El primer ministro británico, Gordon Brown, se reunió ayer con los parlamentarios laboristas para diseñar la estrategia electoral y lanzar el mensaje de que es posible vencer a los conservadores en las urnas.

En este sentido, Brown subrayó que la recuperación económica de Gran Bretaña será la plataforma de lanzamiento hacia el éxito en las elecciones legislativas, previstas para mayo.

Previamente, su principal aliado, el ministro de Educación, Ed Balls, negó que existan discrepancias en torno a la estrategia laborista de cara a las elecciones.

Balls salió así al paso de las manifestaciones de los ex ministros laboristas Geoff Hoon y Patricia Hewitt, que la pasada semana publicaron una carta en la prensa para reclamar la celebración de unas primarias con voto secreto sobre el liderazgo de Brown. Esta demanda apenas tuvo eco en el seno del laborismo británico.

Críticas al liderazgo

En cualquier caso, sí que se han publicado informaciones que señalan que en la cúpula del laborismo existe división debido a que, según las encuestas, los conservadores parten como netamente favoritos en la carrera electoral.

En el encuentro, Brown intentó dar una imagen de fortaleza ante los conservadores. «Podemos vencerles. Debemos vencerles. Les venceremos», declaró ante sus parlamentarios.

Destacó que en los comicios no habrá que elegir entre cambio y status quo, sino entre un cambio correcto y un cambio equivocado.

«No tenemos que concurrir a las elecciones debatiendo sobre pequeñas ideas, sino prestando verdadera atención a las grandes ideas. Así, podemos contrastar a los laboristas, el partido de la aspiración, con los tories [conservadores], el partido en el que la única idea que destaca es la de la austeridad», declaró Brown.