Los editores enfrentan la 61 edición de la Feria del Libro de Fráncfort, la más grande del mundo en el sector, conscientes de que se están viviendo «tiempos turbulentos» en los que se tienen que buscar fórmulas de cara al reto que representa el sector digital para el mundo editorial. «La pregunta que nos acompaña ahora es cómo se puede ganar dinero con contenidos digitales», dijo el director de la Feria, Jürgen Boos, durante la conferencia de prensa inaugural en la que estuvo como invitado el director general del grupo Planeta, Jesús Badenes.

Ante todo, el proyecto del consorcio Google, de digitalizar los fondos de las bibliotecas estadounidenses y ponerlos a disposición de los internautas, es algo que sigue provocando dolor de cabeza en los editores. Sin embargo, ahora parece haber un moderado optimismo después de que el proyecto fuese detenido y se abriese así el camino para nuevas negociaciones. «Es cierto que la digitalización emprendida por Google al principio era un gran acto de piratería -algunos de mis colegas se refieren a él como un ataque con napalm- pero hoy se ve todo con más sentido común y las leyes vigentes se respetan un poco más», dijo Badenes.

El tamaño de Google, y en general de las distribuidoras, hace que para las editoriales las negociaciones sean más difíciles por lo que Badenes ve como fórmula posible el modelo español, en el que los grandes grupos han acordado crear una plataforma común. En Alemania también hay una plataforma, Libreka, creada por la Asociación de Libreros, en la que se ofrecen contenidos digitales para la venta. «Decimos sí a la digitalización pero rechazamos el monopolio de una sola empresa», dijo el presidente de los Libreros Alemanes, Gottfried Honnefelder.

Euskara en Munich

Paralelamente, y en la ciudad alemana de Munich, desde ayer y durante dos semanas están teniendo lugar unas Jornadas de Literarua Vasca organizadas por el Instituto Cervantes en colaboración con la Consejería de Cultura y la Universidad de Munich. Allí han acudido los poetas Harkaitz Cano y Juan Kruz Igerabide, ambos galardonados con el Premio Euskadi y el Premio de la Crítica. Asimismo, ayer estaba previsto que tuviera lugar un encuentro con el octogenario escritor Ramiro Pinilla, ganador del Premio Nadal en 1960, que publica alejado de los circuitos editoriales.