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«El 20% del agua mundial debería estar libre de pesca»

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Daniel Pauly
Biólogo experto en mares y océanos

Nacido en París hace 64 años, de niño vivió en Suiza y Alemania, aunque actualmente reside en Canadá. Miembro de la junta directiva de OCEANA, Pauly es experto en biología marina y ciencias pesqueras. La revista «Scientific American» lo considera uno de los 50 científicos más influyentes del mundo.

Oihane LARRETXEA | DONOSTIA

Recientemente ha visitado Euskal Herria con motivo de las jornadas «Tolosa Naturaldia» que él mismo se encargó de inaugurar. Asegura que «en Europa la reducción de los recursos marinos es increíble», en gran parte, por la actividad pesquera. Asimismo, incide en que los proyectos destructivos que se llevan a cabo en la costa también repercuten en ello: «Si para construir, es necesario destruir una parte de la naturaleza, ese proyecto no puede ser sostenible».

Usted defiende la creación de áreas marinas protegidas para la conservación de los servicios naturales. ¿Por qué?

En Europa la reducción de los recursos marinos es increíble. Literalmente, la mayoría de la población no se hace una idea de la magnitud real. Las biomasas de peces son diez o veinte veces más pequeñas que hace cien años. Un buque hace un siglo capturaba alrededor de 500 kilogramos de pescado por hora. El mismo buque hoy en día, obtiene cincuenta o veinticinco kilogramos, es decir, entre diez y veinte veces menos. Además, hay que destacar que los peces son demasiado pequeños. El impacto de la pesca es tal, que si queremos mantener la existencia de los peces grandes que teníamos, y su producción, es necesario crear zonas donde ellos queden protegidos del efecto de la pesquería, particularmente del arrastre, porque modifica los fondos marinos.

¿De qué se trata: de prohibir o bien de regular la pesca?

La idea para estas áreas protegidas es que no haya pesquerías, y que el 10% o el 20% de la masa de agua mundial esté libre de pesca. Por ejemplo, la única razón por la que tenemos jirafas, es porque hemos tomado la decisión de que queremos tenerlas, y no hay agricultura en los alrededores. Las jirafas y la agricultura no son compatibles, no pueden coexistir. Hay algunos animales que no son compatibles con la existencia de la producción para el consumo humano.

El polvo que metemos bajo la alfombra no se ve, y por lo tanto, no nos preocupa. ¿Pasa lo mismo con el mar?

Exactamente. Todas las personas entienden porqué es necesario tener parques terrestres: para mantener los árboles o las jirafas, por ejemplo. En cambio con el mar es necesario explicar por qué necesitamos tener parques submarinos. No hay ninguna diferencia entre los dos espacios: los peces son animales que viven y que se reproducen, y otro tanto ocurre de manera paralela en la superficie.

Tras cinco años de veto, se puede pescar anchoa de nuevo, aunque las propias cofradías se han establecido un límite. ¿Le han visto las orejas al lobo?

Es que hoy en día la fuerza que tienen los buques de pesca es mucho mayor, frente a la capacidad de reproducción y desarrollo de los peces. Ahora resulta más fácil pescar, gracias a los barcos dotados de motor, no es como antes. Es una guerra contra los peces que podemos ganar cada vez, pero por esta razón es necesario delimitarnos. Es como si un adulto luchara contra un niño.

La pesca no es el único enemigo de la biodiversidad. Recientemente se ha presentado la propuesta para crear un corredor ecológico entre Ulia y Jaizkibel y, por otro lado, se habla del puerto exterior de Pasaia. ¿Cómo encaja esto?

No conozco muy bien este proyecto, digamos que no soy un especialista en dicha zona, pero en el Cantábrico los recursos son muy bajos y es necesario protegerlos. Por esta razón, cada zona protegida puede ser muy útil. Si las obras del puerto son en la misma zona, esto dependerá de la relación que exista entre la superficie del puerto y la superficie de la área protegida. La pesca tiene un efecto muy fuerte sobre los recursos, y si hay un puerto en un lugar protegido, es una contradicción.

Quieren crear un museo Guggenheim en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Los defensores del proyecto dicen que pretenden fusionar el arte con la actividad económica y la sostenibilidad . ¿Es esto posible?

Generalmente no es posible tener un desarrollo económico y a su vez la protección de la natura. Estos dos aspectos no pueden coexistir en el mismo lugar. Si para construir, es necesario destruir una parte de la naturaleza, no puede ser sostenible. Me parece que en los casos como este hay mucha propaganda. La palabra sostenible en este caso debe ser examinada muy bien porque es fácil decirla. Ahora hay diversos usos de `sostenible' que nada tienen que ver con la sostenibilidad.

Así las cosas, ¿cree que se atienden más los intereses económicos que las recomendaciones de los científicos?

Está claro que necesitamos la naturaleza para mantener los ecosistemas y los servicios ecológicos. Nosotros utilizamos los recursos naturales, sin darle nada a cambio, sólo cogemos de ella. La economía misma debe obtener todo lo que necesita para crecer, pero la economía puede crecer de manera sostenible -sonríe al pronunciar la palabra «sostenible»-.

Asegura que en los próximos diez años se decidirá el futuro de nuestra civilización.

El cambio climático tendrá implicaciones mayores de las que pensamos. En el mar hay metano que ahora está saliendo a la superficie, la subida de las temperaturas...Las formas de gobernar son muy frágiles, y creo que tenemos diez años para solucionarlo todo, sino todo será demasiado complicado para resolverlo. Eso, o esperamos un milagro que no va a venir.

 

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«La palabra sostenible debe ser examinada muy bien porque es fácil decirla. Hay diversos usos de `sostenible' que nada tienen que ver con la sostenibilidad»

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«Todas las personas entienden por qué hay que tener parques terrestres y en cambio con el mar es necesario explicar por qué necesitamos los parques submarinos»

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