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ANÁLISIS I LA ULTIMA GRANDE DE LA TEMPORADA

El ciclismo vasco, fortalecido tras una Vuelta que debió ganar Antón

El ciclismo vasco ha demostrado su gran nivel en una Vuelta en la que ha logrado cinco triunfos parciales con Igor Antón (2), David López, Imanol Erviti y Mikel Nieve y en la que habría ganado más etapas y la general final si el de Galdakao no se cae camino de Peña Cabarga.

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Joseba ITURRIA I

La Vuelta finalizó en Madrid con el triunfo de Vincenzo Nibali y con la mejor actuación del ciclismo vasco en una grande desde que en 1972 el mítico Kas arrasara en la ronda española. Entonces sumaron cinco triunfos individuales entre Miguel Mari Lasa (2), Txomin Perurena (2) y Jesús Aranzabal y además Kas ganó la crono por equipos, colocó a seis de sus corredores entre los ocho primeros de la general, entre ellos los dos primeros Fuente y Lasa, ganó la regularidad con Perurena, la montaña y la combinada con Fuente y la general colectiva.

Desde entonces el ciclismo vasco no había superado nunca en una grande los cuatro triunfos parciales obtenidos en el Tour del 92 con Indurain (3) y Murgialdai y en las Vueltas de 1999 con Igor González de Galdeano (2), Olano y Laiseka, de 1983 con Marino Lejarreta (3) y Juan Fernández, de 1981 con Yurrebaso, Juan Fernández, Lasa y Murga. En 1974 Kas ganó la crono por equipos y vencieron etapas Perurena (2) y Uribezubia. En las tres ediciones anteriores a esta Vuelta sólo se consiguió el triunfo de Erviti en 2008.

La sensación que ha dejado el dominio de Igor Anton en la montaña y el gran rendimiento de Euskaltel permiten pensar que si el de Galdakao no se llega a caer poco antes de la ascensión a Peña Cabarga habría ganado, además de la general final, más etapas en los cuatro finales en alto que le quedaban.

La Vuelta ha sido la confirmación de Antón y de un gran año para el ciclismo vasco y su principal representante, el Euskaltel-Euskadi, que ha igualado las tres victorias logradas por Samuel en la edición de 2007 y ha establecido un nuevo récord de 16 en una temporada -una más que en 2000- y, lo que es más importante, muy repartidas entre ocho ciclistas. En los últimos años sólo ganaban Samuel, Anton y Fernández de Larrea. Este curso, a sus diez triunfos -cinco del asturiano, cuatro del vizcaino y uno del alavés- hay que sumar los de Gorka Izagirre (2), Beñat Intxausti, Pablo Urtasun, Rubén Pérez y Mikel Nieve.

Esos éxitos, la actuación de Samuel Sánchez en el Tour y de Igor Antón en la Vuelta, y las oportunidades que reclaman otros corredores de gran proyección como Romain Sicard y Castroviejo, que el año que viene deberían correr ya alguna grande, justifican que Euskaltel reconsidere su decisión de renunciar al Giro en las dos últimas temporadas. La repercusión que tiene la carrera italiana es muy grande y Nibali ha demostrado que se puede correr a un gran nivel Giro y Vuelta, que podría ser el calendario de Igor Anton mientras Samuel repite el de este año con la Euskal Herriko Itzulia como primer objetivo y el Tour, con la opción también de disputar las clásicas a las que renunció esta primavera.

Sólo catorce corredores del Euskaltel han disputado una grande esta temporada y todos han dado un gran nivel. Correr el Giro permitiría aumentar ese número, que Koldo pueda volver a sprintar en Italia y que los jóvenes tengan la opción de foguearse en una grande que tuvo Antón en sus comienzos. Es una prueba que ETB televisa en directo y puede ser un buen test para el de Galdakao, cuya fractura de codo no le impedirá preparar bien la próxima temporada a diferencia de lo que sucedió con su caída de hace dos años en la Vuelta. Su recorrido se adapta a la perfección a sus características y, después de lo visto en los últimos años, ningún corredor que quiera disputar la general del Tour va a correr a tope el Giro porque los que lo hacen acusan el desgaste.

Esta temporada ha demostrado la dificultad de encadenar dos grandes de manera consecutiva. Sólo Joaquim Rodríguez ha estado a un gran nivel en Tour y Vuelta, y además su mérito es mayor porque ya tuvo un primer gran pico de forma en marzo y abril con victorias en la Volta, Lizarra y en la etapa de Orio en Euskal Herriko Itzulia.

Porque la Vuelta ha tenido muchos grandes nombres, pero mental y físicamente los ciclistas llegan a setiembre muy cansados y los demás que han disputado la general han sido corredores que no han corrido otra grande como Peter Velits, Antón y Mosquera, o los que habían ido al Giro como Nibali y Tondo. Los otros dos que lograron buenas generales en Tour y Vuelta dentro de su nivel, pero con poca presión, han sido Nicolas Roche y Luis León Sánchez, que demostró su profesionalidad en su adiós del Caisse d'Epargne antes de ir a Rabobank. Peleó hasta el último día por dar al equipo navarro la victoria en la general por equipos que al final ganó Katusha y terminó en una buena décima plaza.

No acabó muy lejos de ella Mikel Nieve, cuyo duodécimo puesto tiene más valor por el trabajo realizado para Igor Antón, por el tiempo perdido en Peña Cabarga tras esperarlo y por la valentía con la que se ha movido la última semana con el apoyo de dos sensacionales Juanjo Oroz y Amets Txurruka.

Nibali ha confirmado su gran nivel. Ya en el Giro, pese a correrlo sin prepararlo porque no entraba en un calendario en el que su objetivo era el Tour, acabó en el podio y sólo la presencia en su equipo de Ivan Basso, a la postre ganador, le dejó sin opciones de aspirar al triunfo final. Liquigas ha ganado dos de las tres grandes y ha demostrado ser un equipo muy fuerte.

En ausencia de Igor Antón, Nibali ha sido el más regular en una Vuelta en la que la crono de Peñafiel decidió más que las seis llegadas en alto. Así, Peter Velits se colocó en el podio cuando en la montaña estaba un punto por detrás de Joaquim, Frank Schleck o Tondo. En la montaña también destacó su ganador, Moncoutie, que encuentra en la ronda española una grande para dar su mejor nivel tras renunciar al Tour por la presión que le supone correr en casa.

La Vuelta ha servido para confirmar la profesionalidad de Iñigo Cuesta, al que la Fundación Euskadi le dio la oportunidad de iniciar una carrera que no va a terminar pese a sus 41 años. Unipublic tuvo el detalle de darle el número 1 y se ha comportado como tal, con mucha presencia en carrera y un buen puesto 27 en la general en su decimoséptima Vuelta seguida. Y podrá correr alguna más con el Geox de Sastre si se confirma su fichaje por el equipo de Gianetti, Matxin y Angoitia.

Otro ejemplo de profesionalidad como José Luis Arrieta no pudo terminar la Vuelta por una tendinitis. El navarro no había abandonado nunca ninguna grande salvo el Tour de 1998, en el que dejó la carrera todo su equipo, pero la desgracia se ha cebado con él este año en forma de caídas y lesiones y le impidió dejar el ciclismo como merecía a los 39 años ayer en Madrid.

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