. Sólo media docena de concentraciones. Así se ha concretado «la gran respuesta» que el tripartito y Aralar dijeron que llevarían a cabo en caso del veto del Constitucional español al proyecto de ley de consulta de Lakua. Para la izquierda abertzale, el pasado fin de semana, «el que debía haber sido el de la consulta de Ibarretxe y el que ha sido el de la obediencia a la Constitución y a la legalidad española», ha vuelto a dejar patente que el proyecto jeltzale para el país va en dirección contraria al de impulsar un cambio político en clave soberanista y en pro del derecho a decidir.

La izquierda abertzale considera que el PNV «no quiere impulsar una gran movilización» para no intensificar el potencial por el cambio político, de la misma manera que «no desea ahondar en el concepto del derecho a decidir porque así es como mejor se muestran las claves para la superación del conflicto político que enfrenta al país con los dos estados».

El juntero independentista alavés Aitor Bezares y la edil de Hondarribia Miren Legorburu comparecieron ayer en Donostia para valorar los acontecimientos del pasado fin de semana, que, a su juicio, han ofrecido tres fotografías que muestran «muy gráficamente» cuál es el proyecto que oferta el PNV.

Responsabilidad de Balza y PNV

La primera de ellas sería la de las seis concentraciones que organizó el tripartito con Aralar. La segunda, sin embargo, fue, al parecer de la izquierda abertzale, «la alfombra roja que la Policía del PNV colocó a los fascistas» y que, como en el tercer escenario, en Hernani, «golpeó a los jóvenes independentistas».

Al respecto, afirmaron de forma contundente que los incidentes ocurridos en Gasteiz y Hernani son «responsabilidad única y exclusiva» del consejero Javier Balza y de la dirección del PNV, ya que, para la izquierda abertzale, el proceder de «la Policía del PNV» fue una decisión premeditada para golpear al independentismo vasco y ocultar, a su vez, la reivindicación y las lecturas que la izquierda independentista realiza a la sociedad. Se referían así a la masiva comparecencia que llevaron a cabo el sábado en Donostia y cuya información fue transmitida junto con las imágenes de los enfrentamientos e incidentes.

Los electos independentistas han descrito como «curioso» el concepto de «derecho a decidir y de participación democrática que tiene Ibarretxe», pero han tildado de «más escandaloso» todavía el mutismo de partidos como EA y Aralar, a los que han acusado de «mirar para otro lado» ante los hechos ocurridos.

Sobre el reciente acuerdo del PNV con el PSOE para la aprobación de los presupuestos españoles, los electos se mostraron convencidos de que ni la base militante jeltzale ve con buenos ojos ese apoyo con quienes «han vetado su consulta». A su juicio, ésa ha sido «otra muestra de que el PNV no desea llevar adelante iniciativas de calado para demostrar a Madrid que son un partido de Estado».

Sin embargo, la izquierda abertzale se mostró convencida de que el sábado fue «una nueva confirmación de la defunción del actual marco estatutario».

llamamiento

Volvieron a realizar el llamamiento del sábado para que los progresistas e independentistas del país «sumen fuerzas a favor del derecho de autodeterminación, superando los topes constitucionales y materializando el cambio político».

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