La conexión Lekuine-Etxarri Aranatz volvió a funcionar (Xala obtuvo la primera de sus tres txapelas junto a Óscar Lasa en 2002) y Xala-Zubieta confirmaron ayer en Gasteiz -donde el delantero obtuvo la segunda con Martínez de Eulate- su magnífico campeonato consiguiendo un triunfo por el que casi nadie apostaba al comienzo del Parejas. Probablemente el novel zaguero navarro fue el que desde el inicio más creyó en sus propias posibilidades y la confianza y el entusiasmo que ha conseguido transmitir a su delantero ha sido la clave más importante de su triunfo. La ilusión y el hambre de triunfos del zaguero de Etxarri, que ha superado un momento crítico en su carrera con la grave lesión de rodilla que ha padecido, despertó la competitividad de un Xala que comenzó el campeonato muy bajo y la combinación que se ha gestado en estas semanas tuvo su confirmación con una txapela muy merecida.

Si en aquellos pestosos primeros partidos del mes de enero -perdieron los dos primeros, muy peloteados- fue Zubieta el que tuvo que llevar el peso de la pareja, ayer fue Xala el que se echó la final a sus espaldas y decantó con una exhibición en la que sumó diez tantos en juego y sólo perdió dos pelotas, una además por gustarse con 20-13 en el marcador.

A Aitor Zubieta le costó bastante más entrar en el partido. La de ayer era la primera final en la elite para el zaguero de Etxarri y la tensión le impidió estirar el brazo como sabe en la primera docena de tantos. Gonzalez, que comenzó muy fuerte, y Laskurain aprovecharon esta indecisión del zaguero azul para adelantarse 5-2 en el marcador, pero este primer arreón no resultó definitivo.

Golpe a Xala

El primer punto de inflexión en el partido lo marcó una pelota escapada a Aritz Laskurain -su primer error- que golpeó a Xala en la pierna derecha en el tanto que supuso el 5-4 en el luminoso del Ogeta. Los minutos que el delantero lapurtarra pasó en el vestuario sirvieron para que Zubieta, con los ánimos de la grada, se sacudiera la presión y comenzara a soltar esos pelotazos con los que ha dominado a casi todos los zagueros de esta edición del Parejas. Ayer no es que dominara por completo a un Aritz Laskurain que se defendió bien y que también tuvo sus minutos de enseñar la espalda.

La gran diferencia en un parcial de 0-9 con el que cambiaron el signo del partido estuvo en los cuadros alegres, en los que Xala acertó a mover a sus dos adversarios, abriendo huecos y terminando con sus certeros ganchos de zurda. El delantero de Lekuine sacó todo su repertorio, mientras los colorados se veían incapaces de frenarle, pese a exprimirse en defensa. Laskurain se veía asediado, mientras que Gonzalez apenas pudo intervenir en ataque y el marcador se fue a 11-6.

Una cortada al ancho de Gonzalez sirvió para cortar la racha de los azules y demostrar que los colorados no habían dicho todavía su última palabra. El de Azkaine y el de Soraluze cambiaron de pelota y sacaron un material con el que a Zubieta le costaba mucho más retrasar, aspecto que fue aprovechado por Gonzalez para acercarse en el marcador a base de fuertes voleas. Espectacular por la velocidad que imprimió la pelota fue la que supuso el 11-13, momento en el que más se acercaron en el marcador.

Sin embargo, a la pareja ayer colorada le faltó la consistencia en el trabajo que sí tuvieron Xala y Zubieta. En esos momentos de máxima tensión, el campeón del Cuatro y Medio cometió unos errores en la finalización que, acompañados también por algo de mala suerte en momentos puntuales, terminaron con sus aspiraciones. Salvo en los primeros tantos, Gonzalez nunca se sintió a gusto en la cancha, tuvo que retrasar su posición para ayudar a su zaguero y le faltó claridad a la hora de cerrar los tantos, que tuvo a su merced pero no culminó y lo pagó.

Por contra, Xala cometió su primer error en el 13-17, cuando la balanza ya parecía totalmente decantada, pese a los esfuerzos de los colorados, que nunca se rindieron a pesar de que el hueco volvía a abrirse.

Por momentos daba la impresión de que el esfuerzo podría hacer mella en alguien, especialmente en Zubieta, pero la mejor compenetración con su delantero, que demostró una notable defensa, también sirvió para tapar este hueco.

Susto de Zubieta

Xala siguió tirando de repertorio para poner las txapelas en dirección a Lekuine y Etxarri, sumando también su primer tanto de saque, el que supuso el 19-13. Sin embargo, superados los 600 pelotazos, la pierna dio un susto a Aitor Zubieta, que tuvo que retirarse al vestuario con 21-14 en el marcador, justo después de otro durísimo tanto en el que Laskurain mandó la pelota al colchón de arriba tras un buen pelotazo atrás del pelotari de Etxarri.

Tras una final larga y disputada, la espera, con el resultado tan decantado se hizo muy larga para todos, lo que incluso provocó unos tímidos pitos y que Gonzalez entrase en los vestuarios ante la falta de noticias sobre lo que sucedía dentro. A la vuelta vestuarios, Txema Urrutia, médico de Aspe, habló de tirones musculares, mientras que el propio pelotari explicó, tras calarse la txapela que «se me ha movido la rodillera y el metal que tiene que ir a un lado, se me ha centrado en la rodilla y se ha empezado a clavar. Ha sido muy doloroso; tenía los músculos agarrotados, pero ha sido sólo un susto. Con un resultado así, hubiera salido a jugar hasta con una pierna», dijo ya en un tono más jocoso.

No tuvo que sufrir mucho más sobre la cancha el zaguero de la Sakana, ya que Xala estaba decidido a terminar con el sufrimiento de los suyos -especialmente el de su ama, que para el 17-13 había dado buena cuenta de las dos botellas de litro de agua que había traído y que temía dejarse el corazón en Gasteiz- y puso el broche de oro a su gran actuación con una dejada al txoko que supuso su tercera txapela de esta modalidad y la primera de Aitor Zubieta.