Obama pide «el mismo idealismo de los fundadores» de Estados Unidos
A tres días de que jure su cargo sobre la Biblia que empleó Abraham Lincoln hace 148 años, Barack Obama reclamó «una nueva declaración de independencia, no sólo de nuestra nación sino de nuestras vidas». Ayer, dio inicio oficial a los múltiples festejos con un viaje en tren desde Filadelfia a Washington, similar al que hizo Lincoln para instalarse en la Casa Blanca. «Lo que se requiere es la misma perseverancia que mostraron nuestros padres fundadores», resaltó.
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Barack Obama rememoró el viaje en tren que hace 148 años hizo Abraham Lincoln para tomar posesión de la Casa Blanca. Acompañado de su esposa, Michelle, sus dos hijas, Sasha y Malia, de un reducido grupo de periodistas y de 41 ciudadanos de a pie invitados, el presidente electo de EEUU unió las ciudades de Filadelfia y Washington.
Antes de iniciar su histórico viaje en la estación de la calle 30 de Filadelfia, incidió en la necesidad de mantener «la misma perseverancia e idealismo que demostraron nuestros padres fundadores. Lo que se requiere es una nueva declaración de independencia, no sólo de nuestra nación sino de nuestras propias vidas. Independencia de ideología, de pensamiento, de prejuicios y de fanatismos ruines».
Sus palabras tuvieron una especial resonancia al ser pronunciadas en Filadelfia, donde, según dijo, «comenzó la aventura de Estados Unidos», en referencia a que fue en esta ciudad del estado de Pensilvania donde se declaró la Independencia y se promulgó la Constitución.
Las referencias al pasado y, en concreto, a Lincoln, de quien siempre ha dicho que es uno de sus modelos a seguir porque abolió la esclavitud, han centrado muchos de sus discursos.
Precisamente, los actos de investidura se han inspirado en él. Hoy, habrá un macroconcierto al pie del Monumento a Lincoln, presidente número 16, en uno de los extremos del Mall, el parque que atraviesa el centro de Washington y termina en el Capitolio. Uno de los primeros actos del presidente electo fue visitar este Monumento con su esposa e hijas para reflexionar sobre el personaje y su elocuente discurso de investidura.
La Biblia que utilizará para jurar su cargo es la misma que utilizó Lincoln hace 148 años. El título de su discurso, «Un Nuevo Nacimiento para la Libertad», se ha sacado del Discurso de Gettysburg. Otro ejemplo de la devoción de Obama por los «padres fundadores» es la cita con la que concluyó su último discurso radial semanal.
En ella reprodujo parte de la solemne declaración del primer presidente de EEUU, George Washington: «He sido llamado por mi país, cuya voz no puedo oír si no es con veneración y amor».
De vuelta al presente, destacó la complejidad del contexto actual, marcado por la crisis y las guerras en Afganistán e Irak.
«Es un momento de grandes retos para el pueblo americano. Pasamos días difíciles y los próximos lo serán aún más. Nuestra nación está en guerra. Nuestra economía se encuentra en un momento de confusión y queda mucho trabajo por hacer para restaurar la paz y avanzar en la prosperidad. Pero mientras nuestro planteamiento sea coherente con la tradición americana, los desafíos pueden superarse», subrayó. A partir del martes, su gran día, deberá hacerles frente y cumplir las promesas de cambio. Ese día, afirmó, «el mundo mirará cómo América celebra un rito que llega al corazón de nuestra grandeza como nación».
En una entrevista en exclusiva a la cadena estadounidense CNN, Barack Obama aseguró que siempre creyó que el presidente saliente, George W. Bush, «era un buen tipo».
«Considero personalmente que es un buen hombre que quiere a su familia y país», afirmó. Declaración que contrasta con las críticas de los últimos años contra Bush por sus «políticas fallidas».
Cuando el presentador le preguntó si quería retractarse de algún comentario que hizo sobre Bush antes de conocerle más a fondo, Obama aprovechó la oportunidad para agradecer a su equipo el trabajo que han hecho facilitando el proceso de transición, y remarcó que «parte de la esencia de América es que se puede estar en desacuerdo con las políticas empleadas pero no por ello hay que dejar de respetarlas».
Para Obama, Bush tomó «las mejores decisiones que pudo tomar en difíciles circunstancias, lo que no implica que eso cambie mi opinión de que en los últimos años se han tomado una serie de malas decisiones y ahora vamos a tener que asumir las consecuencias». Ya en su discurso de victoria electoral, incidió en que «no somos enemigos, sino amigos», porque, añadió, en la «encrucijada crucial» en la que se encuentra EEUU, «es necesario usar las mejores ideas, vengan de republicanos o de demócratas».
«Las transiciones nos recuerdan que lo que compartimos como americanos es superior a nuestras diferencias políticas. Durante la actual transición, Bush y su Administración han tendido la mano a la cooperación y proporcionado una ayuda incalculable a mi equipo», subrayó.
