«Las profundas desigualdades sociales
Arquitecto
El mítico arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, a sus estupendos 102 años y todavía en activo, no podrá acudir a los fastos porque «odio volar», dice. En coche le queda un poco lejos -1.200 kilómetros desde su casa de Río-, pero lo seguirá todo atentamente por televisión.
¿Qué representa Brasilia en su carrera?
Fue un momento importante en mi búsqueda de una arquitectura renovada, libre y creativa, la que se plasmó después en los trabajos que conforman el Complejo de Pampulha en Belo Horizonte (un proyecto completado en 1943).
¿Hoy en día cree que recibiría críticas por el diseño de la ciudad?
Siempre digo que el plan piloto (en forma de ave con las alas extendidas) de Lucio Costa, el principal responsable del urbanismo de Brasilia, estaba muy bien diseñado. Pero Brasilia ha cambiado mucho: las ciudades satélite, por ejemplo, han crecido demasiado y se encuentran excesivamente cerca del plan piloto. Las profundas desigualdades sociales que representa la nueva capital me entristecen profundamente y es evidente que los problemas que plantea el crecimiento de la metrópoli son una plasmación lamentable del sistema capitalista, con todos sus defectos e injusticias.
¿En qué trabaja ahora y cuáles son sus trabajos preferidos?
Entre los brasileños, está la torre que he diseñado para la televisión digital de Brasilia y la Universidad Latinoamericana en Foz do Iguaçu (sur). En el extranjero, me gustaría llamar la atención sobre el Puerto de la Música en Rosario, Argentina, y especialmente en el centro cultural que he diseñado en Avilés. Respecto a mis proyectos favoritos, prefiero no contestar. Los realicé todos con entusiasmo y cariño. El trabajo que más me gustaría realizar ahora sería quizás el estadio de futbol que acabo de diseñar y que tiene una forma de lo más sorprendente. AFP
