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Nueva declaración de la izquierda abertzale

El camino y los pasos. La izquierda abertzale, en marcha

Las bases de la Izquierda Abertzale han refrendado de forma mayoritaria la apuesta presentada en Altsasu con la declaración «Un primer paso para el Proceso Democrático: principios y voluntad de la Izquierda Abertzale». Gracias a un profundo debate que ha contado con una gran participación a lo largo y ancho de Euskal Herria, aquellos principios y la voluntad expresada se han convertido en una apuesta política tangible e inequívoca que abre, en lo que corresponde a la Izquierda Abertzale, el Proceso Democrático que nos conduzca a un escenario en el que el proyecto del Estado Vasco pueda materializarse.

El debate de la Izquierda Abertzale, acompañado de pronunciamientos y actuaciones precisas, ha generado durante estos meses expectativas positivas en la ciudadanía y ha hecho posible la realización de iniciativas compartidas por diversos agentes, dirigidas a favorecer el nuevo tiempo político que se está abriendo.

Sin embargo, no podemos dejar de constatar que la nueva fase que estamos iniciando se enfrenta a la estrategia de negación y conculcación de derechos en la que se obstinan los estados y sus gestores políticos. Resulta evidente que temen la confrontación en términos políticos, y por eso buscan ahogarnos en un escenario de inmovilismo y bloqueo permanente, mediante la agudización de la estrategia represiva. Es nuestra responsabilidad no caer en la trampa y hacer irreversible el cambio político.

Las conclusiones del debate

Las conclusiones extraídas del debate de la militancia y la base social de la Izquierda Abertzale han sido de importante calado. Las mismas se podrían resumir en los siguientes puntos:

1.- El análisis de los últimos 30 años y de la actual situación nos permite afirmar con contundencia que gracias a nuestro esfuerzo y lucha hemos creado las condiciones objetivas para abordar con garantías una apuesta decidida por el cambio político y social, lo que instala el proceso de liberación nacional y social en una nueva fase política a la que los y las independentistas de izquierda debemos hacer frente, otra vez, con responsabilidad histórica.

2.- El instrumento para este cambio de fase es el Proceso Democrático. La lucha y acumulación de fuerzas, la negociación y el acuerdo son los ejes sobre los que se debe afianzar, desarrollar y concluir el Proceso Democrático.

3.- El Proceso Democrático exigirá para su desarrollo de acuerdos bilaterales y multilaterales, tácticos y estratégicos, tanto con los partidos, los agentes sociales y sindicatos de Euskal Herria como con la comunidad internacional y con los estados español y francés, en este último caso cuando se alcance la fase de negociación para la superación del conflicto.

El camino marcado

La respuesta al desafío de hacer efectivo el cambio político que conduzca a un marco democrático nos ha llevado a definir el camino por el que deberemos transitar en los próximos años:

1.- Abrir el Proceso Democrático ha sido una decisión unilateral de la Izquierda Abertzale, sin estar sujeta ni depender de acuerdos o compromisos previos. La Izquierda Abertzale entiende que, al adoptar sus compromisos con carácter unilateral, favorece la búsqueda de puntos de encuentro y dinámicas conjuntas que vayan dando cuerpo al Proceso Democrático. Asimismo, considera que con esta decisión y la dinámica que la misma genere se podrá ir articulando de forma eficaz la respuesta a los numerosos obstáculos que hoy existen y a los que, sin duda, también aparecerán en el futuro, fruto del empecinamiento de quienes no quieren el cambio político o pretenden que éste se produzca de forma limitada, sin la profundidad necesaria.

2.- La acumulación y activación de fuerzas son la única garantía para el desarrollo real del Proceso Democrático. Será el empuje de la unidad de acción y de la activación popular la que hará alumbrar el marco democrático.

3.- Entendemos que la suma de fuerzas y la activación popular sólo pueden alcanzarse con la suficiencia necesaria para lograr nuestros objetivos políticos si se plantean en el contexto de una estrategia política popular que se desarrolle en exclusividad por las vías políticas y democráticas.

4.- El cambio de ciclo que se abre ahora concierne también a las formas y métodos de lucha. Así, el proceso de liberación nacional y social debe basarse en la actividad exclusivamente política, y tomar como únicos instrumentos la lucha de masas, la lucha institucional y la lucha ideológica, la modificación de la correlación de fuerzas y la búsqueda del apoyo internacional. La organización, acumulación y activación de fuerzas deben de canalizarse a través de esos métodos de lucha.

5.- La apuesta por el Proceso Democrático abarca también y de forma relevante el trabajo de construcción de la nación vasca en todas sus dimensiones. Esta apuesta será un revulsivo en el gran reto del necesario cambio social. Para los y las independentistas de izquierdas, todo ello compone un mismo cuerpo del proceso de liberación nacional y social de Euskal Herria.

6.- Nos disponemos a andar el camino de la libre determinación del Pueblo Vasco. La Autodeterminación no se circunscribe al momento mismo de su ejercicio, ni debe entenderse como un objetivo estático a conseguir en un futuro que no termina de llegar. Desde ahora mismo, pasando por los acuerdos para su ejercicio y hasta la implementación de su resultado, la materialización del derecho a decidir de todos los ciudadanos y ciudadanas vascas debe entenderse como un proceso y, al mismo tiempo, como el núcleo del Proceso Democrático.

Los primeros pasos

La travesía que supone el Proceso Democrático debe empezar a recorrerse desde el primer momento a través de iniciativas y avances concretos. Ahí situamos los pasos que ya se están dando y se deberán dar más pronto que tarde en ese camino:

1.- Si la suma de fuerzas y la activación popular constituyen las garantías del proceso, debemos valorar de forma positiva todas aquellas iniciativas, algunas ya en marcha, que tengan por objeto abrir espacios de colaboración, participación y movilización de los sectores sociales y populares. Estas iniciativas están surgiendo, y surgirán en el futuro, de sensibilidades y trayectorias políticas diferentes, cada una desde su propio análisis y nivel de compromiso, por lo que el respeto y la confianza mutua resultarán de indudable importancia.

El Proceso Democrático necesita de un amplio respaldo social. Un empuje que favorezca la acción de aquellos que quieran dar pasos en el camino hacia un escenario democrático. Una ola creciente que incida de forma positiva en la opinión pública, tanto en Euskal Herria como en el extranjero, en especial en los estados español y francés. Una demanda ciudadana que sirva de acicate para que los agentes implicados adopten los compromisos necesarios. Una presión popular que complique la posición de quienes quieran instaurar situaciones de bloqueo, y que haga inviables las imposiciones y las injerencias. Una movilización social que logre alcanzar los mínimos democráticos necesarios para desarrollar el proceso. Un empuje ciudadano que, llegado el momento, haga saltar todo tope que se pretenda imponer a la voluntad popular.

2. La reciente aportación desde el ámbito internacional supone un ingrediente de primer orden en estos primeros pasos del Proceso Democrático. Ante ello, la Izquierda Abertzale quiere manifestar que:

- La sociedad vasca ha recibido con satisfacción el pronunciamiento de las personalidades del ámbito internacional que han mostrado su preocupación por la situación que padece Euskal Herria, así como que hayan introducido la cuestión vasca en la agenda internacional y hayan realizado una propuesta de resolución.

- Agradece especialmente la valoración que realizan sobre el debate que acaba de desarrollar.

- Muestra su disposición a buscar la resolución al conflicto político que vive Euskal Herria, para lo que, ha aprobado una estrategia, recogida en la resolución final «Zutik Euskal Herria», que está poniendo ya en marcha.

- Considera que los emplazamientos hechos públicos por las personalidades que firman la declaración de Bruselas, tanto a ETA como al Gobierno español, deberían ser atendidos ambos de forma constructiva.

- Quiere reafirmar su denuncia de que el conflicto que padece Euskal Herria es consecuencia de la imposición secular que ejercen los estados español y francés y que se ve agravado por la insistencia en las estrategias represivas.

3. La Izquierda Abertzale toma como referencia el modelo de Anoeta para una solución justa y duradera, por lo que considera necesario que se produzcan los contactos encaminados a entablar el diálogo político y la negociación en los dos espacios ya definidos.

En perspectiva de avanzar en el terreno de la negociación entre ETA y el Estado español -que debe versar sobre la desmilitarización del país, liberación de presos y presas políticas vascas, vuelta de exiliados y exiliadas y un tratamiento justo y equitativo al conjunto de víctimas del conflicto-, la experiencia demuestra que el esquema ante los desacuerdos que ha pivotado, por parte del Estado, sobre la activación represiva y, por parte de ETA, sobre la reanudación de las acciones armadas, lejos de solucionar los bloqueos en el diálogo, no ha hecho sino producir un bloqueo superior, que ha llevado a las partes a posiciones alejadas de la solución y a un escenario de colapso. Este esquema debe ser superado y en esa dirección los principios del senador Mitchell se convierten en el marco de referencia que permite la superación eficaz de los obstáculos.

La Izquierda Abertzale muestra su total disposición a iniciar una dinámica que permita habilitar el diálogo y la negociación en igualdad de condiciones entre todas las fuerzas políticas vascas, al objeto de lograr un acuerdo político para la constitución de un marco democrático por el cual la ciudadanía pueda decidir libre y democráticamente sobre su futuro sin otro límite que la voluntad popular.

Después de aquel primer pronunciamiento de Altsasu del 14 de noviembre, mediante esta nueva declaración sobre la resolución del conflicto, la Izquierda Abertzale deja sentado, sin reservas, su compromiso con un proceso político pacífico y democrático para lograr ese escenario donde el Pueblo Vasco, libre y sin injerencias ni violencia de ningún tipo, determine su futuro.

EZKER ABERTZALEA,

En Euskal Herria, a 24 de abril de 2010.

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