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El PNV propone que se pueda despedir por pérdidas «previsibles»

El PNV pedirá en el Congreso español que el despido por causas objetivas pueda aplicarse en empresas que, aunque no presenten pérdidas en sus cuentas actuales, de su evolución económica se deduzcan «perdidas previsibles en un futuro próximo». El grupo jeltzale presentará este cambio en sus 26 enmiendas al proyecto de ley de reforma laboral que se votará la próxima semana. También amplía la posibilidad de concatenar contratos temporales.

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Pablo RUIZ DE ARETXABALETA

Una empresa podrá acogerse al despido objetivo, -el más barato para las empresas con una indemnización de 20 días por año trabajado- cuando de su evolución económica «resulten o puedan resultar pérdidas actuales o previsibles en un futuro próximo», según la propuesta que ha presentado el grupo parlamentario del PNV en el Congreso de Madrid, durante el trámite de enmiendas parciales al proyecto de ley de la reforma laboral.

Con este texto, no se trata ya de que la empresa pueda despedir a un empleado de la forma más barata cuando tenga pérdidas en la actualidad, sino que le basta con presentar unas cuentas de las que se deduzcan pérdidas «previsibles en un futuro próximo». El grupo del PNV en el Congreso español ya valoró los cambios en el decreto aprobado respecto al borrador inicial que elaboró el Gobierno.

En aquél se requería demostrar pérdidas e incluso se exigía que las pérdidas deberían ser «continuadas en el tiempo» para poder recurrir al despido barato. El decreto ley finalmente cambió este texto por la ambigua frase de «acreditar una situación económica negativa». Ahora el PNV, aunque recupera la palabra «pérdidas», las remite a las que puedan producirse en un futuro.

Hasta ahora, con críticas, el PNV ha abierto la puerta al abaratamiento del despido que recoge la reforma laboral. En su día, se unió a la abstención que permitió su aprobación en la Cámara española y consideró la reforma «insuficiente» y «mal concretada». La semana pasada rechazó las enmiendas a la totalidad que presentaron ERC-IU-ICV y el BNG al proyecto de ley de la reforma. Esta actitud contrasta con la crítica que desde los propios diputados jeltzales se ha lanzado hacia el texto, afirmando que «opta por el despido como el camino más fácil», según el diputado Emilio Olabarria

Olabarria, en la justificación de sus enmiendas asegura que «lo que buscamos, en definitiva, es que el despido sea la última opción», así como «reforzar los derechos laborales».

El Gobierno, dispuesto

Las causas del despido objetivo son precisamente uno de los aspectos en los que el Gobierno español se ha mostrado dispuesto a negociar con la oposición. El ministro español de Trabajo, Celestino corbacho indicó que «probablemente» durante el debate de enmiendas al articulado en la Comisión de Trabajo e Inmigración «la ley deberá ajustar más y mejor esas causas», y se mostró convencido de que el texto será enmendado. No obstante, se preguntó cuál debe ser el límite y apostó por que haya garantías jurídicas para que «no sea una puerta falsa por donde se pueda despedir a los trabajadores».

Para el ministro de Trabajo estas circunstancias objetivas se dan con claridad cuando una empresa necesita hacer un ajuste de plantilla porque lo que está en peligro es su continuidad.

En total el PNV ha registrado 26 enmiendas, entre las que destaca también la modificación del texto que actualmente limita la concatenación de trabajos temporales en una empresa y prevé que, tras dos años, el empleado se convierta en fijo.

Olabarria sostiene que se trata de un «sinsentido, aún mayor cuando se incluyen grupos de empresas en las que la diferencias de las actividades a desarrollar puede y suele ser radical», afirma Olabarria.

En su lugar, propone que, para adquirir la condición de fijo, el trabajador temporal debe desempeñar «idéntica actividad y en el mismo puesto de trabajo» durante esos dos años. De esta forma, podría cambiar de puesto en la misma empresa indefinidamente bajo un contrato temporal.

Excepción

Además, introduce la excepción para poder utilizar contratos por obra o servicios por consustancial de la producción durante más de tres años y con un límite de cinco, a empresas que acrediten que no utilizan la temporalidad en más de un 10%. De esta forma, asegura, «trata de atender los requerimientos de empresas de carácter multinacional, y vinculadas a los requerimientos de sedes sociales en el extranjero, que por razones de productividad y competencia puedan exigir la utilización de estos contratos».

Por otro lado, plantea que, cuando la empresa modifique de forma sustancial las condiciones de trabajo, y la plantilla carezca de representación legal, puedan nombrar una representación «ad hoc» para negociar, es decir, sin intervención sindical. El decreto prevé que intervengan representantes de los sindicatos más representativos del sector al que pertenezca. El PNV cree que el negociador sectorial «suele ser ajeno» a la marcha de la empresa.

El PNV defiende bonificar las cuotas empresariales con un 50% para todos los contratos temporales se conviertan en fijos, y lo hacen durante el primer año de vigencia de la ley, que la bonificación sea del 100%.

En cuanto a los ERE, el grupo jeltzale apoya que, cuando haya acuerdo entre empresarios y trabajadores, no se precise autorización administrativa.

Otras de las modificaciones que defiende el PNV van dirigidas a evitar los «fraudes en los contratos en prácticas», de tal forma que se conviertan «automáticamente» en fijos si se demuestra un «abuso del mismo».

Olabarria, en su justificación, señala que se trata de adaptar la reforma a la economía vasca, «más avanzada, con claro acento industrial y tecnológico, en la que el valor añadido tiene un importante peso».

El diputado Josu Erkoreka, en un artículo sobre la reforma laboral en su blog, también insinúa que no es lo mismo facilitar el despido en una economía en el que la mano de obra presenta una baja cualificación -con lo que es fácilmente sustituible- que cuando ésta aporta un alto valor añadido, como sería el caso de la vasca, y en el que el empresario no se dedicaría, a su juicio, «ni con un coste cero» a desprenderse sistemáticamente de los trabajadores.

CAMBIOS

Desde el primer borrador de la reforma laboral, se pasó de exigir «pérdidas continuadas en el tiempo» a «acreditar una situación económica negativa» para aceptar el despido por causas objetivas.

en la negociación

CiU pide que las causas objetivas de despido por razones económicas sean negociadas entre patronal y sindicatos en el marco de la negociación colectiva, lo que deja a los trabajadores sin garantías legales a las que acogerse, sobre todo en las pequeñas empresas.

caída del negocio

Coalición Canaria plantea que el despido objetivo por causas económicas pueda llevarse a cabo cuando una empresa, en su último ejercicio, tenga pérdidas superiores al 10% de los costes de personal de ese mismo año, incluyendo las cargas sociales. También cuando tenga resultados negativos durante al menos un ejercicio o bien cuando el importe neto de su cifra de negocios caiga, al menos, el 25% anual.

empeorar

La mayoría sindical vasca ya advirtió, en la valoración de la huelga general del 29 de junio, que lo peor de la reforma laboral estaba por llegar, ya que la pérdida de derechos se agravaría tras su paso por el Congreso español para convertir el decreto en ley.

El PP pide prohibir la huelga en la renegociación del convenio vigente

Ampliar la duración del contrato por obra, aumentar las materias que se pueden dejar sin efecto en los convenios y que no se puedan convocar huelgas o conflictos colectivos para alterar lo pactado son las principales enmiendas presentadas por el PP a la reforma laboral.

Según señala Efe, el PP ha registrado 71 enmiendas al proyecto de ley de reforma laboral del Gobierno, que la próxima semana serán votadas, junto a las del resto de grupos, en la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso de los Diputados.

En una de ellas se propone que cuando se esté revisando un convenio «no podrán adoptarse medidas de huelga o conflicto colectivo que tengan por objeto alterar, durante su vigencia, lo pactado» en un convenio colectivo.

Además, propone ampliar a cuatro años -frente a los tres que recoge el texto del Gobierno- el tiempo máximo que puede durar un contrato de obra o servicio y a partir del cual el trabajador se convertirá en fijo. No obstante, se precisa que los cuatro años se podrán prorrogar otros doce meses más si así se pacta en convenio colectivo. Respecto a la generalización del contrato de fomento del empleo estable, que rebaja la indemnización por despido de 44 a 33 días, el PP quiere que se pueda usar con los parados que lleven al menos quince días -en el Real Decreto del Gobierno se fija el período mínimo en tres meses- inscritos ininterrumpidamente como demandantes de empleo.

También demanda que se rebaje a 90 días el limite de seis meses que se fija en la norma para que las empresas que han despedido puedan utilizar el contrato de fomento del empleo estable.

Al igual que el PNV, para los casos en los que en las empresas no haya representación sindical, el PP abre la posibilidad a que sean los trabajadores -eligiendo a tres de ellos- los que negocien con medidas de flexibilidad interna y la modificación de las condiciones laborales, sin intervención de los sindicatos.

En materia de descuelgue de convenio, el PP no lo limita sólo a salario, también lo aplica a la regulación de jornada, horario y distribución del tiempo de trabajo, a las funciones y las mejoras voluntarias de la Seguridad Social. Y no sólo las contempla cuando afecten al mantenimiento del empleo, sino a cuando su inaplicación «favorezca una posición competitiva en el mercado o una mejor respuesta a las exigencias de la demanda». GARA

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