En su última etapa en la gira que le ha llevado a Los Balcanes, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, instó a que Serbia y Kosovo inicien el diálogo cuanto antes, incluso en el caso de que se convoquen elecciones anticipadas en el nuevo Estado.

Kosovo está inmerso en una crisis política tras la dimisión fulminante de su hasta ahora presidente, Fatmir Sejdiu. Se barajan nuevas elecciones a comienzos de 2011, lo que deja escaso margen hasta las elecciones legislativas en Serbia, previstas para la primavera de 2012.

Este diálogo «no puede esperar mucho tiempo», señaló Clinton, que anunció su intención de trasladar su urgencia a la UE durante su visita de mañana a Bruselas.

Eso sí, la secretaria de Estado estadounidense insistió en que el diálogo debería producirse bajo los auspicios de la UE, reservando a EEUU «un papel de apoyo». El presidente interino kosovar, Jakup Krasniqi, había mostrado la víspera su deseo de que EEUU tenga un papel de mediador durante el proceso.

El presidente serbio, Boris Tadic, reiteró la víspera a Clinton a su llegada a Belgrado su voluntad de iniciar el diálogo con Pristina. Clinton matizó, eso sí, que quedará fuera de las discusiones la cuestión del estatus de Kosovo, limitándose a cuestiones prácticas.

Clinton culminó su viaje a Kosovo visitando el enclave de Gracanica, poblado mayoritariamente por serbios, donde abogó por el respecto de los bienes culturales y religiosos de la minoría serbia.