TRAS LA ABSOLUCIÓN DE «EGUNKARIA»
Los absueltos ven importante la sentencia y desean que tenga efecto en otros casos
Tras conocer la sentencia de la Audiencia Nacional española, ayer llegó la valoración de los directivos de «Egunkaria» ya absueltos. En su nombre, Joan Mari Torrealdai y Xabier Oleaga expresaron su alegría, aunque se mostraron preocupados por la opción de recursos. Denunciaron que la Guardia Civil y el Gobierno de José Maria Aznar «buscaban una sentencia condenatoria, para poder abrir camino a la criminalización del euskara en general».
Janire ARRONDO | ANDOAIN
«Tal y como se ha desarrollado el juicio, cabía esperar este resultado». Así se pronunció Joan Mari Torrealdai, al día siguiente de conocer la decisión de la Audiencia Nacional española de absolver a los cinco directivos de «Egunkaria». En una rueda de prensa multitudinaria ofrecida en Andoain, recordó que durante el juicio contra el diario clausurado «las carencias» y «arbitrariedades» de los peritos de la Guardia Civil quedaron al descubierto, por lo que éste era un resultado «previsible» para los encausados. Aun así, Torrealdai manifestó que «hablamos de la Audiencia Nacional, y de ella se podía haber esperado cual- quier cosa».
En nombre de Iñaki Uria, Martxelo Otamendi, Txema Auzmendi y Xabier Oleaga, recordó cómo fueron detenidos, incomunicados durante cinco días, torturados y, algunos de ellos, encarcelados. «Necesitaban una sentencia condenatoria de la Audiencia Nacional para rematar la jugada -remarcaron los absueltos-, pero no la han conseguido».
En estos términos, denunció que la Guardia Civil y «los que se hallaban en el poder» en 2003 «necesitaban» una denuncia condenatoria para «encaminar una futura jurisprudencia que pusiera en vía de criminalización el conjunto de la actividad social ligada al euskara o el conjunto de euskalgintza; pero no lo han conseguido», insistió.
Los absueltos se mostraron contentos, aunque recordaron que «fue la misma Audiencia quien nos introdujo a la fuerza en este mal sueño». En la rueda de prensa, además, Torrealdai manifestó su deseo de que la sentencia «aporte algún efecto positivo en aquellos otros casos con base acusatoria similar». Así, mencionó a los encausados en Udalbiltza y también «a los amigos de Egin», que fueron juzgados en el 18/98 y algunos de los cuales están presos.
En alusión a ese 18/98, recordaron que en julio pasado el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba destacó tras la condena que «los jueces habían dado la razón a la tesis policial. Nos reveló de paso que en el Estado español las fuerzas policiales se permiten tener tesis propias. Pues bien, en lo que afecta a `Egunkaria', los propios jueces de la Audiencia Nacional, y todos sabemos lo que hay allí, no le han dado la razón a la Guardia Civil. Ni ella ni los que se hallaban en el poder en 2003 se han salido con la suya», añadieron.
Pese a ello, y a utilizar el calificativo de «victoria», Torrealdai recordó que todavía no se ha cerrado del todo el caso «Egunkaria», ya que cuentan con la posibilidad de que la acusación particular presente un recurso ante el Tribunal Supremo. Por lo tanto, indicó que aún no pueden «bajar la guardia» y que deben «mantenerse alerta».
El otro juicio, a Donostia
También recordó que la denominada pieza «económica» está pendiente de resolución. Al respecto, Xabier Oleaga informó de que «en breve» los abogados de la defensa solicitarán que sea la sección de lo penal del Juzgado de Donostia quien se encargue de esta causa. Oleaga recordó que sus abogados ya habían solicitado anteriormente la inhibición en esta parte, pero la Audiencia Nacional, argumentan- do que «estaba ligada a un delito de terrorismo» la mantenía bajo su jurisdicción. Este motivo ha decaído ahora.
Al final, se mostraron agradecidos con todos los que les han ayudado durante estos últimos siete años, que describió como «una larga pesadilla».
En la rueda de prensa de ayer anunciaron un «enorme acto» que tendrá lugar en el Palacio Euskalduna de Bilbo el próximo domingo 25 de abril. El acto comenzará a las 11.30 de la mañana y en él, según declaró Joan Mari Torrealdai, esperan mostrar su agradecimiento «a todos los que se manifestaron por las calles de Donostia y Bilbo. A todos aquellos que contribuyeron al levantamiento de `Berria' desde las cenizas de un periódico clausurado. A quienes participaron en cuantas movilizaciones han tenido lugar. A quienes se acercaron a nuestros familiares mientras estuvimos en prisión para transmitirnos su aliento y apoyo».
Sin embargo, se mostraron esperanzados en que «más adelante, con el cierre definitivo del caso» tengan una mejor ocasión para celebraciones.
La Federación Internacional de Periodistas (FIP) saludó el fallo y recordó que «cerrar un periódico es un acto muy grave en una democracia», en palabras de su secretario general, Aidan White. Instó a las autoridades españolas a «asumir responsabilidades».
Carlos Carnicer, presidente del Consejo General de la Abogacía Española, alertó de la existencia de «víctimas de la Administración de Justicia» de las que «no habla nadie». Unió el caso de «Egunkaria» con otros muy diversos de «linchamientos sociales».
Julia Tamayo, responsable de investigación y políticas de AI en el Estado español, consideró que la sentencia «es una buena noticia para la protección del derecho a la libertad de expresión en España». Destacó además la mención a las torturas.
El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, manifestó ayer que el fallo de la Audiencia Nacional absolviendo a los imputados de «Euskaldunon Egunkaria» es una «buena sentencia», puesto que resulta «clara, rotunda y didáctica».
Caamaño quiso, a su vez, salvar la actuación del Ministerio Fiscal en este procedimiento. Cabe recordar que en el momento de la operación policial y en los meses posteriores la Fiscalía apoyó la actuación del juez instructor. El cambio de parecer se produjo en diciembre de 2006, cuando pidió el archivo. «Se dijo que lo hacía porque estaba apoyando el proceso de paz», aseveró Caamaño. Sin embargo, «una vez más, se puede comprobar que la Justicia lleva su ritmo» y que el fiscal «actuó con arreglo a la Ley y porque no veía indicios para acusar», manifestó.
Sobre la apreciación de la sentencia de que el cierre del diario careció de base constitucional, el ministro de Justicia afirmó que «cada medida hay que adoptarla y valorarla en su justa época», ya que «es decidida y ponderada en esos contextos». Argumentó que la decisión actual se toma «cinco años después, con muchos más medios de prueba y de convicción que los de entonces».
También el lehendakari, Patxi López, entró ayer a valorar la sentencia en su blog y lo hizo de una forma paradójica. Por un lado, dice querer «constatar la evidencia de que la justicia que dura siete años no es justicia» y, a renglón seguido, asegura que el fallo demuestra «que la justicia funciona». Y añade que «la tantas veces denostada Audiencia Nacional ha hecho justicia y ha corregido los errores cometidos en otras fases procesales».
Junto a ello, afirma también que «flaco favor hacemos a esta causa cuando se interpreta, de forma tan reduccionista, el cierre de `Egunkaria' como un ataque al euskara y a la cultura vasca. No. El cierre de `Egunkaria' fue, sobre todo, un ataque contra la libertad de prensa y contra el propio Estado de Derecho, al utilizar la justicia como acompañamiento de una estrategia política muy determinada». No fue ésa la posición que el PSOE ni el PSE mantuvieron en 2003.
Concluye que «la libertad de prensa es uno de los pilares fundamentales del sistema democrático y su inviolabilidad debe ser respetada tanto como la propia separación de poderes, porque sin ella dejamos en entredicho la propia democracia». GARA
Iñigo Urkullu, presidente del PNV, subrayó en Herri Irratia que «el judicial es el único poder que no ha abortado una transición» en el Estado español. Junto al caso de «Egunkaria», citó como ejemplo los procesos abiertos contra el juez Garzón.
