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Un paseo por setenta años de historia en papel o en un click

«Pays Basque 1860-1930. Un monde intemporal?» (editorial Pimientos) es el título de un libro-catálogo publicado por el Museo Vasco de Baiona, un compendio de fotografías antiguas que reflejan las costumbres de nuestros antepasados y que busca ofrecernos una imagen que vaya más allá de lo puramente folclórico. Además, el museo labortano ofrece a los internautas el acceso gratuito a 3.000 fotos de toda Euskal Herria a través del servicio de su fototeca.

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Ane ARRUTI | BAIONA

Comprando hortalizas en los mercados, retratos familiares, fieles que acuden a misa, jugadores de pelota en las plazas de los pueblos... Cerca de trescientas fotografías obtenidas entre 1860 y 1930 conforman el libro que ha publicado el Museo Vasco de Baiona. Son una pequeña parte de una colección que se compone de cerca de 5.000 instantáneas y placas de vidrio, todas ellas obtenidas en Ipar y Hego Euskal Herria entre 1860 y vísperas de la Segunda Guerra Mundial .

Este libro viene a ser la continuación de la exposición que el museo acogió hasta el pasado mes de noviembre. Las fotografías reflejan la vida que llevaban nuestros ancestros, así como los los grandes cambios sufridos en la vida rural en las diferentes épocas, como el impacto que supuso la llegada del tren o los primeros barcos de vapor atracados en el puerto de Baiona. También permiten descubrir a la comunidad gitana, que estuvo muy presente en Euskal Herria hasta la década de los treinta. Sorprendentemente una treintena de fotografías son en color, tomadas alrededor de 1910 con el heliocromo que creó Louis du Hauron en 1860.

Interés por lo rural

A pesar de la gran cantidad de imágenes recogidas, los responsables del museo y del libro aseguran que «una gran parte de la realidad social está ausente, ya que el objetivo de la cámara sólo capta lo que quiere mostrar el fotógrafo». En aquella época, la mayoría de los fotógrafos vivían en la ciudad y cuando visitaban el entorno rural, quedaban fascinados por los caseríos, los mercados o por las labores que desempeñaban las mujeres, y es lo que se refleja en las primeras imágenes. Como apunta el prólogo firmado por Jacques Batesti, uno de los responsables de la conservación del museo, a finales del siglo XIX la fotografía sirvió, al menos en Ipar Euskal Herria, como «ilustración de los discursos dominantes de la época que, como Pierre Loti (autor de «Ramuncho»), presentaban a esta tierra como un espacio fuera del tiempo, un lugar de paz y al abrigo de los tormentos y de la uniformidad del mundo moderno». Una imagen idílica y pintoresca sobre el mundo rural que, por supuesto, no tenía nada que ver con la realidad. Al sacar a la luz los fondos fotográficos del Museo Vasco de Baiona, lo que se busca es precisamente romper con esa imagen .

La historia de la fotografía de Euskal Herria comienza alrededor del año 1855. John Stewart y Marwell, fotógrafos de la escuela de Pau, empiezan a retratar principalmente las playas de Biarritz y Donostia. La imagen más antigua que ha podido conseguir el museo está obtenida hacia 1856-1857. En ella se puede apreciar el comienzo de una construcción en el Aturri. Durante aquellos primeros años, el arte de fotografiar estuvo dedicado a inmortalizar paisajes y a realizar retratos. Fue a partir de 1870 cuando se dio un cambio considerable y se tomó una nueva perspectiva a través de imágenes de personas anónimas. El impulsor de este cambio fue principalmente Delaunet. En el segundo capítulo, encontramos reflejada una Euskal Herria en constante evolución. Destaca la presencia de los barcos de vapor en los puertos o el creciente turismo que inunda las playas. Al final del libro, con las fotos de la década de los años veinte, se ve el intento del mundo tradicional por sobrevivir ante el ataque de la modernidad.

El museo ha digitalizado gran parte de la colección y ha puesto en su página de internet 3.000 fotos con acceso gratuito. Son imágenes de toda Euskal Herria, de autores anónimos y algunos muy conocidos, que permiten hacer incluso una labor detectivesca en la red.

CAMBIO DE OBJETIVO

En los primeros años se fotografiaban paisajes y se realizaban retratos. Fue a partir de 1870 cuando se empezó a obtener imágenes de personas anónimas, un cambio impulsado, sobre todo, por Delaunet.

IMÁGENES EN COLOR

Sorprendentemente, una treintena de fotografías de la colección son en color, tomadas alrededor del año 1910 con el heliocromo que creó Louis du Hauron en 1860.

Ficha

«Pays Basque 1860-1930, un monde intemporel ?»: Editorial Pimientos, 25 euros. También en la red (www.editionspimientos.com).

Fototeca: Más de 3.000 imágenes en la red en www.musee-basque.com.

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