La cesta punta sigue creciendo en Filipinas y para eso también ha ayudado la creación de una empresa profesional en Cagayan. Eso también ha llevado que el nivel de la selección de Filipinas en Pau haya bajado, ya que los mejores están en la élite.

Pese a ello, los asiáticos han concluido el campeonato en el sexto lugar, aunque lo podían haber acabado en el quinto puesto. A pesar de todo, la imagen de Filipinas ha sido buena. Ha ganado dos partidos y ha perdido otros tantos.

«La situación de la cesta es muy buena. Entre profesionales y aficionados habrá más de 60 equipos y eso es muy bueno para nosotros», comenta Alberto Salcedo, integrante de la Federación de Filipinas.

El dirigente asiático deja claro que la relación de la federación con la empresa profesional es mínima. «Ellos llegan y se llevan a los mejores amateurs. No tenemos mucha relación, cada uno hace su vida, pero ese es el funcionamiento de las empresas profesionales en todo el mundo», afirma resignado el filipino.

Eso sí, confirma que la posibilidad que tienen ahora los jóvenes puntistas del país asiático para vivir de la pelota ha ayudado para que cada vez se acerquen más a los frontones. «Cuando ven que pueden vivir de la pelota eso motiva a los chavales, también hay que decirlo», ratifica Alberto Salcedo. En Filipinas tienen claro que sin la ayuda de la Federación Internacional no hubieran podido seguir hacia adelante. «La Federación Internacional nos ha ayudado mucho, sin ellos no hubiéramos podido estar en Pau. Nos han dado mucho material, que era imprescindible para seguir con la pelota, por lo que no tenemos más que agradecer su apoyo, por todo lo que han hecho por nosotros».

Llega el frontenis

Pero no sólo de la cesta vive la pelota en Filipinas, ya que han comenzado a jugar al frontenis. «El año pasado comenzaron a jugar al frontenis y poco a poco nos estamos iniciando en esa modalidad. Si todo va bien, esperamos participar en el próximo Mundial», afirma Alberto.

Pero no hay más, cesta y frontenis son las únicas modalidades, no existen más, ni tampoco parece que vayan a existir en un futuro próximo. «Ahora mismo es imposible pensar que Filipinas pueda tener pelotaris que jueguen a mano, a paleta o a pala. Para empezar, no tenemos instalaciones para practicar esas modalidades y luego tampoco tenemos técnicos para que nos enseñen. Para eso necesitaríamos mucha ayuda de fuera y ahora mismo no lo veo muy factible», dice Salcedo.

Otro de los problemas de Filipinas es la soledad, ya que es el único país de Asia donde juegan a la pelota vasca y salir a otros lugares les cuesta mucho dinero. Incluso moverse y expandir más la pelota dentro del propio país no es fácil, según el mandatario de la Federación, ya que hay muchas islas y moverse tiene mucho costo.

Eso sí, el futuro, sobre todo de la cesta, lo ve prometedor: «La cesta está en un gran momento en Filipinas. Cada vez hay más gente joven y estamos convencidos de que esto va a ir a más», dice Salcedo.

Pese a haber afición y tener una empresa profesional, los medios de comunicación no se interesan demasiado por la cesta. «Este deporte tiene los seguidores que tiene. Las personas que por primera vez ven un partido quedan impresionados y muchas veces regresan al frontón, pero los medios apenas se fijan. Alguna vez pueden hacer alguna reseña, pero poco más», afirma con tristeza Alberto Salcedo.

Ahora ya piensan con mucha ilusión en el próximo Mundial que se jugará en México, donde esperan acudir a jugar en cesta y frontenis.