El enclave arqueológico de Babilonia ha servido como base de las fuerzas norteamericanas y sus aliadas entre abril de 2003 y diciembre de 2004, explica la Unesco en su informe final sobre esta ciudad de la antigua Mesopotamia, considerada como una de las cunas de la humanidad por sus ruinas sumerias (datadas de 4.500 a 2.500 aC). La estatua del león de Babilonia es, además, uno de los símbolos nacionales de Irak.

«La villa arqueológica ha sufrido importantes daños debido a los trabajos de excavación, nivelación y clasificación realizados. Entre las principales estructuras dañadas figuran la puerta de Ishtar y el camino procesional». Recuerda la Unesco que, en un estudio publicado en 2005, «el Museo Británico comparó la intrusión de las fuerzas armadas de La Coalición al `establecimiento de un campamento militar en la Gran Pirámide de Egipto o en la zona de Stonehenge, en Gran Bretaña'».

El informe final de la Unesco describe a su vez los daños sufridos antes y después de la instalación de las tropas de La Coalición. La ciudad arqueológica fue saqueada durante la guerra de 2003 y se robaron o hicieron desaparecer objetos pertenecientes a los museos de Hammurabi y Nabucodonosor y a los archivos de Babilonia. Babilonia ha sido restituida a la Junta de Antigüedades y Patrimonio de Irak (SBAH) que, según la Unesco, debe «realizar intervenciones de urgencia, principalmente con la renovación de los templos de Ninmah, Nabú-sha-Hare, de Ishtar y en la muralla interior de la ciudad». A su vez, se debiera «considerar la posibilidad de reabrir parcialmente el emplazamiento». Todas estas medidas «deben ser adoptadas para el registro de Babilonia en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco», concluyó la organización.

En octubre de 2008, las fuerzas de seguridad iraquíes tomaron el control de la provincia de Babilonia, al sur de Bagdad, donde se encuentra el «triángulo de la muerte», símbolo de la insurrección antiamericana y de los enfrentamientos entre chiitas y sunitas en 2006.