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Adams: «Los responsables de estas acciones no están interesados en la unidad de Irlanda»

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Soledad GALIANA |

La última acción de los grupos disidentes republicanos, la explosión el lunes por la noche de un coche bomba a las puertas de los juzgados del pueblo de Newry, ubicado a pocos kilómetros de la frontera que separa el norte de Irlanda de la república irlandesa, sin que causara daños personales, fue recibida con absoluto rechazo por parte de todos los grupos políticos norirlandeses, incluyendo a los dirigentes republicanos Martin McGuinness y Gerry Adams.

«¿Dónde están los portavoces de los grupos de apoyo, la gente que ataca a Sinn Féin? Cuando algo como esto pasa corren a esconderse, por eso creo que deben dar la cara», manifestó el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, quien junto a otros dirigentes e integrantes de su partido ha sido amenazado de muerte por parte de los disidentes republicanos.

Adams afirmó que «existe una oportunidad de conseguir justicia y libertad a través de medios pacíficos y democráticos, a lo que no ayudan los que se esconden detrás de acciones como ésta», por lo que subrayó que «la gente que participa en estas acciones no tiene interés en una Irlanda unida».

La acción de los disidentes se produjo tan sólo horas después de que otro coche bomba, que había sido abandonado el viernes en las inmediaciones de la comisaría de Policía, fuera desactivado el domingo en la localidad de Keady.

Los 120 kilogramos de explosivos que contenía el coche bomba de Newry estallaron a las 22.37 de la noche del lunes, cuando la Policía norirlandesa se encontraba aún evacuando a los vecinos.

La llamada advirtiendo de su presencia fue recibida en un hospital local a las 22.20, y dos minutos después en un negocio de Newry, y en ella se anunciaba la explosión en treinta minutos, pero la bomba estalló trece minutos antes de la hora anunciada. El jefe de la Policía norirlandesa, Matt Baggott calificó de «milagro» que nadie hubiera resultado herido.

La reunión de la Asamblea de Belfast comenzó ayer con la condena de todos los grupos representados en la Cámara legislativa. El primer ministro norirlandés, el unionista Peter Robinson, apuntó a que esta acción es la reacción al Acuerdo de Hillsborough, ya que «los grupos disidentes quieren acabar con todo lo conseguido en los últimos meses».

Nuevo plazo

Precisamente ayer la comisión que estudia un nuevo procedimiento para decidir sobre el recorrido de marchas orangistas anunció que amplía el plazo para presentar conclusiones, ya que no ha logrado conciliar posturas. El foro, integrado por tres republicanos y tres miembros del DUP, se ha entrevistado con la Orden de Orange -que ha expresado su preocupación, pero no su oposición al grupo de trabajo- y vecinos de Garvaghy Road y Lower Ormeau Road, que se oponen a la presencia orangista en sus barrios y que consideran que el derecho de reunión no es «el derecho absoluto a desfilar donde se quiera».

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