La Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) ha exigido al Gobierno chileno que ponga fin al genocidio mapuche. Ha denunciado que las empresas forestales «pretenden imponerse violentamente en territorios indígenas, con la complicidad del Ejecutivo, que intenta cercenar derechos con represión, normas jurídicas, reformas constitucionales y falsas consultas».

Miguel Palacín Quispe, coordinador general de la CAOI, constata que el pueblo mapuche es víctima, una vez más, de la feroz represión ordenada por el Gobierno chileno», que manda a los carabineros a invadir su comunidades. Subraya que «reformas legales y criminalización son utilizadas por los gobiernos neoliberales del continente para abrir las puertas a la invasión de territorios indígenas por las transnacionales extractivas».

En el caso de la Araucanía, señala que el Estado entrega territorios ancestrales a las empresas forestales, mineras, salmo- neras e hidroeléctricas, «reproduciendo el racismo que dio lugar a la campaña de exterminio de la Araucanía en el siglo XIX». A su juicio, ésa es la `modernidad' y el `desarrollo' que atentan contra la vida, condenando a miles de mapuche al desarraigo y el desplazamiento forzoso».

La CAOI critica que el Ejecutivo chileno desoye las demandas de diálogo de los mapuche y expresa su temor a que en Wallmapu se repita la masacre de Bagua (Perú) o «el genocidio alcance los niveles colombianos».

Por eso, condena la represión contra el pueblo mapuche, exige al Gobierno que ponga fin a su «política de exterminio y entreguismo a las transnacionales, y respete los derechos humanos y colectivos de los pueblos indígenas».