Los problemas comunes a los indígenas de toda América, como derechos humanos, propiedad de la tierra, pérdida de identidad y medio ambiente, centraron los trabajos de las más de 400 etnias que ayer iniciaron en Puno la IV Cumbre Indígena Continental.

La cumbre comenzó con una ceremonia inaugural en la que se rindió tributo a la Pachamama, la «madre tierra» en quechua, y después se constituyeron 14 mesas de trabajo para abordar los problemas de los pueblos indígenas de América.

El presidente de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, Miguel Palacín, subrayó que hay algo que une a los 7.000 delegados: «Todos somos hijos de la Pachamama. Nuestra visión del mundo está basada en la relación del hombre y la naturaleza».