GARA > Idatzia > > Eguneko gaiak

Atentado mortal en Bilbo

27 años de lucha anti-ETA, siete como jefe, y 35 felicitaciones

p002_f02.jpg

El lehendakari, Patxi López, definió en su rueda de prensa al fallecido Eduardo Puelles García como «un trabajador de este pueblo» y «un agente de la Policía Nacional». Pero diferentes medios no tardaron en informar de su condición de alto mando de la lucha anti-ETA. Según informó Cuatro, a sus 49 años había pasado ya 27 -más de media vida- en estas labores. Se añadió que en la actualidad se preparaba además para ascender a inspector jefe.

Técnicamente, en la actualidad Eduardo Puelles desempeñaba el cargo de responsable del Grupo de Vigilancias dentro del Servicio de Información de la Policía española, en grado de inspector. Fuentes policiales concretaban que la función de este grupo es la de coordinar los «seguimientos» a supuestos militantes de ETA.

Al inicio de su carrera policial, este agente nacido en Barakaldo había estado destinado en Alicante o Lleida, pero pronto se centró en Euskal Herria. Ejerció en comisarías como Irun y Portugalete antes de establecerse en la capital vizcaina. Había ascendido a inspector en abril de 2002, que fue también el año en que empezó a operar como jefe de seguimientos.

El secretario nacional de Comunicación del Sindicato Profesional de Policía (SPF), José Antonio Calleja -al que el fallecido estaba afiliado hace tiempo-, precisó que Puelles tenía una experiencia de dieciséis años en labores de información en la lucha anti-ETA.

Calleja aseguró que la víctima del atentado «llevaba toda la vida en el País Vasco, sabía euskara; había pasado en estos dieciséis años por todo tipo de grupos, por violencia callejera, análisis, ETA... Era un buen vasco, una buena persona y un buen policía».

Redadas desde 1997

Fuentes de la Dirección General de la Policía española difundieron un currículum en el que se atribuyen a Puelles responsabilidades en una decena de operaciones policiales que han deparado más de 70 detenciones.

Buena parte de ellas son por acciones de kale borroka, desde una redada de 1997 contra siete jóvenes hasta otra realizada en 2002 en Durangaldea y la última centrada en Lea-Artibai en 2008. Se afirma también que estuvo detrás de las capturas de Josune Oña y Asier Mardones, tras el tiroteo del puerto de Herrera que costó la vida a Arkaitz Otazua, y de varias redadas contra lo que la Policía denomina «aparato de captación de ETA», entre 2003 y 2005.

La misma fuente aseguró que por este motivo el fallecido había recibido un total de 35 felicitaciones durante su carrera policial.

Varios medios confirmaron que el mando policial fallecido nunca llevaba escolta y expusieron la probabilidad de que ése fuera el mejor método de potenciar la privacidad que demandaba su cargo. En coherencia con ello, vecinos apuntaron que residía en el lugar desde hace muchos años. «Era del barrio, de toda la vida; una persona muy cercana, muy sociable, normal y corriente», dijo una vecina llamada Rosa, que añadió que sabían cuál era su ocupación.

Nada más producirse la explosión, la esposa del fallecido bajó a la calle gritando que la víctima podía ser su marido, como así ocurrió. El dato lo dio el alcalde de Arrigorriaga, que llegó al lugar de los hechos de modo inmediato. «Desde el minuto 1, su esposa sabía que era él», resumió Alberto Ruiz de Azua. Así las cosas, la identificación resultó muy rápida. Para las 10.00 de la mañana ya se había confirmado que el fallecido era el inspector Eduardo Puelles García.

En el aspecto familiar, se apuntó que Eduardo Puelles estaba casado y tenía dos hijos. Y también que un hermano suyo es ertzaina.

Los sindicatos policiales evidenciaron su conmoción por el alcance del atentado, pero intentaron apuntalar el mensaje de que ETA está débil. La Confederación Española de Policía (CEP) aseguró que «quiere exhibir una falsa fortaleza». El SUP se dirigió al Gobierno español para que no negocie.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo