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El árbitro impide el triunfo realista

Bernabé García quiso señalar en el minuto 88 un penalti que él y su asistente sabían que no era y eso permitió a Ewerthon empatar un partido que la Real dominaba gracias al segundo gol de Abreu. Tras el empate el murciano no sancionó un penalti a Agirretxe.

REAL SOCIEDAD 1

REAL ZARAGOZA 1

Joseba ITURRIA | DONOSTIA

Llueve sobre mojado en este duro invierno en el que no para de caer agua en forma de decisiones arbitrales contrarias que impiden a la Real tener un buen número de puntos que debían estar en su casillero si no llega a unirse un cúmulo de actuaciones que cada vez complican más creer que no hay una campaña orquestada contra este club.

La actuación de Bernabé García había sido sospechosa desde el minuto 5. Primero dejó sin sancionar una falta realista que pareció clara, pero como al poco hizo lo propio con otra zaragocista cabía pensar que se trataba de errores de apreciación de un señor cuya lamentable condición física le obligaba a seguir el partido con catalejos desde un círculo del que apenas se movía.

Pronto sus errores dejaron de ser alternos y empezaron a ir en una dirección. Como dio validez a un gol marcado muy bien por Abreu en una acción en la que no había fuera de juego por poco, cabía pensar que tampoco era una actuación premeditada y con alevosía. Pero llegó el minuto 88 y Bernabé García pitó un penalti que él y su asistente sabían que no lo era. Porque si el árbitro lo hubiera visto habría expulsado a Bravo y no lo hizo y el propio asistente se lo reconoció a Moha cuando éste se dirigió a él. Cuando los realistas quisieron trasmitirle al árbitro lo que admitió su asistente, dio marcha atrás y pidió la amonestación a Moha por decir lo que no debía. Luego lo expulsó.

Fue una acción clara en la que Bravo llegó antes al balón. Hay contacto, pero el que lo provoca no puede ser el que despeja el esférico. El aficionado que estuviera en la peor localidad de Anoeta vio con claridad que no era penalti. Lo peor es que también lo vieron los que debían decidir, pero quisieron pitar lo que deseaban.

El partido de Marcelino

Marcelino dijo que su equipo mereció ganar con claridad y vio siete ocasiones de su equipo en el primer tiempo -¡qué imaginación!-, pero lo cierto es que el Zaragoza acaparó la posesión en la primera media hora y tuvo dos oportunidades, pero a partir de ahí la Real mejoró tras el gol y sólo concedió otro par de opciones claras en todo el segundo tiempo.

Tuvo incluso opciones de sentenciar a la contra con los riesgos que asumían los maños tras los cambios ofensivos de Marcelino, pero el defender demasiado atrás y el perder enseguida el balón no bastó para que el Zaragoza empatara. Tuvo que necesitar una decisión arbitral. Otra más. Y no son sólo cuatro puntos -los tres de la victoria y el average- de diferencia lo que Bernabé García eliminó ayer. Además dio aire a un Zaragoza al que le podían entrar las dudas y al que le podían sobrar los problemas porque no es fácil para la afición y la prensa local ver que el ascenso se complica ni para un vestuario tener a finalistas de la Champions como Pavón y Ayala en el banquillo.

Por eso resultó terrible ver cómo se puede cometer semejante injusticia sobre un equipo que se merece lo mejor. Pero hay que quedarse con su reacción en una prolongación en la que los realistas fueron a buscar el triunfo que les habían robado y lo pudieron lograr en una acción en la que hubo penalti sobre Agirretxe. Pero Bernabé García no quería que ganara ayer la Real y, por desgracia, los pésimos árbitros de Segunda deciden más que los futbolistas.

Lillo: «El linier ha tenido la delicadeza de reconocer a un jugador que no era penalti»

Juanma Lillo estaba destrozado tras el partido como todos y destacó que «de ganar tenía una valoración de cómo se ha producido el hecho de las tarjetas y el significado que tiene en el desarrollo del partido. Más allá de ensalzar cómo ha jugado el Zaragoza con el balón, que nos ha obligado a replegarnos, que no era nuestra intención, cuando queríamos salir siempre había una decisión... Si un jugador que lleva cuatro días y que está con los ojos limpios, porque nosotros podemos tenerlos viciados, pregunta por qué hay esta animadversión con nuestro equipo, no sabes cómo explicárselo».

Pero lo más destacable de la rueda de prensa de Lillo fue cuando desveló que «el linier ha tenido la delicadeza de decirle a un jugador nuestro que no era penalti y cuando le hemos pedido al árbitro que fuera a consultarle por esto le ha dicho que tarjeta al 17». Moha luego fue expulsado por una segunda tarjeta que Lillo señalaba que no se debió a decirle nada que mereciera ese castigo: «Y no me lo ha dicho él, sino personas que lo han visto. Luego ha habido un penalti a Agirretxe y entiendo que no lo piten porque no son infalibles. Por eso deben estar muy seguros de lo que pitan y muy seguro no puede estar porque no ha sido penalti de Bravo. Y llevamos de esas muchas que nos han hecho perder puntos, pero hay que sacar fuerzas».

Además admitía que «hemos tenido el 2-0 en dos situaciones de superioridad y ese final sería una anécdota. Espero que los chavales no vean fantasmas porque el problema no son los puntos, sino la energía que te resta para no pensar que no pasará nada que te va a condicionar».

Lillo además lanzó un mensaje para Marcelino cuando los periodistas le trasmitieron que el técnico del Zaragoza dijo que el penalti existió porque hubo contacto, que su equipo tuvo siete claras ocasiones en el primer tiempo, que la Real no ganó por estar los noventa minutos en su área y que debieron ganar con diferencia: «Yo estoy cómodo aquí y no tengo que cambiar la realidad para justificarme», dijo al tiempo que recordó las ocasiones realistas.

Joseba ITURRIA

Incidentes antes, durante y tras el partido

Se registraron incidentes entre seguidores de la Real y del Zaragoza en las inmediaciones de Aita Donostia una hora antes del partido y diversos medios informaron que la Ertzaintza intervino y detuvo a dos aficionados blanquiazules. Luego también hubo incidentes en la zona de los ultras zaragocistas dentro del estadio y la Ertzaintza cargó tras el partido.

Las chicas y el Easo juegan hoy en Zubieta

Mientras el Sanse visita al Sporting y el juvenil se juega el liderato en Lezama, las chicas reciben a las doce al Huelva y el Easo las 12.30 al Real Unión. El infantil juega en Eibar. Ayer ganaron el primer cadete 9-0 al Laudio, el segundo 0-1 al Antiguoko B y el infantil txiki 6-0 al Eibar.

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