Cuando mañana abran los mercados, debe estar listo el mecanismo de rescate de países de la UE en quiebra o que se enfrenten a ataques especulativos sobre su deuda. Para ello, hoy se reunirán los ministros de Economía de los Veintisiete de forma extraordinaria en Bruselas con el objetivo de aprobar la creación de un fondo permanente, según acordaron los jefes de Estado y de Gobierno del Eurogrupo celebrada el viernes.

Según afirmaron los líderes europeos en su declaración, todas las instituciones y países de la zona euro están de acuerdo en utilizar «todos los instrumentos disponibles para garantizar la estabilidad del euro».

En la reunión deberán concretar también qué papel asumirá el Banco Central Europeo (BCE). El Banco podría comprar deuda pública, aceptar deuda con baja nota (como la griega) como garantía y reanudar las inyecciones de liquidez a un año que se suspendieron en diciembre, informaron fuentes diplomáticas.

El pacto sobre «un mecanismo europeo de estabilización para conservar la estabilidad financiera en Europa» intenta frenar los ataques especulativos contra Portugal, el Estado español y la moneda única que se produjeron la semana pasada y que desestabilizaron los mercados financieros internacionales.

Señal a los especuladores

Los líderes europeos consideraron que ya no se trata sólo de la desconfianza sobre la economía griega, sino de un ataque contra la moneda única.

Para la canciller alemana, Angela Merkel, la creación de este mecanismo supondrá «una señal muy clara contra los que especulan contra el euro». «Los especuladores deben saber que van a apostar a perdedor», dijo Sarkozy al término de la reunión del viernes. Según el presidente francés, la UE va a regular los mercados financieros para evitar que la situación se repita y, concretamente, aprobará reglas para los productos derivados y moralizará la labor de las agencias de calificación.

El Ejecutivo comunitario presentará hoy con carácter urgente su propuesta legislativa para crear este instrumento. Y el Ecofin lo aprobará de inmediato para que pueda empezar a funcionar cuando abran los mercados financieros, si fuera necesario.

Rapidez

El único precedente de una actuación tan rápida de la UE se encuentra en los planes de rescate bancario diseñados en octubre de 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers, para evitar el hundimiento del sistema financiero europeo.

Hasta ahora, la lentitud había sido su característica, tal y como reconoció ayer el denominado «comité de sabios» para el futuro de la Unión Europea (UE), dirigido por el ex presidente del Gobierno español Felipe González. El nuevo mecanismo parte de la experiencia del plan de rescate de Grecia, que se tuvo que improvisar porque no estaba previsto en la legislación comunitaria, pero que no serviría para ayudar a países como el Estado español, cuyo rescate costaría entre seis y siete veces más que el de Grecia.

Por ello, el mecanismo permanente de estabilización que aprobarán los ministros de Economía de la UE no se basará en préstamos bilaterales sino en una ayuda financiera del presupuesto comunitario que será concedida por la Comisión a un Estado miembro. Se basará en el artículo 122.2 del Tratado, que permite esta asistencia en caso de «serio riesgo de dificultades graves» debidas a «acontecimientos excepcionales», explicaron a Efe fuentes diplomáticas. La ventaja es que se podría activar con rapidez, pero su inconveniente es la escasez de fondos disponibles, alrededor de 70.000 millones de euros para los próximos años, ya que no se puede superar el tope del presupuesto comunitario pactado por los 27 para el periodo 2007-2013. Por ello, la activación de este fondo para rescatar a un país con problemas deberá ir siempre acompañada de la actuación del Banco Central Europeo (BCE) para resultar eficaz. El presidente de la autoridad monetaria, Jean-Claude Trichet, está dispuesto a emprender este tipo de actuaciones.