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Baja repercusión de la huelga de CCOO y UGT en Hego Euskal Herria

La huelga en el sector público convocada por CCOO, UGT y CSIF tuvo ayer una limitada repercusión en el conjunto de Hego Euskal Herria, por los datos oficiales y los ofrecidos por las centrales sindicales. Desde los convocantes se aseguró que la respuesta a la huelga en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa fue la que tuvo menor seguimiento (40%), mientras en Nafarroa la situaron en el 77%. Los gobiernos de Patxi López y Miguel Sanz redujeron su incidencia a un máximo del 10%.

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Juanjo BASTERRA

La huelga convocada por UGT, CCOO y CSIF en el sector público de Hego Euskal Herria tuvo una limitada repercusión, «muy escasa» a juicio de los responsables de los dos gobiernos autonómicos, y «satisfactoria» para CCOO y UGT. Al mediodía se realizaron manifestaciones en Bilbo, Donostia y Gasteiz, que reunieron en conjunto a unas 3.000 personas bajo el lema «No al recorte de gasto público. Inposaketarik ez», que en la capital vizcaina estuvo encabezada por Unai Sordo, secretario general de CCOO Euskadi, y Dámaso Casado, secretario general de UGT Euskadi. En Iruñea, la manifestación se desarrolló por la tarde.

Sordo explicó que esta huelga «no es el final de nada, sino un paso más para decir a las administraciones públicas que, si piensan seguir por la línea del ajuste y de la imposición, tanto en lo referido a la reforma laboral como a las pensiones o en cualquier otro tema de ámbito sociolaboral, se encontrarán con la respuesta más contundente del movimiento sindical».

En este sentido, reclamó a los diferentes gobiernos que no continúen por la senda de «los recortes y las imposiciones», porque «en un breve plazo tendrá encima de la mesa una convocatoria de huelga general en todo el Estado español».

El líder CCOO-Euskadi dijo a los responsables de las administraciones públicas que «no se pueden saltar a la torera los acuerdos pactados en negociación colectiva», tanto en el sector público como en el privado. Esa actuación es «irresponsable», a juicio de Sordo, y llevará «a una confrontación generalizada con el movimiento sindical». «No es lo que necesita el país», precisó. No obstante, recordó que mantendrán su presencia «responsable» en las mesas de diálogo social.

Dámaso Casado manifestó que si el Gobierno de Patxi López tiene que cumplir la ley que emana del Gobierno español y el Congreso español de recorte de los salarios de los empleados públicos, «que la cumpla», pero pidió que «no extienda ninguna ley para seguir recortando derechos a los trabajadores».

El responsable de UGT también advirtió de que «recortar ingresos» conlleva «una cotización mucho más baja a la Seguridad Social y una rebaja de los impuestos, lo que va a afectar al conjunto del bienestar social».

Los datos facilitados por UGT y CCOO sobre la incidencia de la huelga indicaron que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa la misma tuvo el menor seguimiento del conjunto del Estado español, con un 40% y situaron en el 77% la incidencia en Nafarroa. Los datos de las administraciones públicas situaron el paro entre el 5% y el 10%, en el mejor de los casos, y calificaron de «muy escasa» las repercusión del paro en general en el sector público de Hego Euskal Herria.

Un detalle de la escasa incidencia de la huelga se sitúa en la compañía municipal del tranvía de Donostia (D-Bus), que tiene una plantilla próxima a 500 trabajadores. UGT con siete delegados tiene mayoría absoluta en el comité de empresa, pero no hizo huelga. Según pudo saber este diario, convocaron la primera asamblea de trabajadores desde hace 8 años, pero toda la plantilla, incluidos los delegados de UGT, votó en contra de esta huelga.

Disparidad entre las cifras de los gobiernos y los convocantes

En el conjunto del Estado español más de 2,5 millones de trabajadores y empleados públicos habían sido convocados al paro general de veinticuatro horas por CCOO, UGT y CSIF contra los recortes salariales y sociales aprobados por el Gobierno español para reducir el déficit. Como es habitual, se produjo una disparidad de cifras de seguimiento en todas las comunidades autonómicas. Así, mientras los convocantes situaron la huelga por encima del 70% en el conjunto de las administraciones públicas, los representantes de los gobiernos, en el mejor de los casos, cifraron el paro en un 11,5%.

Los sindicatos sostuvieron que la protesta fue masiva y destacaron que una parte de los empleados y de la sociedad en general salió a la calle para rechazar los recortes del Gobierno español. En Madrid, los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, asistieron a una manifestación en la que se advirtió a los responsables de los recortes sociales que no se puede seguir por esa línea y se pidió un cambio de política a favor de los más desfavorecidos.

La huelga rechazó el plan de ajuste que prevé un recorte medio del 5% del salario de los empleados públicos a partir de este mes y la congelación de su nómina en 2011, además de no subir las pensiones contributivas, salvo las mínimas, el año que viene, lo que fue duramente criticado. GARA

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