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Pleno de investidura en Estrasburgo

Buzek asume la presidencia de un Parlamento más escorado a la derecha

El Parlamento de Estrasburgo más escorado a la derecha, en el que tras las elecciones de junio han ganado peso las formaciones de ultraderecha y los euroescépticos, se constituyó ayer con la elección del derechista polaco Jerzy Buzek como presidente de la Eurocámara con 555 votos. El ex primer ministro de Polonia contó con el respaldo de su grupo -el Partido Popular Europeo-, los socialdemócratas, los liberales, los Verdes y los conservadores.

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GARA | ESTRASBURGO

El Parlamento de Estrasburgo inició ayer la nueva legislatura en la que los grupos de ultraderecha y los euroescépticos tendrán un destacado protagonismo, al igual que lo tuvieron en las elecciones de junio.

No obstante, el grupo que más eurodiputados tiene es el Partido Popular Europeo (PPE), con 265. Le siguen el Partido Socialista Europeo (PSE), con 184, los Liberales y los Verdes.

El apoyo de estos grupos y de los conservadores fue decisivo para nombrar a Jerzy Buzek, de la Plataforma Cívica del primer ministro polaco Donald Tusk e integrante del PPE, presidente del Parlamento Europeo frente a la izquierdista sueca Eva-Britt Svensson. Al cabo de dos años y medio, cuando termine la primera mitad de la legislatura, le sucederá en el cargo el socialdemócrata alemán Martin Schulz, según un acuerdo alcanzado entre las dos formaciones.

En junio de 2004, otro polaco compitió por la presidencia, el liberal Bronoslaw Geremek, pero su candidatura no fue apoyada por los diputados, que eligieron a Josep Borrell, del PSOE.

Buzek, el primer político de uno de los nuevos países miembros de la UE que obtiene este puesto, se impuso en las negociaciones entre bastidores al candidato del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, Mario Mauro, que arrojó la toalla la semana pasada y se contentó con obtener la presidencia de la comisión parlamentaria de Relaciones Exteriores.

Si bien es prestigiosa, la función del presidente tiene una influencia limitada en la actividad legislativa del Parlamento. Preside las sesiones plenarias, las reuniones de la conferencia de los presidentes de los grupos políticos, vela por la aplicación del reglamento y representa a la institución antes las instancias internacionales.

Uno de los retos más inmediatos a los que se enfrenta el Parlamento Europeo es la investidura del conservador portugués José Manuel Durao Barroso, actual presidente saliente de la Comisión Europea, que será en setiembre. Aunque el PSE, los Liberales y Verdes han mostrado sus reticencias, se da casi por seguro que el nombramiento se hará efectivo.

Y, si bien los conservadores son primera fuerza, no gozan de mayoría absoluta, por lo que no es difícil pronosticar meses de intensas negociaciones.

En su día grande, Buzek abogó por una «Europa compartida. Ya no hay `ustedes' y `nosotros'». Entre sus prioridades está el Tratado de Lisboa y promover el interés ciudadano hacia las instituciones de la UE.

Aparte del peso de la derecha y el aumento de la extrema derecha, los comicios europeos plasmaron la falta de interés de los votantes. La participación llegó al 43%.

«Los ciudadanos tienen derecho a desconocer la importancia del nuevo tratado, pero nosotros sí lo sabemos y debemos demostrarlo. Sin el texto, no podremos actuar», remarcó en su primera intervención.

Bruselas presiona para compartir la «carga» de la inmigración

El flujo de inmigrantes y refugiados a la Unión Europea amenaza con desestabilizar a algunos países como Grecia si sus socios europeos no arriman el hombro y aceptan acoger a parte de los demandantes de asilo, advirtió la Comisión Europea. «Los futuros flujos migratorios pueden ser masivos y el peligro es que Europa sea miope», afirmó recientemente el comisario europeo de Inmigración, Jacques Barrot, alertando de que «esta situación puede desestabilizar democracias como Grecia».

Aprovechando la reunión que los ministros del Interior de la UE celebrarán mañana en Estocolmo, la Comisión quiere relanzar el debate sobre el reparto «de la carga». «Europa no es solidaria y deja a algunos Estados soportar todo el peso», lamentó Barrot.

Los principales interesados en que la UE adopte un sistema de reparto obligatorio de refugiados y demandantes de asilo son Italia, Malta, Grecia y Chipre, enfrentados a desembarcos masivos de inmigrantes procedentes del norte de África. Actualmente, la política migratoria europea establece que el reparto de inmigrantes puede hacerse sobre una base voluntaria.

En el conjunto del Mediterráneo, más de 67.000 personas atravesaron el mar el año pasado en busca de una vida mejor en la UE, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.

Pero el interés de los países más afectados en un sistema solidario obligatorio choca con las reticencias de los menos concernidos, como los países escandinavos o Alemania.

«En 1995, Alemania pidió el mismo mecanismo a sus socios europeos para lidiar con la llegada de refugiados bosnios y kosovares que huyeron de los conflictos de los Balcanes, y se le dijo que no», señalaron las mismas fuentes, justificando la actual postura de Berlín.

Los países europeos rechazan el 70% de las demandas de asilo. «Hay que lograr que las demandas de asilo puedan hacerse en países terceros fuera de la UE», propuso el comisario Barrot.

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currículum

Desde 1997 a 2001, fue jefe del Gobierno polaco. Durante esos años abordó con pulso firme algunas de las reformas más importantes de la Polonia capitalista, como la nueva ley de pensiones y sanidad, o el proceso de descentralización.

VERDADERO DEBATE

Para Buzek, los verdaderos debates europeos «no se llevan a cabo en el hemiciclo, sino en las comisiones parlamentarias». Aún así, resaltó la necesidad de acercar a los ciudadanos a la UE.

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