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Una sola meta y tres caminos diferentes para siete ilusiones

Gaizka Toquero se convirtió el domingo en el séptimo jugador que debuta esta temporada con el Athletic. Antes que el gasteiztarra, Ander Iturraspe, Mikel Balenziaga, Joseba del Olmo, Iñigo Vélez de Mendizabal, Xabi Etxeita y Xabi Etxeberria habían disfrutado de la misma experiencia.

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Amaia U. LASAGABASTER

Debutar con el Athletic en San Mamés. Es una ilusión que comparten muchos futbolistas y que Gaizka Toquero pudo disfrutar el pasado domingo. Antes que el gasteiztarra, otra media docena de jugadores habían debutado esta temporada con el primer equipo rojiblanco. No todos han seguido el mismo camino para hacerlo, ni a todos parece esperarles el mismo futuro, pero los siete tienen ya algo en común, una ilusión cumplida.

Con la llegada de Joaquín Caparrós, el Athletic abrió una nueva vía para la búsqueda de refuerzos. Hasta entonces, las incorporaciones del primer equipo rojiblanco podían dividirse en tres grupos: los jóvenes forjados en Lezama, alguna perla de las canteras vecinas y jugadores de más edad que habían acumulado experiencia en la categoría lejos del Athletic. Un mercado del que quedaban prácticamente excluidos los numerosos jugadores de Segunda A y B que en su día no tuvieron la oportunidad de recalar en las categorías inferiores rojiblancas o que, por una circunstancia u otra, abandonaron Lezama antes de llegar a la cima.

Muchas etapas

El fichaje de Koikili la pasada temporada -con 27 años y sin haber superado nunca la categoría de bronce- abrió un nuevo camino, que este año han recorrido otros dos debutantes con la camiseta rojiblanca. Joseba del Olmo tomó el relevo del de Otxandio el pasado verano. Como aquél, debutó en Primera a una edad inusual, 27 años, tras una larga carrera por la 3ª y 2ª B vizcainas y su exitosa escala en el Eibar. Lo hacía el pasado 21 de setiembre en San Mamés, en la victoria del Athletic ante el Valladolid.

Algo más joven (24 años), pero con una trayectoria similar, Gaizka Toquero hacía lo propio el pasado domingo. Tras haber pasado por categorías inferiores de Alavés y Real y, descartado por ambos clubes, el gasteiztarra decidió también buscarse la vida con camisetas menos glamourosas. Y, por lo visto, acertó. La pasada primavera, justo después de que hubiese alcanzado un acuerdo con el Eibar, fue fichado por el Athletic. Cuatro meses de cesión en el equipo armero han acabado por convencer de su valía a Joaquín Caparrós, que le ha repescado en cuanto ha tenido la posibilidad.

Tampoco ha sido corto el camino que ha recorrido Iñigo Vélez de Mendizabal para llegar a San Mamés. El delantero se formó en el Aurrera, entonces convenido del Athletic, pero su siguiente paso no lo dio en Lezama, sino en el Espanyol. Tres temporadas en el Eibar le abrieron las puertas de Primera, de la mano del Murcia, donde la experiencia no fue especialmente positiva pero que, al menos, se convirtió en la antesala de su fichaje por el Athletic. El 28 de setiembre debutaba, por fin, con la camiseta rojiblanca.

Los otros cuatro jugadores que lo han conseguido esta temporada han seguido sendas más tradicionales. De la cantera de la Real Sociedad y con el correspondiente talón de por medio llegaba, a punto de comenzar la Liga, Mikel Balenziaga. Con apenas veinte años, el pasado 14 de setiembre se estrenaba en el empate ante el Málaga. En el mismo encuentro lo hacía uno de los tres canteranos a los que Caparrós ha dado la alternativa esta temporada, Ander Iturraspe. Es, además, con 19 años, el más joven de los que ha debutado desde el arranque de este curso con la camiseta rojiblanca.

Por convencimiento o por necesidad, el técnico ha contado con otros dos jugadores del Bilbao Athletic, ambos centrales y ambos de 21 años: Xabi Etxeita lo hacía el 12 de noviembre en el encuentro copero ante el Recreativo y Xabi Etxebarria el 7 de diciembre en Santander.

El futuro

Si los caminos que han seguido estos siete jugadores hasta llegar a San Mamés han sido diferentes, es probable que su futuro también lo sea. Parece francamente halagüeño en el caso de Balenziaga. Pese a que el lateral pagó el salto de categoría con errores de bulto, la confianza de Caparrós es plena: sólo se ha perdido dos encuentros y no parece que ni Koikili ni Casas vayan a hacerle sombra de momento.

El rendimiento de los tres cachorros, aunque sus apariciones hayan sido todavía escasas, tampoco ha decepcionado. Sobre todo en el caso de Xabi Etxeita, al que lesiones y sanciones obligaron a actuar como uno más ante Osasuna, Numancia y Betis -choque en el que, además, lo hizo como lateral derecho-, partidos en los que no desmereció de sus compañeros. Sin embargo, tanto el zornotzarra como Etxebarria e Iturraspe parecen destinados a terminar la temporada en el filial, alternando esporádicas presencias en el primer equipo.

Esporádica, precisamente, ha sido la aportación de dos de los debutantes, cuyo futuro no parece pintar ahora mismo en rojiblanco. Sobre todo el de Iñigo. El gasteiztarra es el último delantero para Caparrós -más aún tras la llegada de Toquero-, que apenas lo ha alineado, por algunos minutos, en un partido de Liga y otro de Copa. Es probable, de hecho, que cierre su cesión al Alavés en los próximos días. Las cosas no le van mucho mejor a Joseba del Olmo, que apenas acumula setenta minutos, repartidos en cinco encuentros. Más allá de lo que pueda suceder en junio, tampoco es descartable que el mercado invernal le ofrezca una alternativa mejor a la de chupar banquillo, o directamente grada, con Caparrós.

El futuro de Iñigo y Del Olmo se ha complicado aún más con la llegada de Toquero, competencia directa para ambos y, por lo visto en los pocos días que lleva en Lezama, con bastantes más posibilidades de participar. Caparrós le alineó a las primeras de cambio, el gasteiztarra le correspondió participando en el gol y ya avisa de que su intención es hacerse un hueco en el once.

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