GARA > Idatzia > Iritzia > Txokotik

Ainara Lertxundi Periodista

¿Ansia de justicia o juego de intereses?

Hace una semana, el Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya ordenó a instancias del fiscal Luis Moreno Ocampo la detención del presidente de Sudán por crímenes de guerra y de lesa humanidad en Darfur. El revuelo mediático fue inmediato. Y las reacciones se dividieron básicamente en dos bloques: Occidente, capitaneado por EEUU y Gran Bretaña, por un lado; la Unión Africana y la Liga Árabe, por el otro. Los primeros aplaudieron y respaldaron la decisión del tribunal, ampliamente cuestionada entre quienes consideran que el verdadero motivo de este dictamen estriba en que Al Bashir es negro y africano. La pregunta de por qué Al Bashir y no George Bush o Ehud Olmert está latente en muchos análisis, sobre todo de expertos africanos y árabes.

En un mundo ideal y utópico, la búsqueda de la justicia y la verdad debería ser la motivación primordial de esta orden y de las que le debieran seguir, porque los crímenes de guerra no son patrimonio exclusivo de Sudán ni de su gobierno.

El tablero de intereses en juego es muy grande y variado, porque Sudán, aunque empobrecido, es rico en cobre, uranio y petróleo, y mantiene fuertes relaciones comerciales con China. Con su discurso contra el colonialismo y la injerencia de potencias occidentales, Al Bashir, que inició su carrera militar en Egipto y luchó contra Israel en la guerra de Yom Kippur, se ha convertido en una pieza incómoda para algunos; lo que no obsta para que los crímenes de Darfur deban ser investigados con verdadera voluntad y honestidad.

Sudán no va a entregar a su presidente, ni tampoco parece que lo harán, a corto plazo, sus aliados. Mientras, quienes de verdad siguen sufriendo las consecuencias de este cruce de intereses son los habitantes de Darfur, que por si no tuvieran suficiente con el hambre y las enfermedades, ahora se han quedado sin la ayuda humanitaria de una docena de organismos, expulsados tras la orden del TPI. Y el temor a un nuevo repunte de la violencia, que de modo directo o indirecto ha costado ya la vida de más de cien mil personas, cobra fuerza.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo