El Partido Liberal Demócrata escocés se reúne hoy a puerta cerrada para debatir si da o no su apoyo al referéndum sobre la independencia que quiere convocar el Gobierno independentista escocés, que todavía no cuenta con la mayoría necesaria para hacerlo. Para tratar de convencer al mayor número de parlamentarios posible, el primer ministro y presidente del Partido Nacional Escocés (SNP), Alex Salmond, va a proponer que la consulta contenga tres opciones; la independencia, la continuidad en Gran Bretaña y la ampliación de los poderes del Gobierno escocés.

«Somos flexibles porque queremos conseguir una mayoría a favor del referéndum. La única cosa que demandamos de entrada es que la opción independentista figure en la papeleta de la consulta. El resto de los aspectos son negociables», manifestó recientemente Salmond.

El SNP gobierna en minoría y por ello necesita el apoyo de cualquier otro partido en el Parlamento para convocar la consulta, que podría celebrarse el 30 de noviembre, día de San Andrés, fiesta nacional en Escocia, del año que viene. Así las cosas, el respaldo de los liberaldemócratas resulta imprescindible para poder avanzar. Con el voto a favor de los 16 parlamentarios del Partido Liberal Demócrata podría firmar la ley.

En principio, se opone a la consulta. Pero, en los últimos meses, ha habido movimientos en el interior del partido a favor del derecho de decisión, lo que motivó que la reunión fuera a puerta cerrada. Es el caso, por ejemplo, del candidato por Edimburgo Norte y Leith, Kevin Lang, y del ex ministro George Lyon, actualmente europarlamentario. Ello hace prever un posible cambio de posición