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Sting presenta en el BEC de Barakaldo sus éxitos con arreglos orquestales

Tras una larga carrera en solitario en la que ha transitado por variados estilos, Sting decide que su nuevo álbum, «Symphonicities», sea un recopilatorio de doce canciones que recorren sus discos en solitario y su etapa en Police, pero con fuertes arreglos sinfónicos.
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Pablo CABEZA | BILBO

Con presupuesto, buenos estudios, arreglistas y decenas y decenas de músicos, es más sencillo que unos arreglos orques- tales aporten visiones nuevas a viejos éxitos o, simplemente, composiciones pasadas. En «Symphonicities» todo el mundo se ha metido la batidora en el cerebro, por lo que el resultado es un disco muy por encima de la media en este tipo de experimentos. Sí, ya se sabe que es un recurso artístico que en ocasiones cierra una carrera, intenta relanzarla o es el quiero y no puedo. Sea el lugar conspirativo que ocupe «Symphonicities», el resultado es brillante, por lo que cabe imaginar que su representación en directo, abrazando al oyente, debe de contener el mismo o mayor potencial que el portado en digital.

Para el inicio del disco, los productores ejecutivos han preferido jugársela con el dinamismo, razón por la que encontramos dos felices y animadas versiones de cara: «Next to you» y «Englishman in New York». La primera referencia pertenece al exitoso «Outlandos d'Amour», de Police, allá por 1978, cuando el trío convivía sin problemas mayores con el punk-rock. El segundo corte se halla en el disco «... Nothing like the sun», de 1984.

«Every little thing she does is magic» viene a mediar entre el dinamismo y lo que llegará en breve. Pertenece al álbum de Police «Ghost in the machine», de 1981.

Lirismo

Transcurridos los tres primeros aportes, donde se juega entre lo sencillo y lo bullicioso, llegan las aventuras más certeras del álbum. Una de las revisiones que más llama la atención es el corte «I hung my head». La composición es brillante y, por fortuna, ningún tipo de sesgo desaforado ha destruido el encanto original. La pieza pertenece al álbum de 1996 «Mercury falling», el quinto de estudio de Sting y punto de inflexión en lo artístico, ya que desde ese momento su carrera tomaría aspectos más adultos, inclusión de líneas de jazz, sonidos estándar y canciones sin sobresaltos. El original y la nueva interpretación recuerdan al gran Van Morrison, poco cuesta imaginar la voz del irlandés. Con todo, también los arreglos de cuerda remiten a Morrison. Tampoco extraña que Rick Rubin se la aconsejara a Johnny Cash para su álbum «American IV: the man comes around».

Siguiendo la línea melódica del álbum, «You will be my ain true blue» es otra de las piezas delicadas. Posee épica y un tono que sitúa la creación en los laterales de Sting. La visión se explica ante el hecho de que el tema fue escrito por Sting para el filme «Cold mountain», donde la interpreta al lado de la vaquera Alison Krauss. En este caso no está Alison y ha perdido la carga bluegrass, pero el título continúa reportando un gran beneficio auditivo.

«Roxanne» mantiene la línea melódica, torna granate, interior, como el resto de cortes y arañazos que van llegando a las arterias del proyecto sinfónico. Melancolía sobre «The end of the game», «I burn for you», «We work the black seam»...

Disco, en resumen, de un adulto dirigido a seguidores y primerizos experimentados que deseen cerrar los ojos y ver qué pasa.

JAPÓN

«Straight to my heart», «Why should I cry for you?» y «Whenever I say your name» son tres revisiones que sólo aparecen en la versión japonesa del disco. Además, dos de ellas se encuentran en el monopolio iTunes y, «Whenever I say your name», en Amazon.

Ficha

Disco: «Symphonicities».

Contenido: Canciones de Sting y Police revisadas orquestalmente.

Concierto: Miércoles 27, a las 21.30 en el BEC de Barakaldo.

Entradas: Desde 46,50 hasta 126,50 euros.

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