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«CARTOGRAFÍA IMPOSIBLE», NUEVO DISCO DE DOCTOR DESEO

«Crecer como personas es sinónimo de crecer como músicos»

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Francis Díez

Vocalista de Doctor Deseo

De negro de arriba abajo, corbata de lunares, sombrero y gafas de sol, Francis, veterano músico de la escena bilbaina, presenta “Cartografía imposible”, duodécimo trabajo de Doctor Deseo. Y con la habitual nota de color en su carmín y la liga roja que lo identifíca, nos habla, una y otra vez, del deseo.

Anartz BILBAO | BILBO

Doctor Deseo presentó ayer «Cartografía imposible» (Baga-Biga, 2010), un trabajo sobre el deseo. Y lo hace en primera persona del presente -«yo deseo»-, pasando así del sustantivo que los encumbró al verbo, a la acción. En portada y contraportada, dos traseros «prensan» el disco. Dos culos que, sin ser de los que hacen girar la cabeza o quitan el hipo, son finos y bonitos, anónimos y callejeros. Hablamos, por tanto, de un trabajo «color carne», tanto en continente -con diseño de Lur Merino- como en contenido. «Partimos desde lo más profundo de la piel, desde la parte más oscura y más clara del deseo, y en ese sentido es una especie de micropolítica, la política de la piel», explica el frontman de la banda, Francis.

«Cartografía imposible» es un disco conceptual, en el que el quinteto bilbaino aborda el deseo en toda su extensión. «El deseo, siendo algo básico que define nuestras vidas, posiblemente todavía conserva cantidad de territorios en blanco y espacios ignotos, y no tiene mucho que ver con la razón, sino que viene posiblemente del mismo territorio que los sueños. Es así de sorprendente y de revolucionario», según el vocalista. «Por eso, a pesar de que siempre se intenta cartografiar y darle sentido -al deseo-, en el fondo sigue teniendo espacios en blanco y su cartografía sigue siendo imposible. Y está muy bien que no haya Cristo que lo haya definido, aunque lo hayan intentado desde Aristóteles a Freud, o desde Deleuze a doscientos mil poetas. Por eso, nosotros simplemente hacemos canciones, con deseo o sobre el deseo».

A lo largo de más de dos décadas, el «deseo» (aspiración, ansia, afán, anhelo, apetito, pretensión, capricho, empeño, antojo, pasión, ambición o interés), ha viajado indisoluble con el quinteto bilbaino, pero la idea de «Cartografía imposible» surgió de forma muy casual. «Fue en un concierto en Iruñea -recuerda Francis-, donde vino una chica desde Barcelona que tenía la palabra `deseo' tatuada. Y a partir de ahí, decidimos que ya era hora de que trataramos en exclusiva ese deseo (una idea insistentemente repetida canción a canción)». Surgió, por tanto, de la palabra tatuada en la piel, tal y como lo entiende la banda: «El deseo lo tenemos tatuado en la piel».

Repleto de guiños a letras de canciones anteriores y referencias ocultas, Doctor Deseo resume en una cita de Aristóteles su tesis sonora: «Sólo hay una energía motriz: el deseo». Y tirando del hilo, el inquieto y curioso músico -el deseo de conocimiento, la curiosidad, es el más humano de todos, según nos confiesa Francis- nos habla de la obra de Félix Guattari y Suely Rolnik, «Micropolítica. Cartografías del deseo», «un libro publicado en Brasil en la época pre Lula, donde Guattari peca de optimista cuando habla de cartografías del deseo», pero que también puede ser un origen del concepto tratado.

Veloz de mente y de palabra, tras mentar la curiosidad Francis cita a Eva, quien «en nuestra mitología, cogió del árbol ese deseo de conocimiento y de curiosidad y se la ofreció a los hombres, hecho que ha satanizado hasta nuestros tiempos a la mujer, cargándola de culpas».

Y de virtudes, pues son muchas las espléndidas voces femeninas que acompañan a Francis en «Cartografías imposibles», «tratando de buscar un contrapunto». De Anari -canta en «De la mano de un deseo»- «sabido es que es una de mis preferidas, y poder entrar un poco en su isla de cielo ha sido un placer» confiesa el cantante. Sobre Aiora Renteria (Zea Mays), habitual colaboradora de Doctor Deseo que pone voz a la canción en euskara «Sodomako Sagarra» -ni siguiera ella recordaba ayer cuantas veces a cantado con ellos-, «es ya casi de la casa», y María Martín, «una malagueña ya bilbaina» que canta y participa en el videoclip de «Que amanece de nuevo», «ha sido un descubrimiento». Leire Maturana cierra la participación vocal. «Ha metido coros en varios temas, grabados por su pareja Shipley -técnico de M-Clan- en casa, pues las grabaciones se han dado de una manera lúdica, buscando introducir timbres y colores distintos, con gente próxima que nos apetecía que estuvieran junto a nosotros».

Big Band

En el apartado instrumental son también muchos los músicos que han acompañado al quinteto, que ha introducido la viola de Agustín Pérez, las flautas y los saxos de Mikel Piris -aka Abdul-, la trompa de Guillem Canós, las percusiones de Periko Ráez y programaciones de Karlos Gimenez en «Catografías imposibles». Y como colofón, la Leioa Big Band, dirigida por Oskar García, cierra el disco en «Lágrimas de placer». «Trabajar con una big band, con un sonido casi de los años 50 que deriva casi en una especie de mercado persa al final, era como esa expansión del deseo. Es muy colorido, muy rico, y se asemeja a entrar en la exuberancia del deseo cuando este es así. Además, trabajar con veinte músicos con edades entre los 12 y los sesenta y pico años, nos parecía un buen territorio para dar colorido a ese deseo». Aunque el disco, recalca Francis con voz premeditadamente grave, «tiene también partes más oscuras».

Doctor Deseo, que debutó con un lp homónimo en 1987, se compone en la actualidad de Josi y Francis, miembros originales, además de Toro (guitarras), Raúl (teclados) y Txanpi (batería). Una formación bien asentada que se siente «un grupo que llevamos toda la vida juntos. El último en entrar fue Toro y lleva ya ocho o nueve años» en el quinteto. Para la cara más reconocible de la banda, «hay una fluidez y una familiaridad entre nosotros. Cuando decidimos tirar por un camino se nota que todos empujamos como una máquina bien engrasada en el mismo sentido, e incluso todas las tensiones propias de gente que lleva tanto tiempo junta, nos sirven para enriquecer el disco y nos hacen crecer a todos».

Con guitarras Fender «que evocan los orígenes del rock & roll» y ramalazos orientales, tanto con sonidos árabes como con ritmos aflamencados, Doctor Deseo canta en euskara una letra de Edorta Jimenez, (aka Omar Navarro). Para Francis, es importante trabajar, como mínimo, una canción en euskara, dedicándole tiempo y cariño, «porque consideramos que es nuestro idioma. Yo lo entiendo pero no lo hablo -reconoce el bilbaino- pero lo considero mi idioma no por cuestiones ideológicas, sino porque es el idioma de mi entorno, de mis amigos y de la gente que quiero, y por lo tanto el mío».

«Sodomako sagarra», «ha surgido por una coincidencia especial. Cuando pensé en Edorta, él estaba escribiendo `Haragizko Amoreak'. Estuve con él todo un día, hablando de sus letras, traduciéndolas, jugándolas y sintiéndolas... y fue todo un placer -como alguien a quien le gusta la poesía-, tener al autor contándote su obra, recitándotela incluso». Además, «algún día nos daremos el gustazo de hacer todo un concierto íntegramente en euskara -confiesa-, y como vamos teniendo temas suficientes, va siendo el momento».

La banda presentará «Cartografías imposibles» en directo el viernes de la semana próxima en Plateruena de Durango. «Nos planteamos trabajar en algo distinto -con visuales realizados por Aitor Oñederra-, pero no queremos hacer fuegos artificiales o colorines sin más. Queremos aportar magia a la escena». A partir de ahí, ni siquiera la banda dice saber a donde les llevará el directo, y esperan además que así sea. «Estamos abiertos de piernas para que nos folle el público y para follárnoslo. Eso será un concierto de Doctor Deseo, un acto sexual».

Una fiesta sexual de 40 actos, que pretenden cerrar el 5 de enero, «con nuestra habitual despedida de los escenarios». La banda prosigue así con su costumbre de tocar un año y componer al siguiente, que Francis llama el «efecto Guadiana». «Es precisamente cuando desaparecemos de lo público cuando más trabajamos. Porque creemos que crecer como músicos es sinónimo de crecer como personas y nos es necesario desaparecer de los escenarios, en vez de hacer metamúsica hablando de rock & roll, y hacer una vida que nos permita crecer y evolucionar. Nos apetece hablar y cartografiar las emociones y los deseos».

ORIGEN

«Cartografías imposibles» es una obra conceptual sobre el «deseo» y surge del concepto tatuado en el cuerpo, tal y como lo entiende la banda, el deseo plasmado en la piel».

Presentación

Fecha: 16 de abril.

Lugar: Plateruena (Durango).

Hora: 22.00 h.

Entrada: 15/18 euros.

acto sexual

«Queremos aportar magia a la escena. Estamos abiertos de piernas para que nos folle el público y para follárnoslo. Eso será un concierto de Dr. Deseo, un acto sexual».

euskara

«Algún día nos daremos el gustazo de hacer todo un concierto en euskara y como vamos teniendo suficientes temas, va siendo el momento».

Doctor Deseo: «Dantzazazu nirekin bals hau»

Atzo eguerdian aurkeztu zuen azken diskoa Doctor Deseok, Bilborock aretoa mukuru zela, kazetariz, lagunez zein taldearen jarraitzailez. Izan ere, taldeak agerpen irekia proposatu eta iragarri zuen web atarian, eta entzule sutsuenek erantzun zioten hitzorduari. Ritxi Aizpuru Baga Biga diskoetxeko arduradunak lagunduta, talde osoa agertu zen (goitik behera beltzez jantzita) «Cartografías imposibles» dotorea aurkeztera, eri dagoen Josi baxu-jotzailea izan ezik -ez du ezer larririk-.

Zuzeneko batean balego legez -oholtzara igotzeko irrikitan zegoela ere aitortu zigun-, Francis izan genuen ekitaldiko protagonista, hitz eta pitz bizkor eta kateatuan. Eta diskoaren nondik norakoak ziurtasun eta seriotasun osoz eman bazituzten ere, urduri ikusi genituen oso, aurkezpena amaitu eta lanak sinatzeari ekin ziotenean. Sekulako ilara sortu zen orduan, Francisek diskoko azalean ageri diren ipurdi mazelak noiz sinatuko (berrogeita hamarren bat lan saldu zituzten ordu bata bitarte).

Taldea laguntzen, bertan ziren diseinuaren arduradun Lur Merino -Txema Franco Iradi izan du argazkilari lanetan- eta Aitor Oñederra debarra ere, «Que amanece de nuevo» singlearen bideoklipaz arduratu dena. Azken hau denboraz urri ibili da bideoa egiterakoan, eta lanak Maria Martini esker ematen duela maila aitortu digu, «sekulako antzezlea baita, dantzari eta kantari izateaz gain». Gainera, Doctor Deseoren zuzenekoetan alderdi bisualak landuko ditu aurrerantzean Oñederrak, aspaldian Garirekin egin ohi duen legez.

Monica izeneko neska batek zeraman `deseo' tatuajean abiapuntua duen lana Iñaki Uoho (Platero y Tú, Extremoduro) teknikariaren Muxik-On estudioetan grabatu dute iragan abendua eta aurtengo otsaila artean. Ingeniari lanak Iñigo Etxebarrietak egin ditu eta, taldekideen esanetan, «sekula izan dugun soinurik bikainena lortu du».

Hitzen liburuxkan gorputz biluziak ageri ditu «Cartografías imposibles» lanak, mutila mutilarekin, neska neskarekin, edo molde heterosexualean, gorputz anonimo eta kalekoak beti ere. «Sodomako sagarra» euskarazko kantuak Omar Nabarrok Susa argitaletxean plazaratu «Haragizko amoreak» liburutik ateratakoa da, eta gainontzekoei buruz honelakoak entzun dizkiegu zale (eta lankideei) lana behin entzunda: «Destrozos, promesas y arrepentimientos» aurreko lana irekitzen zuen kantuaren antza du, «De chocolate y vainillak» Rolling Stonesen tankerako koruak eta singlea bals bat da, «baila conmigo este vals» kantatzen duena, Leonard Cohenen «Take This Vals»-en antzera.GARA

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