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La cartelera teatral de sala se desertiza durante el mes de julio

Los principales teatros de Euskal Herria presentan una hoja en blanco cuando se consulta la programación de este mes. Las vacaciones, dinámicas establecidas o una menor afluencia de público; el hecho es que la única posibilidad de acudir al teatro suele coincidir con las fiestas de cada localidad. La otra cara, la sucesión de festivales de calle.

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Itziar AMESTOY | GASTEIZ

Los aficionados a las artes escénicas se suelen ver obligados a guardar las entradas a salas durante el verano y, como con la ropa, sacar su lado más estival y lanzarse a la calle en busca de ese otro tipo de espectáculos. No es tanto que los grandes teatros cuelguen el cartel de cerrado durante julio, sino que, por costumbre o dinámica, no programan este mes.

Hay, por otro lado, una excepción con mayúsculas en este terreno, son las semanas de fiestas. Sin ir más lejos, el Teatro Gayarre se encuentra estos días sumergido en los Sanfermines. Después de tres días de música, el domingo llega, para quedarse hasta el martes, «La cena de los idiotas». En el Teatro Barakaldo ocurre algo parecido, donde además de la misma obra que en el Gayarre, también se podrán ver «El título de este espectáculo no es mi madre « y «Brujas». Eso sí, cuando acaben las fiestas de Iruñea y Barakaldo, julio se queda vacío.

En las otras capitales, los teatros esperan su turno a que en agosto empiecen las fiestas. Hasta ese día, el Victoria Eugenia, el Arriaga de Bilbo o el Principal de Gasteiz simplemente esperan. En el caso guipuzcoano, desde Donostia Kultura explican que «su dinámica», ya asentada, consiste en programar únicamente en el Teatro Principal durante julio e ir ampliando poco a poco hasta llegar también al Victoria Eugenia. Por ello, el Principal presenta «La curva de la felicidad», «El pez gordo» y «Brujas». Respecto a la Aste Nagusia reconocen que se toma como un periodo de oportunidad, aunque la abundancia en la oferta cultural gratuita hace crecer la competencia.

Tiempo para obras y descanso

El bilbaino Arriaga, por su parte, aprovecha el mes de julio para que sus efectivos disfruten de las vacaciones y el teatro se prepare para la siguiente temporada, llevando a cabo las obras necesarias. Habrá que esperar hasta el 12 de agosto para volver a subir el telón del escenario, que acogerá durante un mes el musical «Chicago», ambientado en los años 20 y que en su estancia en Madrid ha tenido un gran éxito. En Gasteiz, ocurre algo parecido. Aunque se presenta bajo el título de «Temporada de verano», la oferta recoge los conciertos que aporta el Festival de Jazz de la ciudad en el Principal. En lo que a artes escénicas se refiere, los seis días de La Blanca aglutinan toda la oferta, este año con «Ser o no ser», «Sexos» y «Brokers». Ejemplos como el del Lizeo Antzokia en Gernika, el Coliseo Antzokia en Eibar o Lizardi Antzokia en Zarautz no hacen más que confirmar la dinámica. En estas salas no se encuentran funciones teatrales; al contrario, la mayoría de los espectáculos programados son conciertos.

Julio, por lo tanto, parece que no es tiempo de meterse en una sala cerrado para ver funciones. Es para salir a la calle y conocer esa otra forma de hacer teatro que tienen las artes de calle.

Los festivales de calle, la otra cara del verano

La escasez de funciones de sala tiene el contrapeso en los festivales de calle. Casi sin excepción, todos los fines de semana hay alguna localidad de Euskal Herria que aprovecha el verano para presentar su festival. Ayer fue el último día de Kalealdi, que ha estado durante dos semanas en Bilbo convirtiendo sus calles en escenarios. Este fin de semana, sin ir más lejos, se está celebrando una de las citas más consagradas en este terreno, el Festival Internacional de Teatro de Calle de Lekeitio.

Otro de los encuentros de los que se podrá disfrutar esta semana se está celebrando en Zarautz. Ocho espectáculos dan forma a la edición número 17 de Kalerki-Encuentro de Teatro de Calle, un certamen que empezó ayer y dará dos jornadas de teatro hoy y mañana. En él, como cada año, la compañía local Alproja ha estrenado su nuevo trabajo, «Osatzen». Durante el día de hoy, Efimer con «Lo monstre», Murmullo y Metralleta con «Su-seso taladro» y la compañía Quidam con «L´effet Sphère» que se estrenó el pasado mes de mayo en Chalon-sur-Saône. Para mañana quedarán los trabajos de Vagalume, Nacho Vilar y Gaupasa producciones y Visitants. Un festival, al fin y al cabo, que mezcla trabajos de marionetas, de humor y de diferentes estilos y técnicas teatrales. Propuestas dirigidas a públicos de todos los gustos y edades.

Julio seguirá y la próxima semana llega el turno del Festival de Teatro Clásico de Erriberri, que aúna en este caso funciones de calle y de sala. GARA

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