El nombre que se da al acto con el que las autoridades españolas pretende hacer un tres en uno imperial: homenajear al benemérito cuerpo armado fundado por el Duque de Ahumada; celebrar el día de la raza, la hispanidad o el descubrimiento del llamado entonces nuevo mundo y el despliegue de sus ejércitos para pasmar a los pasmados, es un galimatías. Nadie sabe exactamente qué es, cuál es el objetivo final, los porqués de su convocatoria. Ni los comentaristas del desfile militar de Intereconomía, militares, naturalmente, que se confunden asiduamente, que no pierden la oportunidad para hacer política partidista coyuntural, al igual que en Veo, donde los tertulianos habituales muestran su patita. También forman parte del coro la CNN, y la primera estatal que es la que sirve la señal televisiva institucional. Su aparente asepsia es parte del discurso.

Los abucheos constantes a ZP forman parte del diseño de esta ceremonia con tanto aroma pre-golpista. Un ambiente enrarecido, promovido desde la derecha más extrema que campa a sus anchas, y que no respeta ninguno de los tramos del ritual, ni siquiera cuando se honra a los fallecidos. Probablemente serán unas docenas, pero los medios de comunicación logran amplificarlos hasta el infinito. La señal de audio y vídeo institucional dejaba oír esos abucheos, a lo lejos, los comentaristas de unos lo silenciaban y de otros canales lo señalaban, pero llegan los noticiarios y esos abucheos son eternos, grandiosos. ¿Manipulación? Claro, como siempre.

Y al llegar a esos noticiarios es cuando se descubre que la bandera de Venezuela no desfiló. Y yo juro que en una cadena aseguraban que unos abucheos eran directamente contra esa bandera. ¿Más datos sobre lo rancio, peligroso que es esta exaltación de los ejércitos? Sí, la gorra legionaria de la cabra. El desfile de los regulares, tan parecidos a la guardia mora que acompañaba siempre a Franco. El himno de la Guardia Civil, tan beligerante. Y, ojo, un comentario de un militar de paisano en una cadena, asegurando que se piensa que sería bueno un desfile militar en «las vascongadas». La roja, la vuelta y la cabra. Un tres en una, grande e imperial.