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IBILIZ IBILI jesús Mª Alquézar

Vuelta a Mendaur Atzurdiko punta

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El monte Mendaur es emblemático en la orografía vasca. Su cima coronada por la blanca ermita de La Trinidad es referencia en el paisaje. Situada en la cuenca del Bidasoa es una de las más visitadas del país. La propuesta de «Mendia» es contornearla para conocerla por sus «cuatro costados», sin ascenderla, pero pisando su satélite, totalmente ignorado y ninguneado por Men- daur pero, en cualquier caso, atractivo, el Atzurdiko Punta.

El barrio de Aurtitz, de Ituren, es punto de encuentro para esta excursión, no muy larga pero intensa, conjugando una ruta clásica de subida con otra de descenso, para «olfateadores» de caminos, por lo tanto algo exigente y con alicientes, improvisando la ruta en algunos momentos a nivel de orientación.

Desde la parte baja del pueblo, una indicación marca el inicio. La ruta va paralela a la carretera de Zubieta, y tras cruzar la pista de hormigón de la presa del Mendaur, el tradicional camino bidasotarra, bien conservado y balizado con una PR (marcas blanquiamarillas) guía al mendizale hacia la base del Mendaur. Hay que olvidarse de la pista y seguir el viejo camino enlosado y con muretes de piedra en un escenario placentero de exuberante belleza. A través de un centenario robledal la travesía gana altura permitiendo hermosas vistas hacia el valle del río Ezkurra. Ganando altura con facilidad y de forma relativamente cómoda, se alcanza la presa de Arrustaillegi, a pie del monte de Mendaur y del hermoso cordal del circo de Aranaz.

Los siguientes compases para alcanzar el estratégico collado de Buztitz, rodeando el embalse por la izquierda, son empinados y duros de superar a través de un espolón del vallecito formado por un arroyo. Este lugar está conformado por un precioso menhir de piedra roja catalogado. La cima de Mendaur está cercana y es una posibilidad en ida y vuelta.

Pero nuestra propuesta es dar la vuelta al monte y el siguiente sector es secreto de una belleza inusual, que asombra y enamora. Hay que ganar altura por una senda poco clara para colocarse bajo las paredes de Mendaur, un paraje brillante de roca pudinga, motivo para fotografiar. La senda explora un cerrado hayedo que se salva a paso lento por la inclinación de su ladera, hasta alcanzar el collado despejado entre Mendaur y Atzurdiko punta, el objetivo sugerido, un «lepoa» fantástico por las vistas que regala al deportista que allí ha llegado.

La barrera de grandes rocas de Atzurdi debe rodearse por la izquierda para llegar a su alargada cima de dos puntas separadas de un collado. La primera es la más alta. Tras un pequeño descanso gozando de los valles circundantes y de un dilatado paisaje hacia todos los rumbos, se regresa al collado ahora por un pequeño corredor que rodea las peñas en el descenso.

Y entonces, al montañero le queda para completar el «bucle» descender hacia Aurtitz, que se ve al fondo del valle. Los caminos existen, pero están algo perdidos y también hay una pista. El excursionista debe adaptarse al terreno de bosque, meditando la ruta, pero la referencia es alcanzar la primera borda de altura donde nace la pista utilizada por los coches. Desde aquí hay que seguirla, alternando algunos tramos de senda para evitar las curvas. Por la parte alta del pueblo, por la arquitectónica iglesia de Aurtiz, se cierra esta muy recomendable ruta.

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