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Independentistak, movimiento social en marcha con el Aberri Eguna como primera parada

En medio de una de las mayores crisis económicas de la historia y una situación política caracterizada por el agudizamiento de la dinámica represiva de los estados francés y español y, en consecuencia, con poco espacio para el optimismo, en los últimos meses, a raíz del debate que se ha desarrollado y recientemente concluido en el seno de la izquierda abertzale, en la sociedad vasca ha ido en aumento la sensación de que es posible lograr las condiciones para afrontar el nuevo ciclo con garantías de avanzar hacia la soberanía. Esa posibilidad se ha comenzado a vislumbrar y no parece exagerado afirmar, con toda la prudencia que sea precisa, que Euskal Herria vive momentos esperanzadores. El debate de la izquierda abertzale ha consistido en reflexionar y definir su nueva estrategia y su compromiso para poner su lucha al servicio de la suma de fuerzas soberanistas de cara a ese nuevo ciclo. Pero no sólo en la izquierda abertzale se ha reflexionado y debatido. No sólo en ese sector político se ha interiorizado la necesidad de activar a la sociedad vasca para lograr un marco plenamente democrático en el que la opción independentista cuente con las mismas condiciones, con las mismas posibilidades que las demás, sino que independentistas de diversas sensibilidades políticas, cada cual representándose a sí mismo, también han percibido la posibilidad de aglutinar y activar a quienes desean la independencia de este país.

En ese ambiente de imposición y represión que impide a los vascos respirar a con pulmones propios, se ha hecho hueco un soplo de esperanza, y no se trata de una ilusión que no tiene dónde sostenerse, sino de un impulso que, además de esperanza -porque la esperanza por sí sola no conduce al objetivo-, pretende extender por todo el país la necesidad y las ganas de aportar a la lucha por la independencia, una «red» que recoja miles y miles de voluntades, pues aspira a acoger nada menos que a todos quienes aspiran a la independencia de Euskal Herria.

Para sorpresa de algunos, ayer en el Palacio Miramar de Donostia no se presentó ningún nuevo partido político ni plataforma electoral alguna, lo que no es garantía para quedar al margen de las sospechas del unionismo español; de hecho, el nombre de la iniciativa que comienza su andadura es suficiente para estar en el punto de mira de los ministerios correspondientes: Independentistak.

Un movimiento social sin intereses partidistas o electorales, pero con un ambicioso cometido: impulsar la lucha por la independencia. Ni más ni menos. Su principal instrumento es, a su vez, su principal argumento, porque se trata de un movimiento plural inspirado y creado según «el deseo de este pueblo». Y precisamente para que la voluntad de este pueblo sea la que decida su devenir, trabajará por vías democráticas por la creación de un escenario democrático y abierto a la colaboración con quienes sin ser independentistas apuestan por ese escenario.

Ayer se presentó Independentistak, no para anunciar su intención de trabajar y de avanzar, sino para constatar que ya está en marcha. El título del documento fundacional es significativo: «Ari Gara».

Ciudadanas y ciudadanos, protagonistas

En el acto de presentación de Independentistak se vieron muchos rostros conocidos y otros muchos de diversa procedencia profesional o política se han adherido, aunque no estuvieran ayer en el Palacio Miramar. Sin duda, es motivo de alegría ver a dirigentes independentistas y personalidades públicas de diferentes sensibilidades embarcados en un viaje que se antoja largo y dificultoso, cual es el viaje hacia la independencia, y cuya primera gran escala ha de ser la de un marco democrático para Euskal Herria. Pese a la importancia de esa confluencia de representantes políticos y sindicales y otros personajes públicos, más importante aún es la suma de particulares, de todo tipo de ciudadanas y ciudadanos, porque Independentistak no es un movimiento a la espera de la participación de una u otra fuerza política, no pretende ser una suma de partidos u organizaciones, sino suma de personas, de independentistas, al margen de su militancia o preferencias por una u otra formación política o sindical.

Los últimos años por estas fechas se percibía en el ambiente cierta frustración por la incapacidad de los abertzales de reunirse siquiera en la jornada de Aberri Eguna. Ésa y otras frustraciones han sido recogidas por Independentistak y, respondiendo a la reiterada demanda de gran parte de la sociedad vasca, la iniciativa ha comenzado a elaborar una convocatoria ilusionante para el 4 de abril, entre Hendaia e Irun, dando así a todos los independentistas la oportunidad de demostrar que sí son capaces de unirse y trabajar juntos en pos de objetivos comunes. Dentro de poco más de un mes tendrán ocasión de demostrarlo colectiva e individualmente, porque todos aquellos que se adhieran al documento «Ari gara» serán los convocantes de la cita. Serán los protagonistas ese día y a lo largo de toda la andadura de un movimiento social tan necesario como esperado.

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