Visita el Sánchez Pizjuán
Con certificado de calidad
El triunfo en uno de sus campos malditos supondría un salto cualitativo para los bilbainos, que incluso podrían alcanzar la sexta plaza.
Amaia U. LASAGABASTER
Si hace una semana consiguió el de la tranquilidad, el Athletic busca esta tarde el triunfo del optimismo. Las victorias siempre acarrean consecuencias positivas, pero los tres puntos del Sánchez Pizjuán se presentan especialmente golosos.
La propia ruptura de una racha negativa que va para las dos décadas añadiría relevancia, desde el punto de vista moral, para un triunfo que bien podría convertirse en un salto de calidad. Supondría el primero de la temporada ante uno de los gallos de Primera, al que además se adelantaría en la clasificación, y con algo de fortuna -aunque el Espanyol anda intratable en casa-, incluso podría dejar al Athletic en la sexta plaza al final de la jornada. Todo ello en vísperas de que eche a andar la Copa y como aperitivo de un calendario complicado, que multiplica el valor psicológico de un buen, o mal, inicio.
Por mucho que al Athletic se le venga atragantando en todas sus versiones, no parece el peor momento para visitar al Sevilla. El cuadro andaluz llega a la cita animado tras su victoria europea, pero también con un viaje a Ucrania hace apenas tres días. Y la mano de Gregorio Manzano no acaba de notarse, al menos a nivel de resultados. Se estrenó con un triunfo de prestigio ante el Atlético de Madrid, pero una semana después el Sporting devolvía a los hispalenses a la misma senda de la irregularidad de la que venía.
Similar, en cierta medida, a la del Athletic, aunque el equipo de Joaquín Caparrós se muestra más selectivo. No perdona a equipos de categoría similar o menor, pero hasta ahora ha sido incapaz de rascar un solo punto ante rivales de primera línea. De ahí que aguarde el encuentro del Sánchez Pizjuán con los colmillos afilados.
Dudas y certezas
Hay algunas dudas sobre el once con que el Athletic intentará el asalto, porque Caparrós ha dirigido esta semana dos entrenamientos a puerta cerrada, incluído el de ayer. Las ausencias -Ocio y Amorebieta siguen lesionados y Aurtenetxe con la selección española-, de todos modos, obligarán al técnico a repetir la defensa.
Las principales dudas se refieren a las bandas, con Susaeta y Gurpegi peleando por la derecha y Muniain y Gabilondo por la izquierda.
Hace 17 años que el Athletic no gana en el Sánchez Pizjuán. Incluso el empate del año pasado supone una excepción, no en vano puso fin a siete campañas de sequía absoluta.
Los lesionados Aitor Ocio e Ibai causan baja en la lista, junto a Igor Martínez. Sus vacantes las ocupan Balenziaga, Iturraspe y De Marcos.
Lo reconoció la semana pasada, tras la agridulce victoria frente al Zaragoza: al Athletic le cuesta mantener el tono durante los partidos al completo. De ahí que, a su fórmula habitual en las previas -intensidad, concentración, ritmo...-, Joaquín Caparrós añadiese ayer la de la «constancia».
«Debemos jugar un buen partido tanto en el concepto ofensivo como en el defensivo, ser equilibrados y, además, ser constantes del minuto cero al noventa», subrayó el técnico, que tampoco olvida las dificultades de su equipo cuando intenta pausar el juego, aún cuando le sonríe el marcador, como también se comprobó el pasado domingo. De ahí que considere imprescindible hacer ver al Sevilla que «vamos a por el partido» e imprimirle «ritmo» al choque, pero además «mantenerlo».
Gregorio Manzano, por su parte, confía en que la victoria del pasado jueves ante el Karpaty ucraniano se traduzca en un Sevilla con más «autoestima y confianza», lo que le permita «seguir en la línea del partido del Atlético de Madrid, para que los puntos se queden en casa». «Puede suceder, pero no pienso en perder», añadió el técnico que, para conseguir los tres puntos, destaca que sus jugadores deben «tener personalidad con el balón y, cuando se tenga superioridad, que se muestre en el campo». GARA
