Se agradece un informe que trasmite la realidad de la crisis con absoluta claridad, valentía y sin engaños. Hasta ahora nadie desde el club se había atrevido a decir lo que no se quiere escuchar. Mientras otros pedían fichajes, uno siempre ha recordado a los Consejos que la Real debía ajustarse a sus posibilidades económicas y rebajar unas expectativas imposibles de cumplir. Nadie ha criticado tanto a los presididos por Astiazaran o Fuentes cuando hacían lo que les pedían. La Real está en la crisis actual por fichar jugadores imposibles de pagar. Esa es la reflexión que todos debemos hacer en lugar de buscar culpables. Uno no pierde un segundo en hablar de lo que hicieron Astiazaran o Fuentes y, en cuanto el juez lo determine, no hablará de Badiola. Sólo importan el presente y el futuro. Y pasan por adecuar ingresos y gastos, porque no cabe vivir por encima de sus posibilidades.

Pero tampoco cabe pasar del despilfarro en materia deportiva a la tacañería. El informe dice que la Real «para su supervivencia debe financiarse con la venta de jugadores». No puede ser un club comprador, como lo ha sido, e igual debe traspasar puntualmente a un jugador, pero tiene ingresos suficientes para no ser vendedor por sistema. Del informe se desprende que la pasada temporada el coste de jugadores y entrenadores del primer equipo era de 9,6 millones sobre los 30 de gasto. Si quitamos los 2 gastados en enero, hablamos de 7,6 en un club que puede ingresar entre 12 y 14 en Segunda. Esa cifra es asumible y con ese dinero se puede tener una plantilla para pelear por subir, como se vio el año pasado. Los jugadores y todos los que cobran de la Real deben hacer un esfuerzo y renunciar a algo, pero el problema es estructural, los otros 21 millones, 9 también relacionados con fichajes que no se debieron realizar.