La UCI reclama a los responsables kazajos del equipo Astana que garanticen seis millones de euros antes de las cinco de esta tarde para poder mantener su licencia y poder participar en el Tour.

Los kazajos aseguran que se han puesto al día en los pagos a auxiliares y corredores y que el problema estriba en que a la UCI no le vale con eso, sino que además reclama garantías para que no se vuelvan a registrar problemas de pago tras el Tour.

Linus Wagtmans, un holandés que ejerce de representante de la Federación Kazaja, ha declarado que «si por mí fuera no daría ese dinero ni aunque lo tuviera. Hemos cumplido con todos los requisitos de la Comisión de licencias, pero la UCI quiere más seguridad para evitar problemas en el futuro. La UCI no puede ponernos bajo tutela. No será el final del equipo Astana porque nos retiren la licencia Pro Tour, podemos recibir invitaciones de las organizaciones».

El problema estriba en que el manager deportivo del equipo, Johan Bruyneel, parece trabajar junto con Lance Armstrong en la continuidad del equipo con otros sponsors. Linus Wagtmans manifiesta que no ha podido convencer al director de Armstrong y, si para esta tarde no cumple con el ultimátum recibido, el futuro del equipo va a ser una incógnita por la actitud que pueda tomar la UCI y el propio Bruyneel. Todo ello a dos semanas del comienzo del Tour, con rumores de que ante la posible ausencia de Valverde, Caisse d'Epargne pueda fichar a Contador antes de su inicio.

Una lista de 50 corredores

Claro que la decisión que pueda tomar hoy la UCI con el equipo Astana puede verse eclipsada con la trascendencia que va a tener la lista de unos cincuenta corredores que presentan valores anormales en su pasaporte biológico. La UCI comunicó que esta semana la iba a hacer pública tras ponerse en contacto con los ciclistas implicados, sus equipos y sus Federaciones y que no iba a sancionarlos, aunque invitaba a los equipos a hacerlo.

Ayer el presidente de la UCI casi les instaba a que no corran el Tour. En declaraciones recogidas por L'Equipe, Pat McQuaid señalaba que «al comienzo teníamos 300 corredores a los que controlar y al final hemos reducido la búsqueda a unos cincuenta. No imagino que sus equipos vayan a alinear a estos ciclistas en el Tour».