Tele 5 presentó su nueva serie de corte majestuoso, «Acusados», un título con el que nos identificamos de manera automática, aunque después al ver el desarrollo de su primera entrega encontremos demasiadas lagunas e indecisiones, pese a que la idea básica de partida nos parece interesante y trata, al menos, de romper con la inercia actual de la series de producción propia. Se dedica a merodear por las cercanías del poder. Jueces, fiscales, políticos y demás camarilla lo que le da bastantes posibilidades. Otra cosa es que se intente llegar a ellos dando vueltas por la epidermis o atajar por caminos muy tremendistas. El plantel de actores y actrices es bueno, lo que no parece tan claro es si los personajes que incorporan tienen desarrollo y si les podrán dar la credibilidad necesaria para que les puedan prestar atención el número suficiente de televidentes como para mantenerla en cartel. De entrada, arrancó muy tibiamente, por debajo de «Los hombres de Paco», lo que no deja ser nada más que un detalle, pero que puede ser un síntoma. Concedamos el tiempo de respeto necesario, porque cualquier serie con Blanca Portillo dentro se lo merece.

Nosotros nos quedamos con otros policías, investigadores, juicios, fiscales, jurados y jueces. «Bones» de La Sexta, una serie dinámica, con un buen reparto, con unos guiones un tanto descabellados, muy competente en su formato y realización, ajustado reparto para crear unos personajes reconocibles en su poliédricas configuraciones morfológicas, tecnológicas y sicológicas. Intenta de manera tenue mostrarnos algunas de las disfunciones que se producen en esos equipos de investigación, que en este caso, sin la espectacularidad de CSI, sí manejan lenguajes y protocolos muy similares. En el fondo estas series son una misma serie, pensadas todas para demostrar que hay asuntos turbios, como en todo colectivo, pero que siempre ganan los buenos.

O sea, nosotros. Aquí estamos desde hace diez años, sin fallar ni un solo día, acusados, acosados, o adosados, fieles a la cita con ustedes, ilusionados en seguir otros diez años sobreponiéndonos a todas las embestidas.