Obama reconoce errores hacia Cuba, pero dice que no habrá cambios aún
La cuestión del bloqueo estadounidense a Cuba estuvo presente hasta el final en la Cumbre de las Américas de Puerto España, donde no se pudo alcanzar una declaración final unánime. El presidente de EEUU, Barack Obama, reconoció errores en la política hacia Cuba, pero descartó que se puedan producir cambios «de hoy para mañana». Para ello, reclamó acciones a La Habana, en relación a «los presos políticos, la libertad de expresión y la democracia».
GARA |
El presidente estadounidense, Barack Obama, admitió ayer en Puerto España que la política que Washington ha llevado a cabo hacia Cuba en los últimos 50 años «no ha funcionado», aunque advirtió de que «no se producirán cambios de la noche a la mañana». Sin embargo, mostró su voluntad de que ambos países trabajen para conseguir un acercamiento.
«No ha funcionado como esperábamos. El pueblo cubano no es libre», declaró Obama durante una rueda de prensa tras la conclusión de la Cumbre de Las Américas en la capital de Trinidad y Tobago.
«Nuestro desafío es pasar de las palabras a los actos», añadió Obama antes de precisar que la política estadounidense hacia Cuba «no cambiará de hoy para mañana».
«Las cuestiones relativas a los presos políticos, a la libertad de expresión y a la democracia son importantes y no pueden dejarse al margen», subrayó Obama.
En cualquier caso, el presidente estadounidense percibió «señales positivas» en las relaciones de Washington con Cuba y con Venezuela.
Previamente, el principal consejero económico de Obama, Lawrence Summers, afirmó que el levantamiento del embargo estadounidense contra Cuba «no se producirá mañana, durante una entrevista difundida por la NBC.
«No se producirá mañana. Dependerá de lo que haga Cuba para avanzar», declaró Summers.
David Axelrod, asesor político de Obama, por su parte, declaró a la CBS que «todavía son necesarios muchos pasos» para que la Casa Blanca considere el levantamiento del embargo.
«Hay ciertas cosas que deberían hacer inmediatamente», señaló Axelrod, que mencionó que el Gobierno cubano debería dejar de ingresar el 30% del dinero que envían los residentes en EEUU a sus familias en la isla, permita a las empresas estadounidenses de telefonía móvil negociar contratos en La Habana y «se mueva para liberar a los presos políticos».
Sin consenso en la declaración
La Cumbre de las Américas concluyó el domingo en Puerto España sin consenso de los 34 países asistentes sobre la declaración final, especialmente debido al embargo impuesto por EEUU a Cuba desde 1962.
Varios estados, liderados por el presidente venezolano Hugo Chávez, consideraron «inaceptable» que la declaración no hiciera referencia al levantamiento del embargo contra Cuba. Asimismo, denunciaron la ausencia cubana en la cita de Puerto España.
El moderado presidente brasileño, Luiz Inácio Lula de Silva, consideró, en otra entrevista publicada ayer, que Washington «no debería esperar a gestos de Cuba para que se produzcan nuevos pasos» que conduzcan al acercamiento.
El avión que trasladaba a la presidenta argentina, Cristina Fernández, de Puerto España a Buenos Aires tuvo que efectuar un aterrizaje de emergencia en Caracas por un daño en su parabrisas.
La quinta Cumbre de las Américas concluyó ayer con una valoración positiva de los asistentes que, pese a la imposibilidad de alcanzar un acuerdo sobre la declaración final, destacaron «el clima de armonía» en el que se desarrolló.
El presidente de Trinidad y Tobago, Patrick Manning, manifestó que ha asistido a muchas reuniones, «pero ninguna ha tenido el espíritu de cooperación tan positivo como el que tuvimos aquí, en Puerto España».
El mandatario trinitense subrayó que los debates y las preocupaciones de los asistentes se centraron en la ampliación del capital del Banco Interamericano de Desarrollo, la situación en Haití y la forma de combatir la crisis mundial.
Hugo Chávez, presidente venezolano, declaró a Telesur que la cumbre de Puerto España «abrió una nueva era en las relaciones entre todos los países de nuestro continente».
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, explicó que rubricó la declaración final porque consideraba que «no añade ni quita nada, sino que peca por omisión de aspectos». Correa dijo que lo más importante de estas cumbres es el contacto personal que pueden tener los presidentes americanos y señaló que en ese sentido la cumbre fue «muy positivo».
