EIBAR Play-off de ascenso
Ipurua tomará la decisión
El equipo azulgrana comenzó ambicioso pero acabó prefiriendo proteger el empate a cero.
ALCOYANO 0
EIBAR 0
GARA | ALCOY
Será por k.o., es lo que tienen las eliminatorias, pero habrá que esperar al segundo asalto. Eibar y Alcoyano firmaron un empate sin goles en el arranque del play-off de ascenso a Segunda A, que deja todo abierto para el encuentro del próximo domingo (19.30, ETB1) en Ipurua.
No es una mala noticia para los armeros, que aprobaron su primer examen serio desde la llegada de Javier Mandiola al banquillo. Tras enfrentarse a dos rivales sin excesiva tensión en la despedida de la temporada regular, el Eibar volvía a la competición de verdad con algunas incógnitas por resolver. La respuesta fue buena, porque contrariamente a lo sucedido en muchos, demasiados, de sus desplazamientos, regresa a casa con la portería inmaculada, tras ofrecer una imagen de seriedad defensiva casi olvidada y con la sensación, igualmente inhabitual, de que saltó al campo con más ganas de imponerse que respeto al rival.
Porque los azulgranas buscaron la victoria en el primer tramo del encuentro. Sin grandes alardes pero con las ideas claras. Arruabarrena y Sutil ejercieron de rematadores sin la fortuna del gol.
Con el paso de los minutos, el Alcoyano despertó. Y aunque su control fue más aparente que efectivo, también logró asustar a su rival en un par de ocasiones. Incluyendo un gol anulado a Curto por fuera de juego.
Las virtudes del empate
En la segunda parte, más conforme avanzaron los minutos, el Eibar empezó a apreciar las virtudes del empate y prefirió dedicar casi todos sus esfuerzos a proteger a Zigor -aunque Maestro y Molina salvaron a su equipo ante Manu García y Javi Gómez en la misma jugada-, frente a un adversario que quiso, pero no pudo.
Ante los empellones de un Alcoyano que quería viajar con ventaja, los armeros mantuvieron el sitio y la compostura, recuperando la imagen de equipo sólido, rocoso, casi impenetrable que tanto se ha echado de menos en toda la segunda vuelta del campeonato. Sólo una vez, a cuatro minutos del final, estuvo a punto de venírsele abajo el tinglado, con un disparo envenenado de Carpio que superó a Zigor pero que, afortunadamente, se encontró con el palo.
Aunque su equipo no saltó al campo «a por el cero a cero», el marcador final no disgusta a Javier Mandiola. «El empate a cero es bueno, pero sin más, porque un gol del Alcoyano te complica las cosas y un empate con goles no nos vale».
Bueno y «justo, porque no he tenido una sensación de gran peligro ni de acoso de ellos, salvo en el tramo final», recordó Manix, satisfecho porque «hemos controlado bastante bien el partido y hemos estado bien posicionados. Tampoco hemos querido arriesgar, pero sí presionar arriba», explicó.
De cara a la vuelta, el técnico confía en «la ventaja del ambiente» de Ipurua, aunque advirtió que «hay que seguir igual de intensos y concentrados porque no hay muchas diferencias» entre los dos equipos. GARA
