La Encuesta de la Población en Relación con la Actividad (PRA), que realiza Eustat-Instituto Vasco de Estadística, recogió días atrás unos datos que sorprenden si se contrastan con el Servicio Público de Empleo, sustituto del Inem. Según la PRA, Araba, Bizkaia y Gipuzkoa cerraron setiembre de este año con 92.500 parados, 7.000 más que hace un año, pero el Inem que registra la demanda de paro, que tampoco es real porque los mecanismos de desaparición de la lista se han ampliado desde hace años, confirmó para los tres herrialdes 130.549 parados, 7.155 parados más que hace un año, pero 38.049 desempleados más que Eustat. La diferencia entre el registro del antiguo Inem y la PRA es la obtención de la información, ya que la segunda es una encuesta, como la Encuesta de Población Activa del INE. Sin embargo, sorprende que haya tanta diferencia.

Este hecho ha sido en repetidas ocasiones criticado por algunos sindicatos, puesto que no es normal que la estimación de la encuesta del Eustat dé un resultado inferior que el registro casi real de parados. Este hecho lleva a declaraciones más o menos triunfalistas de determinados políticos que buscan terminar con la crisis por la vía de la declaración pública grandilocuente y sirve para hacer grandes titulares en algunos medios de comunicación que, en realidad, no se ajustan a la realidad.

Mientras el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Lakua, Carlos Aguirre, mostraba un cierto optimismo en el crecimiento económico el pasado lunes y en la reducción del desempleo, dos días después Eustat redujo del 0,5% al 0,2% el crecimiento económico para este año, dejando en mal lugar a lo que el propio consejero había dicho para quedar bien ante los empresarios. No puso sobre la mesa ningún plan para generar actividad ni empleo, sólo palabras que dos días después fueron desmentidas por las predicciones.

No se ve una política de empleo e industrial decidida para la creación de empleo y reducir las tasas de paro por la vía real. Ni el Gobierno de Patxi López ni el Gobierno de Miguel Sanz están actuando en una dirección de impulso de la actividad. Están desaparecidos. Tratan de transmitir una realidad virtual que tiene mucho que ver con lo que a ellos les gustaría para que los ciudadanos no vean que, en realidad, no están haciendo nada por acelerar la creación de empleo. Los empresarios, por otro lado, se han dado cuenta que es época para reducir puestos de trabajo y, efectivamente, la reforma laboral les pone en bandeja esa salida.

La realidad está demostrando que la crisis económica la están pagando los trabajadores. Desde setiembre de 2008 a setiembre de 2010 existen en Hego Euskal Herria 63.941 parados más. En cinco años, las listas del antiguo Inem han acogido a 75.614 parados más. En setiembre, los desempleados suman 171.923 personas, de los que un tercio de los mismos no tienen prestaciones económicas.

Sin embargo, las compañías que cotizan en la bolsa española han retribuido en los nueve meses de este año con 16.607,8 millones de euros entre sus accionistas, lo que quiere decir que no les va mal. A pesar de la crisis las empresas siguen teniendo enormes beneficios económicos. Pierden pocas. De hecho, las sociedades cotizadas en la bolsa española ganaron en el primer semestre de este año 22.936,94 millones, según los datos de la compañía Bolsas y Mercados (BME), lo que supone una reducción de 1,27%. Sin embargo, el resultado bruto de explotación de todas las empresas que cotizan en el mercado continuo de la bolsa aumentó en el primer semestre un 10,52%, hasta los 62.322,75 millones de euros. No les va mal.