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De nuevo, una victoria

Al menos esta vez se acertó con una

Pandiani regresó para golear antes de que la escuadra rojilla desperdiciara su superioridad numérica durante la última media hora y un montón de ocasiones, donde tuvo gran parte de culpa la actuación de Diego Alves. El portero brasileño paró un penalti a Nekounam.

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OSASUNA 1

ALMERÍA 0

Natxo MATXIN

Se acabó con el mal fario de resultados. La diferencia es que ante el Almería por lo menos hubo un rojillo que consiguió transformar una ocasión. El de siempre, desde luego. Pandiani regresó a tiempo para conseguir su octavo gol liguero -no anotaba desde el 16 de enero ante el Espanyol- y rescatar a la escuadra navarra de una situación comprometida.

Porque, como en anteriores jornadas, el equipo dirigido por Camacho tuvo un sinfín de ocasiones y volvió a desaprovecharlas para haber firmado un triunfo bastante más cómodo y menos agobiante para la grada. En esta oportunidad, fue Diego Alves quien se interpuso en el camino del gol. El cancerbero carioca paró un penalti a Nekounam y amargó la existencia de Aranda y Juanfran.

El hijo de este último fue quien trajo la suerte a los navarros. Oliver, que así se llama el recién nacido, tuvo su momento de gloria sin saberlo. Tras anotar el 1-0, Pandiani agitó a modo de homenaje por la llegada del bebé una pequeña camiseta con su nombre y el dorsal de su padre, quien también tuvo algo que ver en el tanto, ya que dio una precisa asistencia al ariete uruguayo.

Y más vale que el charrúa estuvo acertado anticipándose en el salto a Crusat y Guilherme porque, de no haber sido así, el encuentro pudo convertirse en un calco del día del Getafe e incluso podía haber sido peor si Uche hubiera estado más preciso en el tramo final. Infinidad de oportunidades tiradas por la borda, pena máxima incluida y balones a los postes, que pudieron costar tan caro como en los dos últimos meses.

Al igual que ante los azulones, Osasuna protagonizó una salida de vestuarios tras el descanso primorosa. Hasta seis lances de claro peligro en tan poco tiempo dan fe de ello, pero el portero rival firmó el partido de la temporada y paró todo lo que llegó a sus dominios. Alves desquició a los rojillos y, en especial, a Nekounam. El iraní no ejecutó bien desde los once metros en la jugada que hubiera podido suponer la tranquilidad.

Con el miedo en el cuerpo

Pese al fallo, la situación se tornó ciertamente propicia gracias a la superioridad numérica, tras la expulsión en la jugada del penalti del ex rojillo Juanma Ortiz. Pero el guardameta brasileño se empeñó en erigirse como el mejor del choque y volvió a abortar más acometidas locales.

En este caso le tocó sufrirlo al de Crevillente por partida doble -la segunda en el 90- y cuando el cancerbero almeriense se vio superado, ahí aparecieron otros obstáculos, como el travesaño que se interpuso en la trayectoria del tirazo que propinó Camuñas después de irse con facilidad de dos de sus rivales en una jugada individual.

Tanto se erró que a punto estuvo de plasmarse una de las máximas del fútbol: «El que perdona, la paga». Parecía increíble que Osasuna no se llevara los tres puntos, pero habituada como está la parroquia rojilla a situaciones similares, ya se temía que volvieran a repetir pasado episodios de última hora.

Y, de hecho, el graderío terminó pidiendo la hora, entre el manojo de nervios en el que se transformó el once navarro -a punto estuvo Monreal de introducir el balón en propia puerta al despejar- y el importante susto que sobrevoló El Sadar cuando Kalu Uche se elevó por encima de los defensas rojillos y remató pegado al poste.

El descenso se vuelve a poner a nueve puntos

Además de por la victoria frente al Almería, Osasuna se vio beneficiado por la mayoría de los resultados que cosecharon sus rivales en la lucha por la permanencia. La distancia con respecto al descenso queda nuevamente a nueve puntos, un colchón considerable.

«No hemos jugado peor que el día del Racing, aunque hemos chutado bastante más»

Satisfecho por haber variado la dinámica de las últimas jornadas, José Antonio Camacho se conformó «con haber ganado por 1-0, siempre quisiera sufrir así, creando ocasiones, sin que te avasalle el rival». No está claro si la grada compartirá el sentir del de Cieza, quien admitió, en cualquier caso lo evidente: «Hemos fallado un penalti y muchas ocasiones de gol, pero lo importante era sumar tres puntos porque llevábamos mucho tiempo sin hacerlo».

«Es cierto que debíamos haber ganado por más goles y de manera más fácil, pues no hemos jugado peor que el día del Racing, aunque es cierto que los míos han chutado bastante más a puerta. En cualquier caso, no se puede concebir un partido de un equipo modesto sin que haya sufrimiento, ambas cosas van cogidas de la mano», añadió el preparador murciano.

Interpelado sobre si a los suyos no les había pesado en exceso la ansiedad viniendo de una nefasta racha y ante un rival en inferioridad numérica, Camacho negó tal extremo y aseguró que Osasuna había intentado «que el Almería no saliera con el cuero dominado, que es lo que le gusta; se lo hemos robado en muchas ocasiones, aunque te pueden empatar al final, lo que hubiera resultado injusto».

El míster rojillo también se refirió al regreso de Pandiani y Aranda, de quienes dijo que «son dos hombres muy importantes que nos deben aportar mucho en ataque» y deseó que, a partir de ahora, «vuelva todo a la normalidad y que, si haces un esfuerzo, se contraste más con lo que sucede en el campo».

En el lado opuesto, Juanma Lillo destacó que su escuadra había intentado «desactivar esas cosas que le dan personalidad a Osasuna» y que en gran parte del encuentro lo había conseguido, a excepción «del comienzo del segundo tiempo, porque en el primero tuvimos el balón».

El tolosarra admitió que «quizás es verdad que no hemos superado líneas y me voy fastidiado por dentro, pero me agrada que el público haya terminado pidiendo la hora y hemos dispuesto de ocasiones claras como el cabezazo de Uche, aunque no hayáis dicho nada de ello», les espetó a los periodistas almerienses. N.M.

Puñal y Juanfran no estarán en Mestalla

Puñal y Juanfran vieron su quinta tarjeta amarilla -en el caso del uhartearra es su segundo ciclo- y no podrán estar en Mestalla. Por el lado ché también habrá ausencias notables, sobre todo en defensa, donde no jugarán Miguel y Alexis, amén del expulsado Zigic en Zaragoza.

Renovación automática de Sergio

Con la disputa del partido contra el Almería, Sergio llegó al número de encuentros necesarios para conseguir su renovación automática por un año más. El defensa asturiano estuvo muy bien al corte, sobre todo en un balón peligroso que le quitó a Crusat en el 64.

Regreso a la semana de trabajo habitual

Se había especulado con la posibilidad de que Camacho diera descanso a sus hombres durante dos jornadas, pero finalmente los rojillos volverán al trabajo hoy a las 10.30. Sí tendrán fiesta mañana, como suele ocurrir en las semanas de trabajo habituales.

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