Al menos 17 personas murieron y 15 resultaron heridas entre el lunes y el martes en Karachi, en el sur de Pakistán, en una ola de violencia atribuida por fuentes policiales a bandas mafiosas, informó Efe. La mayoría de las muertes ocurrieron el lunes y se deben a ajustes de cuentas entre bandas mafiosas de la principal metrópoli del país, pero también murieron cuatro activistas políticos y otra persona pertenecía a una corriente islámica minoritaria. Según esta versión, los actos de violencia se registraron en varios puntos de la ciudad portuaria, especialmente en algunos suburbios.

En algunos casos, hombres armados que circulaban en motocicleta dispararon en marcha a las víctimas, aunque también hubo choques entre vándalos y las fuerzas de seguridad y disturbios que se saldaron con la quema de vehículos.

La situación volvía poco a poco a la normalidad en Karachi, donde fueron desplegados efectivos especiales de las fuerzas de seguridad, explicaron las fuentes.

La capital financiera de Pakistán vivía una situación de tensión desde que el día 16 fue hallado muerto con signos de violencia en su exilio de Londres el político Imrán Faruq, «número dos» del MQM, partido que gobierna Karachi.