Si no fuera por los antecedentes, no pasaría de ser otra tontería de Basagoiti 2.0, que a este paso va a dejar corto a su antecesor Carlos Iturgaiz. El presidente del PP en Euskadi -que no en Euskal Herria, capten la diferencia- ha llegado a la conclusión de que los futbolistas se niegan a jugar en las condiciones impuestas por la Federación Vasca porque «tienen un canguelo de primera división» ante las presiones del «brazo deportivo de ETA».

Esta teoría se impone ahora a otra anterior, a saber, que los futbolistas son unos gilipollas que no saben ni lo que firman. No tuvo éxito porque en la ecuación faltaba por meter las siglas ETA. Ahora sí, ésta es la buena. Las premisas son las de siempre, que lo mismo valen para un roto que para un descosido. Se está viendo en el tema del TAV. Su objetivo es ahora Ritxi Mendiguren. El ex jugador del Athletic es integrante de Esait y formó parte de las listas de ANV en Bilbo. Por lo tanto: ETA=ANV=Esait=Ilegalización=Redada=Mendiguren y todos sus compañeros al trullo.

Ya me los estoy imaginando enjuiciados bajo la acusación de estar «instrumentalizados», de seguir «las directrices», de «compartir los fines», de que el dinero de las camisetas que se venden con el lema «Euskal Selekzioa Bai» sirve para «financiar», de que la organización armada dijo que había que jugar con un 4-4-2 porque salir con un único delantero es de cobardes, de que en los partidos se corea «Jo ta ke, irabazi arte»...

Claro, lo lees así y piensas que es imposible, que no tiene ni pies ni cabeza. Es como si dices que Basagoiti es del PP, hincha del Athletic y que aborrece, yo que sé, por ejemplo, hacer puzzles. La conclusión, según su lógica, sería que todos los que hacen puzzles ni son del PP y ni animan al Athletic. O que todos los del Athletic son del PP y y odian los puzzles. ¿A que parece estúpido? Pues ándense con cuidado, amigos de los puzzles, que cualquier día acaban en Madrid explicando que la frase «no encuentro la ficha que me encaje en esta esquina» no es ningún mensaje en clave del «brazo puzzlero». Así funcionan las cosas.