GARA > Idatzia > Ekonomia

La economía europea no ha logrado en diez años ser la más dinámica

En 2010 toca renovar la Estrategia de Lisboa. Se fijó el objetivo en el año 2000 de conseguir que la Unión Europea de los Quince lograra la primera posición mundial de una economía dinámica y competitiva. No lo ha conseguido, aunque algunos de sus integrantes sí, como Suecia, Dinamarca, Finlandia, Alemania y Países Bajos. En el furgón de cola se han quedado los estados español y francés e Italia. Este próximo año se marcarán nuevos retos.

p026_f01199x108.jpg

Juanjo BASTERRA |

El último informe mensual de La Caixa, titulado «Unión Europea: un paso más», analiza las reformas económicas que el Consejo Europeo elaboró en Lisboa en 2000, conocida como «la Estrategia de Lisboa». La UE no conseguirá ser la economía más dinámica y competitiva como se propusieron los quince gobiernos europeos. La realidad -como indica el informe- es que persisten diferentes velocidades entre países, porque Suecia, Dinamarca, Finlandia, Alemania y Países Bajos se encuentran entre las diez economías más competitivas del mundo. Mientras que los estados francés y español e Italia se encuentran en el otro extremo, entre «las economías más rezagadas».

En 2010 se aprobará otra estrategia económica bajo presidencia española de la UE. La idea de hacer más competitiva a Europa a nivel económico, laboral y social no se ha cumplido a nivel general, a pesar de que los objetivos se colocaron en los peldaños más bajos.

La crisis económica ha frenado ese fin, pero no ha sido la única causa para incumplir los objetivos. En realidad, la Unión Europea camina hacia una profundización del sistema neoliberal, el capitalismo puro y duro. Es el causante de la crisis económica y de la enorme desigualdad que se está generando en el ámbito europeo, que está abandonando a pasos agigantados la idea de una Europa Social como elemento diferenciador frente a la economía estadounidense.

En estos últimos dieciocho meses de crisis, ha quedado demostrado que sólo desde el control público se puede garantizar una estabilidad. Bien es cierto que esa intervención pública no se entiende en estos momentos de forma similar a la percepción de hace treinta años.

Enric Fernández, del Departamento de Economía Internacional del Servicio de Estudios de la entidad presidida por Isidre Fainé, analiza los pasos dados, pero recuerda que no va a ser posible el objetivo de convertir a la Unión Europea en la economía «más dinámica y competitiva del mundo en 2010, recortando la distancia que la separa con Estados Unidos».

La Estrategia de Lisboa se asentó en tres pilares -como recuerda Enric Fernández-: la economía del conocimiento, tratando de impulsar la I+D; el empleo, con el objetivo de mejorar las tasas de ocupación; y el medio ambiente, con la finalidad de reducir las emisiones de gases invernadero.

Este responsable del Servicio de Estudios de La Caixa reconoce, igual que otros expertos lo hacen, que «no se cumplirán ninguno de los principales objetivos fijados en la Agenda de Lisboa para el conjunto de la UE-15». La tasa de empleo tendría que llegar en 2010 al 70% en el conjunto europeo, pero sólo Dinamarca, Alemania, países Bajos, Finlandia y Suecia cumplen con ese aspecto, según Fernández. El Estado francés e Italia «destacan por sus pobres mejoras desde 1999». Mientras que el Estado español «aunque hasta 2008 tuvo una progresión notable, pero la destrucción de empleo en el último año le alejará del objetivo de Lisboa, además volverá a las posiciones de cola dentro de la UE de los Quince».

Tampoco el objetivo de tasa de empleo para el grupo de edad de entre 55 años y 64 años, fijado en el 50%, se alcanzará «a la vista de los pésimos resultados de Italia, Estado francés y Bélgica, con alrededor del 35%. Respecto a la tasa de empleo femenino del 60%, «se ha estado cerca, pero la recesión de 2009 alejará ese resultado».

La reformas de la salud y de las pensiones son objetivos de 2010

Enric Fernández reconoce que la situación no ha mejorado porque los estados son los que no han actuado en la dirección adecuada para cumplir los objetivos. «La Comisión Europea o el Parlamento Europeo pueden coordinar o recomendar las reformas necesarias para ganar competitividad, en incluso pueden jugar el útil papel de chivo expiatorio para que los países decidan implementarlas, pero en la mayoría de los casos no pueden forzar las políticas de acción». Por eso, el miembro del Departamento de Economía Internacional del Servicio de Estudios de La Caixa , reclama «compromiso político de los estados miembros». Para él, es «un ingrediente absolutamente necesario y prácticamente nunca puede reemplazarse con una directiva comunitaria». En este caso, pone como ejemplo la reforma laboral. Sin embargo, para Fernández, a partir de 2010 las reformas de los sistemas de salud y de las pensiones cobrarán «un papel determinante» por la presión que se está produciendo por el envejecimiento de la población «con el objetivo de apuntalar la sostenibilidad a medio y largo plazo de las cuentas públicas».

Para Fernández la revisión de Lisboa «no llega en una coyuntura fácil», porque «el proceso de profundización del mercado único ha estado asociado a los principios de liberalización, pero que están tocados por la crisis, y ahora faltan recursos públicos». J. B.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo