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Merkel respalda a sus soldados y no permite críticas por el bombardeo

En una comparecencia ante el Parlamento de Berlín, la canciller Angela Merkel, rechazó ayer cualquier crítica por el bombardeo de civiles en Afganistán, ordenado por militares alemanes. La prensa alemana especula sobre si el Pentágono quiere presionar a Obama para que exija a Alemania más presencia militar en Hindu Kush. Berlín y Washington discrepan también sobre la veracidad de las elecciones afganas.

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Ingo NIEBEL

El Parlamento alemán celebró ayer una sesión especial para que la jefa de Gobierno, la cristianodemócrata Angela Merkel, pudiese hacer pública la opinión de su ejecutivo respecto al bombardeo aéreo, ordenado por militares alemanes el pasado viernes, que costó la vida a 125 personas, según fuentes de la OTAN.

Debido a la campaña electoral, que culminará el 27 de setiembre, la reunión de ayer era extraordinaria, como también el tono que adoptó la canciller. Rechazó rotundamente cualquier crítica, vertida por sus aliados de la OTAN, a esa acción militar, y afirmó que no aceptará ninguna condena anticipada hasta que no se haya aclarado lo que sucedió. «No tolero eso ni en el interior ni desde el exterior», aclaró Merkel, que cuenta con ser ratificada en su cargo a finales de setiembre.

Aunque entre la población alemana aumenta el rechazo a la intervención militar, la canciller defendió la operación al señalar que Alemania se encontraría «en el punto de mira de terroristas», provenientes de Afganistán. Por eso, la intervención de los soldados alemanes «es de urgente interés para nuestro país», aseguró Merkel.

El rotundo posicionamiento de la jefa del Ejecutivo alemán tuvo lugar el mismo día en que, en el Ministerio de Defensa, Franz Josef Jung (CDU), inauguró un monumento en honor a los militares «caídos en combate» en operaciones realizadas fuera de Alemania.

Por este motivo, la diputada del partido socialista Die Linke, Inge Höger, declaró que «la guerra es un crimen, matar no es ninguna hazaña».

Desde el cuartel alemán en Kunduz, de donde partió la solicitud del ataque aéreo contra los dos camiones cisterna, medios alemanes informaban de que los soldados no comprenden ni las críticas al coronel que ordenó el bombardeo ni por qué la Fiscalía está estudiando emprender acciones legales contra el oficial.

Mientras tanto, el semanario «Der Spiegel» concluía que es el Pentágono el que, con sus duras críticas a la conducta del militar alemán, quiere presionar al presidente Barack Obama para que exija al Gobierno alemán una mayor implicación en la guerra contra los talibán.

Berlín ha enviado hasta ahora de 4.200 a 4.500 efectivos a las montañas de Hindu Kush. Sin embargo, el ministro Jung está dispuesto a aumentar el número de efectivos desplegados en Afganistán hasta los 6.000 soldados, con la opción de que sean mandados también al sur del país, donde estadounidenses y británicos están sufriendo numerosas bajas en su lucha contra la insurgencia.

Más divergencias

Además del debate respecto a la estrategia militar, Berlín y Washington también discrepan en cuanto a la política a seguir. El mismo día de las elecciones presidenciales afganas, Merkel se inclinó por Hamid Karzai, calificando los comicios como «una importante etapa en la historia del desarrollo democrático de Afganistán».

Pero la Administración de Obama cuestiona el liderazgo del presidente afgano. Washington presiona, con ayuda de la ONU, a Kabul para que revise el resultado electoral por el masivo fraude que parece haberse producido.

Un nuevo recuento de votos por fraude eclipsa la mayoría absoluta de Hamid Karzai

Con el escrutinio provisional casi finalizado, el presidente afgano, Hamid Karzai, superó ayer la mayoría absoluta necesaria para proclamarse vencedor en los comicios presidenciales, pero un órgano electoral ordenó un nuevo recuento parcial al detectar fraudes e irregularidades.

Karzai habría superado la mayoría absoluta al obtener el 54,1% de los votos (2.959.093 sufragios) con el 92% escrutado, según los últimos datos difundidos por la Comisión Electoral (IEC), lo que evitaría una segunda vuelta. A mucha distancia, con 1.546.490 votos (28,3%) se sitúa su principal adversario, Abdullah Abdullah.

Coincidiendo con la noticia de la mayoría absoluta de Karzai volvieron a salir a la luz las denuncias de fraude electoral. La Comisión de Quejas de Afganistán ordenó a la IEC realizar un nuevo recuento en los colegios susceptibles de haber registrado fraude. Sin embargo, el director de la Comisión Electoral, Daud Alí al Najafi, aclaró que primero se completará el 100% del escrutinio y luego se procederá a este recuento.

En una rueda de prensa ofrecida en Kabul, Najafi explicó que los resultados parciales difundidos por su organismo no incluyen los de un total de 600 centros de votación en los que se han detectado irregularidades.

Horas antes, la Comisión de Quejas, un órgano independiente en el que hay miembros extranjeros, había ordenado un nuevo escrutinio en varios centros sospechosos. En concreto, pidió un nuevo recuento en aquellos colegios en los que hubiera más de 600 papeletas emitidas, algo que representa una participación muy por encima de la prevista por los observadores, así como en los que un mismo candidato hubiera obtenido el 95% o más del total de votos emitidos. GARA

Al menos diez muertos en un ataque con misiles de EEUU en Pakistán

Al menos diez personas murieron ayer por el impacto de los misiles lanzados por un avión no tripulado de EEUU contra un complejo insurgente en las áreas tribales de la región de Waziristán, al noroeste de Pakistán.

Al parecer, cinco de las víctimas mortales se encontraban en el interior de un vehículo cuando ocurrió el ataque.

En Afganistán, un enfrentamiento entre fuerzas insurgentes y de la OTAN se saldó con cuatro soldados de la Alianza y varios afganos muertos, según las agencias informativas.

Por otro lado, 2 civiles murieron y varios resultaron heridos como consecuencia de un atentado suicida con coche bomba registrado en Kabul. GARA

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