«Hemos sido más de los 10.000 que esperábamos», aseguraba a GARA. La Policía belga rebajó el número de asistentes a 3.000, pero lo que no se puede negar es que la movilización para hacer oír en Europa las aspiraciones independentistas catalanas no tiene precedentes.

Quienes acudieron a Bruselas lo hacían bajo un doble objetivo: hacer escuchar en Europa las aspiraciones independentistas catalanas, pero también presionar a los partidos catalanes para que incluyan en sus agendas políticas el ejercicio del derecho a la autodeterminación.

Además, los impulsores de la movilización han aprovechado la cobertura mediática de la marcha para dar eco a otra iniciativa soberanista: el impulso de una ILP (Iniciativa Legislativa Popular) para pedir al Parlamento de Catalunya que convoque un referéndum de autodeterminación para el 12 de setiembre de 2010 (el día siguiente de la Diada Nacional catalana).

Para entender la buena respuesta que ha encontrado el llamado es clave Internet, que ha multiplicado exponencialmente la convocatoria. Manel Bargalló entiende que otro elemento a tener en cuenta es un descontento de la sociedad con los partidos respecto a la escasa defensa de los derechos nacionales catalanes.

Desde el jueves, las calles de la capital que alberga las instituciones de la UE se empezaron a llenar de catalanes. Los promotores de la movilización habían organizado autocares y hasta vuelos chárter para quienes se quisieran desplazar a Bruselas, pero la mayoría acudieron en coches particulares o vuelos de bajo coste para quedarse allí todo el fin de semana. Y ayer por la mañana se juntaron en el centro de Bruselas detrás de una pancarta inequívoca: «We want a Catalan State (Queremos un Estado catalán)».

La mayor parte de personas que acudieron a Bruselas provenían de las comarcas de Barcelona y Girona, pero hasta el corazón de Europa se desplazaron personas de todos lo rincones del los Països Catalans. Precisamente para reivindicar la nación catalana en su conjunto, al final de la marcha se interpretó una tradicional albada valenciana.

Los partidos catalanes habían sido criticados esta semana por no haber asistido a la recepción que algunos eurodiputados escoceses, galeses, gallegos y vascos hicieron a la delegación de los promotores que el pasado jueves entregó una carta en el Parlamento Europeo donde exponían los motivos de la convocatoria. Ayer, sin embargo, ni ERC ni CiU quisieron faltar a la convocatoria.

Por parte de los republicanos estaba Oriol Junqueras, su cabeza de lista para las elecciones europeas del próximo mes de junio, además de algunos diputados en los parlamentos autonómico y español. CiU mandó dos parlamentarios y otros cargos de relevancia. Aunque no había ningún representante político de ICV (el socio catalán de IU), el eurodiputado de este partido, Raül Romeva, expresó su apoyo, pero no asistió porque se encontraba de viaje.

La delegada de la Generalitat en Bruselas, Anna Terrón, esta misma semana había considerado en declaraciones a la prensa que encontraba inútil la movilización. Manel Bargalló reiteró que las palabras de Terrón son «desafortunadas, pues con su cargo representa a todos los catalanes, también a los que hoy nos hemos desplazado hasta Bruselas».

En la mente de muchos de los que acudieron a Bruselas estaban las palabras de Hillary Clinton, la secretaria de Estado de EEUU. Y es que, preguntada por una asistente de la eurodiputada de Gales Jill Evans (Plaid Cymru) sobre su opinión acerca de las aspiraciones independentistas de Gales, Escocia o Catalunya, Clinton dijo no querer posicionarse frente a los asuntos internos de la UE.

Para Bargalló, estas palabras muestran que la movilización en Bruselas ha empezado a internacionalizar el conflicto, puesto que la asistente que hizo la pregunta a Clinton había recibido el día anterior a la delegación catalana que estaba en la capital europea preparando la manifestación.

Precisamente, algunos de los partidos que el jueves arroparon la delegación catalana en la Eurocámara estaban también en la manifestación. Representantes del Scotish National Party, el Sinn Féin irlandés, el Plaid Cymru galés, el BNG gallego y EA se sumaron a los miles de manifestantes para reivindicar, conjuntamente, el derecho a la autodeterminación dentro de la UE.