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Los navarros vuelven a salir trasquilados del estadio merengue

Burrull ejecuta otra vez a los rojillos

El colegiado cántabro, que ya fue protagonista negativo en el Bernabéu hace tres años cuando permitió que Roberto Carlos lesionara a Valdo, volvió a liarla al dejar de señalar dos claros penaltis sobre Juanfran, al que incluso expulsó por entender que los había simulado.

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REAL MADRID 3

OSASUNA 1

Natxo MATXIN | IRUÑEA

A Alfonso Pérez Burrull le gusta castigar a Osasuna en el Santiago Bernabéu. Hace poco más de tres años -un 18 de diciembre de 2005-, el colegiado cántabro permitió que Roberto Carlos segara el tobillo de Valdo sin el castigo correspondiente y expulsó a Puñal en un siguiente lance sobre el brasileño.

Un precedente del que se había advertido a lo largo de la semana, pero que nadie imaginaba pudiera quedarse pequeño tras lo visto ayer en el feudo merengue. Burrull se superó a sí mismo; no sólo birló dos claros penaltis a la escuadra navarra -se escudará seguramente en los consejos de su línea-, sino que expulsó a Juanfran al mostrarle sendas amarillas en ambas acciones por considerar que se había dejado caer.

Una vez más, el estamento arbitral volvió a dejar claro que el grande es quien manda y que no pasa nada si hay que fustigar al débil porque, a la postre, la repercusión mediática es mínima. ¿Se puede alguien imaginar la turrada que nos darían algunos medios deportivos estatales a lo largo de la presente semana si las jugadas hubieran sido en el área rojilla?

Penitencia extra para quien ya de por sí bastante tiene encima con arrastrar el sambenito de colista y al que se viene ninguneando de manera clamorosa desde la pasada temporada, en lo que, aunque pueda sonar fuerte, parece una campaña orquestada para que la escuadra navarra acabe dando con sus huesos en Segunda.

Puede entenderse que un trencilla, como cualquier ser humano, se equivoque a la hora de tomar decisiones, pero a ras de césped debió haber más de un tufillo extraño en la actitud de Pérez Burrull, que técnico y jugadores osasunistas no dudaron en calificar de «chulesca y prepotente». Testimonio de ello fueron las cámaras de televisión, que pillaron al colegiado cántabro cuando le espetó a Juanfran: «Por lo menos, tírate bien».

Hasta tal punto llegó el cabreo de la expedición rojilla que, coincidiendo con la expulsión de Juanfran, Pachi Izco abandonó airadamente y muy enfadado el palco del Bernabéu, como también se pudo comprobar en televisión, y declaró a posteriori a «Marca» que ambas jugadas «las he visto clarísimas y además me las han confirmado porque me ha llamado un ex árbitro internacional para decirme: `Lo que ha hecho hoy Pérez Burrull es de delicuente', así con estas palabras, aunque suene fuerte».

Roberto no tuvo su tarde

La consecuencia inmediata de no disponer de sendas opciones desde los once metros es que la permanencia está cada vez más cara. La distancia se ha visto ampliada hasta los siete puntos tras la victoria del Recreativo y los rojillos siguen hundidos, junto a Mallorca y Espanyol, a la espera de pasar el último trago de la cuesta de enero ante el Villarreal.

Intentando abstraerse de las dos decisivas acciones en el área merengue, lo que resulta realmente difícil, también es cierto que Osasuna dispuso ayer de una inmejorable oportunidad para rascar ante un Real Madrid que dejó una imagen muy pobre, acorde con su última línea, aunque efectiva a la postre.

Y es que los de Juande Ramos recibieron de muy buen agrado los regalos que desde el lado rojillo les brindaron. Roberto no tuvo su tarde y se tragó el primer y tercer gol blancos, amén de ofrecer una inseguridad total en sus salidas, y la defensa volvió a dar toda clase de facilidades en las pocas veces que los locales llegaron con claridad. De una de ellas llegó el 2-1 cuando Javier Flaño se dejó ganar la espalda por un hasta entonces desaparecido Higuaín.

Dando esas facilidades de nada sirve batirse el cuero todo el choque ni ofrecer un nivel interesante durante los primeros veinte minutos, justamente hasta el 0-1, a partir del cual los de Camacho dejaron de poner en práctica el fútbol que tan buen resultado les estaba dando -presión al rival, dominio del balón y claridad de ideas en las combinaciones- para pasar a replegar líneas y permitir que fuera el Real Madrid quien llevara la iniciativa. Dejar que unos jugadores que, aunque no están en su mejor momento tienen calidad de sobra, se acerquen varios metros a tu portería fue el peor de los errores.

Camacho critica la «actitud chulesca» de un árbitro que «no ha hecho sino provocar»

Aunque viene esgrimiendo que no le gusta hablar de los árbitros, José Antonio Camacho se vio obligado a hacerlo tras la nefasta actuación de Pérez Burrull. Se va a hartar de hacerlo si los trencillas siguen en la misma línea de la temporada pasada. «Nos ha perjudicado gravemente y no son sólo las dos jugadas, sino también su actitud chulesca. Lo ha hecho a posta y no tiene que provocar como lo ha hecho porque es un profesional», inició molesto su intervención.

El de Cieza se mostró más enfadado todavía por el hecho de que, según lo vio desde el banquillo, el trencilla decretó en un principio como penalti la segunda de las acciones -en la que Pepe pisa a Juanfran con el 2-1 en el marcador- y después se volvió atrás. «No se puede amparar en el linier porque él es el que manda y es quien lo ha señalado, le he visto cómo con la mano indicaba el punto de penalti, aunque luego no se ha atrevido a confirmarlo», confirmó.

Quejas que, para el técnico rojillo, van a acabar en saco roto, ya que «no sirve protestar porque luego se vuelven más fuertes y te dicen cosas como que no tienen tele», en alusión a la repetición de las jugadas. «Estaba provocando, como cuando se me ha dirigido para decirme que me tenía que sentar. Yo también le podía haber dicho que el que se tenía que ir del estadio era él, pero no merece la pena porque hubiera acabado expulsado», se resignó.

Lógicamente afectado por la situación, el protagonista del encuentro, Juanfran, se refugió en un principio en el autobús, pero luego atendió a los medios. «Estoy alucinado. Es la primera vez que me pasa algo así. Mezclo extrañeza y mucha rabia. Con el corazón digo que no me he tirado en ninguno de los dos penaltis. El linier los ha visto muy claros, pero no se ha atrevido», manifestó.

El de Crevillente, que jugaba como rojillo por primera vez en el Bernabéu, aseguró que en las dos ocasiones «me tocan y no puedo seguir, lo justo es que hubiese pitado los dos penaltis, por eso me duele mucho que el árbitro se haya equivocado».

También los capitanes rojillos dieron su opinión al respecto. Así, Patxi Puñal dejó claro que «incluso si fuera jugador del Real Madrid tendría una sensación de vergüenza por lo que ha ocurrido. El orgullo me impide salir de aquí y permanecer callado sin protestar por lo que ha ocurrido». Del mismo modo, César Cruchaga calificó la actuación de Pérez Burrull de «mangada en toda regla, que hay que denunciar». Parece ser que el club presentará una protesta formal, pero ayer estaba sin confirmar tal extremo.

GARA

Puñal y Masoud no podrán jugar en El Madrigal

Patxi Puñal y Masoud Shojaei serán bajas seguras para el próximo encuentro que disputará Osasuna en El Madrigal este sábado. Tanto el uhartearra como el iraní vieron su quinta tarjeta amarilla en el Santiago Bernabéu. Por otro lado, Natxo Monreal sufrió un fuerte golpe en el cuadríceps izquierdo, si bien se espera que regrese con normalidad a los entrenamientos, que se retomarán mañana a las 17.00.

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